El municipio murciano de Torre-Pacheco arde. La agresión a un vecino ha desatado una ola creciente de altercados y varias detenciones por delitos de odio y desórdenes. Desde hacía tiempo, la tensión en las calles se podía cortar con cuchillos y lo sucedido estos días no hace más que aflorar una complejidad que se intuye al conocer el censo de su Ayuntamiento: 41.684 habitantes y 96 nacionalidades diferentes.
Los problemas de convivencia, el racismo y la xenofobia forman parte de su cotidianeidad, a pesar de los esfuerzos que hacen sus instituciones y diversas organizaciones por sembrar la paz dentro de la diversidad. Los discursos de la ultraderecha solo incitan al odio y a la polarización política, si bien la situación obliga a replantear las políticas de inmigración y a analizar las claves que han llevado hasta aquí.

La preocupación va en ascenso y el sentimiento más común en su población en este momento es el miedo. La polémica ha avivado también la cuestión de si es posible la convivencia entre casi un centenar de nacionalidades en una superficie tan reducida. La diversidad cultural exige una gestión muy bien hilada que empieza por el esfuerzo de superar prejuicios, promover el respeto y construir relaciones basadas en la igualdad.
Lo complicado es entender las diferencias culturales, gestionar la educación intercultural a través de programas educativos, crear espacios de diálogo e implementar políticas inclusivas. Las barreras son muchas y cada una implica un desafío para no generar discriminación y conductas xenófobas. Hay barreras lingüísticas, culturales y socioeconómicas. Todo ello puede ser motivo de tensión, conflictos y prejuicios que se van alimentando en una espiral creciente que de repente se precipita.
Casi un centenar de nacionalidades
En Torre Pacheco, la población de residentes extranjeros procede de 96 nacionalidades diferentes, entre países de la Unión Europea y no comunitarios. 28.780 habitantes son españoles, 977 son extranjeros Unión Europea y 11.927 son extranjeros no comunitarios.
La historia se remonta a 1979. El trasvase Tajo-Segura y Torre Pacho garantizó el agua para regar sus campos e impulsó su agricultura, convirtiéndose en potencia exportadora de frutas y hortalizas. El municipio creció y reclamó mano de obra agraria. En una primera etapa, fue la emigración marroquí. A medida que los países europeos frenaron los flujos migratorios, España e Italia pasaron a ser la primera opción como destinos.

La riqueza generada en Torre Pacheco habría sido inconcebible sin la participación de miles de hombres y mujeres extranjeros. Sin embargo, buena parte de esta población que crece cada año está lejos de integrarse. Se han formado colegios guetto, algunos jóvenes se han radicalizado de forma violenta, falta vivienda y abundan los pisos patera, no existe entendimiento entre religiones, falta apoyo educativo y el fracaso escolar está a la orden del día. Todo ello forma el paisaje cotidiano de este municipio.
Patrullas y antidisturbios
La medida inmediata es detener la escalada de violencia. La Guardia Civil ha desplegado unidades antidisturbios y ha aumentado las patrullas locales para contener los altercados nocturnos, una tarea difícil si el Ministerio del Interior no responde al reclamo de los agentes, que exigen más medios humanos y operativos. También el presidente de la Comunidad Autónoma, López Miras, ha pedido una intervención más firme para evitar que Torre Pacheco “se convierta en campo de batalla”.

Una vez calmadas las aguas, la situación pide un debate profundo. La Plataforma del Tercer Sector propone la creación de espacios de diálogo comunitario, enfocados en reconstruir la convivencia y evitar que estas fricciones se enquisten aún más en la población. El alcalde Pedro Ángel Roca ha anunciado que evaluarán las reformas legales y estrategias conjuntas oportunas para abordar la delincuencia juvenil.
Mientras, la instrumentalización política, el recurso simplista del miedo al otro y el intercambio de culpas no tiene más consecuencias que la polarización de la sociedad y el bloqueo de soluciones reales.