Una asociación de víctimas impulsa una denuncia colectiva por los fallos de las pulseras

La asociación La Volaera, cuya presidenta increpó a la ministra Redondo hace unas semanas, ha creado un formulario para detallar las incidencias del sistema Cometa

Una asociación busca víctimas a las que les falle la pulsera para una denuncia colectiva
KiloyCuarto

Carla (nombre ficticio) se encontró hace unos días con su agresor a apenas un metro de distancia. Llevaba la pulsera telemática que debía alertarla si él entraba en la zona de exclusión, pero el dispositivo no emitió ninguna señal. No es la única: cada vez más mujeres relatan fallos similares en estos sistemas de protección. Y es precisamente este aumento de incidencias lo que ha llevado a La Volaera, una asociación formada por supervivientes de violencia machista, a dar un paso más.

La presidenta increpó a Ana Redondo

“Las pulseras fallan. Las víctimas lo cuentan todo el tiempo, explica María Martín Romero, presidenta de La Volaera a Artículo14. Su rostro se hizo conocido hace unas semanas cuando increpó a la ministra Ana Redondo en Granada para denunciar la falta de protección real que viven las mujeres. a raíz de un fallo del sistema Cometa. Ahora, desde la organización, impulsan una denuncia colectiva.

Ana Redondo, fue increpada hace unas semanas por Martín Romero, presidenta de La Volaera,
EFE/Miguel Ángel Molina

Un formulario para detallar todo tipo de incidencias

La asociación ha creado un formulario seguro y confidencial para que cualquier mujer afectada registre con detalle todo tipo de incidencias: errores de localización, desconexiones del dispositivo, alertas que no saltan cuando el agresor está en el perímetro prohibido o pérdidas de datos tras el reciente cambio de empresa adjudicataria.

Martín explica que esta iniciativa nació de forma orgánica: “Esto lo montamos entre compañeras, con nuestro servicio jurídico, nuestra abogada y nuestras comunicadoras. Aquí se trabaja mucho voluntariamente y con mucha gente detrás”.

Según explica, los cuestionarios llegan a un correo encriptado, gestionado únicamente por la abogada coordinadora del área jurídica, y una vez revisados se eliminan los datos personales para proteger a las víctimas.

Denuncia colectiva ante la Agencia Española de Protección de Datos

La presidenta de La Volaera cuenta que se han marcado un doble objetivo. Por un lado, presentar una denuncia colectiva ante la Agencia Española de Protección de Datos por los posibles fallos de seguridad en el tratamiento de la información personal de las víctimas. Y, por otro, estudiar la viabilidad de una acción de responsabilidad patrimonial contra las administraciones públicas cuando esos errores hayan provocado un perjuicio directo.

Martín insiste en que la participación es esencial para “exigir responsabilidades y mejorar la protección de todas las mujeres”. Para ello, además del formulario, la entidad ha habilitado un contacto específico (juridicobolaera@gmail.com) desde el que se realiza un seguimiento individualizado de cada caso.

María Martín Romero, presidenta de la asociación La Volaera
Cedida

Desde el cambio de licitación del servicio, se han multiplicado los testimonios que describen fallos en la cobertura, registros erróneos de ubicación y alertas que no se activan aun cuando el agresor se encuentra claramente dentro del perímetro de exclusión. Lo que se pone en cuestión no es solo el funcionamiento de un dispositivo, sino la capacidad del Estado para garantizar la seguridad de quienes han denunciado. Cuando una pulsera falla, explican desde la asociación, no se rompe un protocolo: se rompe la confianza de una mujer que necesita creer que las instituciones pueden mantenerla a salvo.

Revisar el sistema Cometa

La denuncia colectiva busca precisamente eso: reunir, ordenar y documentar lo que hasta ahora han sido relatos aislados, dispersos y fácilmente ignorados. Si prospera, puede obligar a revisar de manera profunda un sistema que afecta directamente a la vida de miles de mujeres.

Desde La Volaera insisten en que ninguna mujer debe cargar con un dispositivo que no funciona con garantías. Su objetivo es claro: que la protección sea efectiva, que las instituciones respondan y que ninguna mujer quede desamparada cuando más lo necesita.

Aunque Carla no aparecerá en esa denuncia, su silencio sin alarma resume el problema de fondo. Y es ahí, en ese hueco donde el sistema falla, donde La Volaera ha decidido actuar.

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