En medio del debate que abre Isabel Díaz Ayuso cuando afirma que el concebido es un ser humano con plenos derechos, emergen testimonios como el de Lydia Alba Baeza, que perdió a su hija Chloe un día antes del parto, en la semana 38 de gestación. Cada año hay 2.300 casos de muerte perinatal en España. Es decir, a partir de la semana 22 de gestación y hasta la primera semana de vida. “Lo primero es evadirte de que tu bebé está fallecido dentro de ti. Después, tener una buena despedida y tener un duelo sano”, nos dice.
En este punto le hace valorar especialmente las palabras de la presidenta madrileña al considerar al bebé como un miembro más de la familia. Tanto es así que uno de sus primeros pensamientos cuando le comunicaron el fallecimiento de Chloe fue: “¿Cómo vamos a vivir ahora?”
“Cuando el bebé es esperado, y en nuestro caso Chloe era una niña muy esperada, creas un vínculo de amor. Si lo pierdes, necesitas procesar ese duelo. Pero es difícil, no existen recursos y las madres nos sentimos muy desamparadas. Entender que es un hijo más desde la concepción puede hacer mucho bien en este sentido. Ayudará a tomar este proceso con la sensibilidad que merece. El duelo perinatal no está reconocido socialmente. Es un dolor que los padres suelen llevar en silencio”, explica.
No cree que la muerte de un hijo sea un problema que se pueda resolver y dejar atrás. “Es algo tan significativo y transformador, que las emociones y la ausencia que se generan permanecerán siempre con nosotros. Esas emociones irán cambiando a lo largo del tiempo, en algún momento podremos sanar y aprenderemos a gestionar el profundo dolor y pena que sus muertes han traído a nuestras vidas. Pero todo el amor, la ilusión y el hecho de que somos sus madres y sus padres, permanecerán siempre con nosotros, así como el hueco que tienen en nuestros hogares y nuestras familias”, escribe en su cuenta de Instagram.
“No hay una cuenta atrás para que se deje de sentir pena, dolor y amargura por sus muertes. De hecho, no hay un tiempo concreto y específico para empezar a sentir ese dolor de manera menos intensa. Depende de cada persona: no hables de tiempo, no evalúes el duelo”, añade.
“Se es madre para siempre”
La presidenta madrileña perdió también al hijo que esperaba en la octava semana de gestación, en julio de 2023. Cuando habló de ello por primera vez, en un programa de entrevistas realizado por personas con Trastorno del Espectro Autista, explicó: “Durante unas pocas semanas fui madre. Yo creo que es lo más bonito que me ha pasado nunca en la vida. Siempre estoy contando el tiempo que llevaría ya conmigo”. Y añadió que, a pesar del dolor, “se es madre para siempre. Creo que es lo mejor que me ha pasado y pienso que no hay nada más bonito que dar en la vida, tener niños y la familia”. También Lydia siente a Chloe. “Se me eriza la piel, tanto, que me hace cosquillas”.