La fase de preemergencia nacional es un término que suele aparecer en titulares cada vez que los incendios forestales se multiplican en España. Sin embargo, para muchos ciudadanos sigue siendo un concepto ambiguo, difícil de entender.
¿Significa que el Gobierno asume el control de los incendios? ¿Es una declaración de emergencia como la que se da en otros desastres naturales?
En este artículo explicamos de forma clara y sencilla qué significa esta activación, cómo funciona y por qué es útil cuando las llamas amenazan a varias comunidades autónomas al mismo tiempo.
Un paso previo antes de la emergencia total
La fase de preemergencia nacional forma parte del Plan Estatal General de Emergencias (PLEGEM). Este plan establece diferentes niveles de respuesta en función de la gravedad y extensión de una crisis.
La preemergencia es uno de esos niveles. Un escalón intermedio que se activa cuando existe un riesgo grave y generalizado. Pero las comunidades autónomas siguen teniendo capacidad para gestionar los incendios dentro de sus competencias.
En otras palabras, no es todavía una declaración de emergencia total a nivel nacional. Pero sí una señal de alerta que pone en marcha mecanismos de coordinación y apoyo para prevenir que la situación se descontrole.
¿Qué ocurre cuando se activa?

Cuando el Ministerio del Interior declara la fase de preemergencia nacional, no significa que el Estado central pase a dirigir las operaciones de extinción. La gestión de los incendios sigue siendo competencia de cada comunidad autónoma.
Sin embargo, sí se produce un cambio clave: la coordinación se refuerza y se abre la puerta a movilizar recursos estatales para ayudar allí donde la situación sea más crítica.
Esto implica que el Centro Nacional de Seguimiento y Coordinación de Emergencias (CENEM) trabaja en comunicación constante con los servicios de protección civil autonómicos. Además, se convoca al Comité Estatal de Coordinación y Dirección (CECOD), que integra a representantes de distintos ministerios, la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET), el Ministerio para la Transición Ecológica, las Fuerzas Armadas y otros organismos con capacidad de respuesta rápida.
¿Qué recursos pueden movilizar?
En la fase de preemergencia nacional, el Gobierno puede poner a disposición de las comunidades autónomas medios propios que normalmente no se usan de forma rutinaria. Algunos ejemplos son:
- Brigadas de Refuerzo en Incendios Forestales (BRIF), dependientes del Ministerio para la Transición Ecológica.
- Aviones anfibios y helicópteros del Estado, que se desplazan allí donde se requieran con más urgencia.
- Unidad Militar de Emergencias (UME), que puede activarse para reforzar la extinción o las tareas de evacuación.
- Equipos de logística y comunicaciones para garantizar que la coordinación entre comunidades sea efectiva.
Estos recursos no sustituyen a los medios autonómicos, sino que los complementan. Permiten responder con más rapidez en escenarios con varios focos activos simultáneos.
¿Por qué se activa en plena ola de incendios?

La experiencia demuestra que la fase de preemergencia nacional es especialmente útil cuando confluyen varios factores de riesgo. Altas temperaturas, viento intenso, sequía prolongada y múltiples incendios activos en distintas zonas del país. En ese escenario, cada comunidad autónoma puede verse al límite de sus recursos y necesitar apoyo externo.
Activar la preemergencia no solo es una medida práctica, sino también preventiva. Permite que la maquinaria del Estado esté lista para intervenir de inmediato si un incendio supera la capacidad de respuesta local. Es una forma de ganar tiempo y reducir el riesgo de que las llamas se propaguen sin control.
Diferencia con la fase de emergencia
La fase de preemergencia nacional no debe confundirse con la fase de emergencia nacional. Esta última se declara cuando un desastre —en este caso, los incendios— supera claramente la capacidad de las comunidades autónomas para gestionarlo.
En ese escenario, el Estado asume el control directo de las operaciones, coordinando todos los recursos disponibles a nivel nacional.
En cambio, la preemergencia es un paso previo. Un estado de vigilancia reforzada y apoyo logístico que busca evitar que se llegue a ese punto crítico. En cierto modo, es como poner un equipo de bomberos en la puerta antes de que el incendio llegue a la casa.