La familia de Sandra pone al colegio en el punto de mira: “Se depurarán responsabilidades”

La familia de Sandra Peña, la menor fallecida en Sevilla, denuncia que el colegio Irlandesas de Loreto ignoró las alertas sobre el acoso que sufría, pese a que se había denunciado en dos ocasiones

La familia de Sandra Peña, la menor fallecida en Sevilla, considera que el papel que ejerció el colegio  colegio Irlandesas de Loreto en el acoso que recibía fue nulo, a pesar de que que había denunciado en dos ocasiones el acoso escolar que sufría por parte de tres compañeras del mismo colegio concertado. Según ha explicado Isaac Villar, tío de Sandra y portavoz de la familia, el centro no llegó a activar los protocolos oficiales contra el acoso ni contra el suicidio, una omisión que la Junta de Andalucía ha confirmado públicamente.

“Antes de empezar el curso, mi hermana lo denunció en el colegio”, relató al Diario de Sevilla. “El colegio lo sabía, porque tomó la decisión de separarlas, que siempre habían estado juntas en clase. Antes habían sido amigas, yo recuerdo que cuando eran chicas y estar en el parque jugando”, declara. La separación, a petición de la madre de la víctima, fue la única medida adoptada por la dirección del centro.

EFE/ Jose Manuel Vidal

“Mi hermana se puso en contacto con la dirección del centro y tuvo una reunión con la orientadora. No hubo ninguna respuesta, ni afirmativa ni negativa. Sólo le confirmaron que no iban a estar en la misma clase”, afirmó Villar.

“Eran insultos constantes”

Villar ha explicado que Sandra sufría “insultos constantes” por parte de tres alumnas de su misma clase. “Que sepamos, no hubo agresión física”, detalló en declaraciones a Cadena SER Sevilla. Tras el primer aviso, presentado a finales del segundo trimestre del curso pasado, el colegio no aplicó ninguna medida. La situación se repitió al inicio del nuevo curso, cuando la madre volvió a advertir a la dirección sobre el problema.

En ese momento, la familia solicitó expresamente que la menor no coincidiera con las presuntas acosadoras. El centro accedió a separarlas, pero no informó al profesorado ni comunicó la situación a la Consejería de Educación, según denunció el portavoz familiar. “Ni el propio profesorado lo sabía, y los que lo sabían fue porque lo veían, no porque el centro se lo hubiera comunicado”, señaló Villar.

Falta de comunicación y de protocolo

El tío de Sandra apuntó a una falta general de comunicación entre la dirección del colegio. “El colegio no ha dicho nada a la familia, nadie del centro directivo”, denunció. Sí afirma que los profesores sí se han puesto en contacto con ellos, “porque conocían a los niños desde pequeños”, a diferencia de la dirección del centro.

Fuentes de la Junta de Andalucía han confirmado que el colegio no activó el protocolo contra el acoso escolar ni el de prevención del suicidio, dos mecanismos obligatorios en estos casos. La familia asegura que tras la primera denuncia, la menor comenzó tratamiento psicológico, pero que el acoso continuó sin respuesta efectiva por parte del centro. Ante ello, la Junta ha remitido toda la información a la Fiscalía y ha abierto un expediente administrativo.

“El colegio no hizo nada. Evidentemente, la familia va a tomar todas las medidas legales necesarias para que esto se esclarezca”, advirtió el portavoz de la familia. Reclama que se investigue tanto la actuación de las presuntas acosadoras como la del centro educativo.

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