A las ocho de la mañana de este viernes se conocía el asesinato de Eva Jasmina a manos de su padre en Bilbao, en un nuevo caso de violencia vicaria. Ni rastro de la ministra de Igualdad hasta las seis y cuarto de la tarde cuando puso un tweet condenando el crimen. Sin embargo, a las diez de la mañana, Sira Rego, ministra de Juventud e Infancia, abría por videoconferencia el IV Encuentro de violencia vicaria y violencia de género institucional de España que se celebra estos días en Madrid. Multitud de mujeres víctimas la escucharon y sintieron cierto arrope. Una aparición simbólica que significa, más que un gesto, una realidad: Rego parece suplir a Redondo en temas que, en teoría, competen al Ministerio de Igualdad.
Ausente en el caso Juana Rivas
Ya ocurrió en Navidad cuando el caso Juana Rivas resurgió tras la confesión de Daniel, su hijo pequeño, que vino a España de visita. El niño contó todo lo que estaba sufriendo con su padre y pidió que se le protegiera. Comenzó entonces un periplo judicial lamentable para que algún juzgado escuchase al hijo de Rivas.
Durante esos días agónicos en el que la posibilidad de que Daniel volviese a Italia con su padre parecía la única, Sira Rego se interesó por el caso, habló con Daniel personalmente, se mostró “preocupada por su seguridad” y aseguró que creía su relato.
Lo hizo en redes sociales, pero también hizo valer su Ministerio para presionar a la Fiscalía Provincial de Granada y conseguir que pidiese al juzgado de guardia que escuchase a Daniel. “Es importante que todos los poderes públicos apoyen y hagan efectivo el derecho de las niñas y los niños a ser escuchados, tal como prescriben la Ley de Protección del Menor y la Ley Integral de Protección a la Infancia y la Adolescencia frente a la Violencia (LOPIVI)”, escribió en la red social X.
El falso síndrome de alienación parental (SAP)
Rego también ha eclipsado a Redondo en otro tema que le atañe. El falso síndrome de alienación parental (SAP) y su prohibición en la LOPIVI, una iniciativa que nació de la mano de la exministra Ione Belarra y que el el Ministerio de Juventud e Infancia pretende prohibir en su totalidad. Para ello ha creado un grupo de trabajo con expertas que trabajan en la actualidad para modificar la ley.

Rego atiende a las víctimas de forma personal
No solo eso, según confirman varias víctimas a Artículo14, la ministra de Infancia atiende a las mujeres que piden que medie en sus casos personales. Hace pocos días una de estas mujeres mantuvo un encuentro a través de una videollamada para exponerle su caso. ¿No debería ser esa tarea de la ministra de Igualdad? ¿A qué se dedica Ana Redondo?
“Es muy pronto para hablar de la candidatura a la Alcaldía”.
En una semana aciaga para la violencia de género donde han tenido lugar el intento de asesinato de Soraya, una mujer a la que el sistema VioGén catalogó como víctima riesgo bajo, pero su pareja la disparó siete veces el pasado domingo; el asesinato de María el martes cuando su pareja la acuchilló y tiró por la ventana y el asesinato de Jasmine a manos de su padre este viernes. Mientras todo esto sucedía, el futuro de Redondo parecía lejos del Ministerio y cada vez más cerca de su tierra, Valladolid. Sonaba como candidata a la Alcaldía y ella misma salía al paso sin negar su futuro: “Es muy pronto para hablar de la candidatura a la Alcaldía”.
No hace ruido y evita posicionarse
Siempre se ha comentado que Redondo recaló en el Ministerio de Igualdad con la misión de rebajar el perfil combativo del que lo dotó su antecesora, Irene Montero. Enemiga de las polémicas, evita las grandes reivindicaciones, nunca se sale de su rol institucional y apenas hace ruido.
A veces, incluso, se contradice. Elude defender a víctimas de violencias machistas cuyos casos están judicializados amparándose en que no comenta situaciones que están sub judice, sin embargo, sí defendió a la Gisèle Pelicot antes de que saliese su sentencia.
No ha legislado
En cuanto a su actividad legislativa, Redondo no ha impulsado ni una sola ley que naciese en su Ministerio. La Ley de Paridad surgió del Ministerio de Asuntos Económicos cuando lo lideraba Nadia Calviño, la exministra de Justicia, Pilar Llop, presentó el anteproyecto de la Ley contra la Trata, y el ministro de Justicia, Félix Bolaños, defendió la Ley de protección digital de los menores que pretende evitar que los más pequeños accedan a contenidos pornográficos. Las reformas legislativas acordadas en el Pacto de Estado contra la Violencia de Género han sido aprobadas por el Congreso.

El papel de la ministra de Igualdad ha sido más de apoyo y promoción que de impulso directo de nuevas leyes sobre el tema. En casi dos años no ha legislado.
La apabullante diferencia con su antecesora, Irene Montero
Su antecesora, Irene Montero, en tres años y diez meses sacó adelante: la Ley Orgánica de Garantía Integral de la Libertad Sexual, conocida como la Ley del solo sí es sí, la Ley para la Igualdad Real y Efectiva de las Personas Trans y para la Garantía de los Derechos LGTBI , reformó la Ley del aborto incorporando las bajas por reglas dolorosas, impulsó el Plan Corresponsables y reformó la Ley de Violencia de Género.
Además, amplió el servicio del 016, el teléfonos de atención a víctimas para que cubriese todas las formas de violencia contra las mujeres y promovió la inclusión de la educación sexual en todas las etapas de la enseñanza obligatoria y el reconocimiento de todos los feminicidios y su contabilización.
Montero además, no dudaba en dar la cara por las víctimas y posicionarse en temas espinosos sin importarle las consecuencias. Quizá sea verdad, que su cometido era no dar que hablar para no molestar a esos amigos del presidente Pedro Sánchez que se sentían incómodos con el feminismo. Deben estar tranquilos.