La carrera de Rosalía no puede entenderse sin escuchar sus canciones. No por obviedad, sino porque su música es el reflejo de un viaje artístico único. Desde las raíces del flamenco más puro hasta la vanguardia del pop experimental internacional. En solo unos años, Rosalía ha construido un lenguaje propio donde el folclore español dialoga con el reguetón, el trap, el R&B y los sonidos electrónicos, creando un universo que desafía las etiquetas.
Para conocer en profundidad quién es Rosalía, cómo ha evolucionado su propuesta y por qué ha conseguido conquistar al mundo, estas seis canciones clave permiten recorrer su transformación. Desde su debut hasta los escenarios globales, cada tema representa una etapa distinta de su identidad musical y emocional.
1. “Catalina” (2017) – La semilla flamenca
El primer paso para entender a Rosalía es escuchar “Catalina”, incluida en su álbum debut Los Ángeles, producido por Raül Refree. Esta canción muestra a una artista que, con apenas 23 años, ya dominaba el cante jondo con una profundidad emocional inaudita. Acompañada solo por la guitarra, la voz de Rosalía emerge desgarradora y pura.
En “Catalina”, no hay filtros ni artificios. La cantante pone su alma en primer plano, en una interpretación que conecta directamente con las raíces del flamenco tradicional, pero que al mismo tiempo anticipa su capacidad de renovación. Es la Rosalía más desnuda, la que no necesita más que su voz para estremecer.
Escuchar esta canción es comprender que Rosalía no apareció por arte de magia en la escena global: su camino comenzó en los tablaos y las escuelas de flamenco, con años de estudio y entrega a una tradición exigente.
2. “Malamente” (2018) – El punto de inflexión
“Malamente” fue el primer gran terremoto. Con esta canción, Rosalía irrumpió en el mainstream y lo hizo sin renunciar a su esencia. El tema, que abre su segundo disco El mal querer, es una reinvención total del flamenco, cruzado con beats urbanos, palmas procesadas y una estética visual impactante.
Aquí, Rosalía se aleja del purismo, pero no lo traiciona: lo transforma. “Malamente” no solo ganó dos Grammy Latinos, sino que se convirtió en un fenómeno viral, atrayendo tanto a expertos como a oyentes casuales. La clave está en cómo logra mantener el duende en un contexto contemporáneo.
Con esta canción, Rosalía demostró que era posible hacer música experimental con alcance masivo, marcando el inicio de su etapa más audaz y conceptual. El éxito de “Malamente” redefinió las reglas del pop en español.
3. “Pienso en tu mirá” (2018) – La narrativa visual y emocional
Si “Malamente” abría la puerta, “Pienso en tu mirá” consolidaba el universo de El mal querer. Esta canción muestra el talento de Rosalía como narradora de emociones complejas, capaces de conjugar violencia, amor y fragilidad en un mismo plano sonoro.
Musicalmente, la canción destaca por su uso sutil de bases electrónicas, el ritmo hipnótico de las palmas y una producción minimalista que realza cada detalle. Pero lo más potente es la combinación con un videoclip cargado de simbolismo, en el que las imágenes refuerzan el poder de la música.
Con este tema, Rosalía no solo cantaba: construía relatos visuales, usando la música como vehículo narrativo. “Pienso en tu mirá” es una de sus canciones más estudiadas, y con razón: en ella se cruzan el flamenco, el pop y la performance artística.
4. “Yo x ti, tú x mí” (2019) – La internacionalización
Con “Yo x ti, tú x mí”, Rosalía dejó claro que su ambición era global. En colaboración con Ozuna, uno de los artistas más populares del reguetón, se adentró sin complejos en los terrenos del pop latino, y lo hizo conservando su firma vocal y su cuidado estético.
Este tema muestra una Rosalía que domina los códigos de la música urbana, pero que no se diluye en ellos. Al contrario: los reinterpreta con elegancia, introduciendo melodías inesperadas, armonías propias del flamenco moderno y una producción milimétrica.
Gracias a esta canción, Rosalía consolidó su presencia en Hispanoamérica y empezó a sonar con fuerza en Estados Unidos, especialmente entre públicos jóvenes. Fue también la prueba de que podía colaborar con superestrellas sin perder su singularidad.
5. “Motomami” (2022) – El manifiesto de una nueva era
“Motomami” no es solo una canción: es una declaración de principios. Es el título de su tercer álbum de estudio y también el nombre del tema que mejor representa su visión artística más reciente. Con él, Rosalía se lanza al vacío con una propuesta radical, libre y provocadora.
Esta canción rompe con cualquier estructura convencional. Pasa del spoken word al reguetón, del autotune al piano clásico, todo en menos de tres minutos. Rosalía juega con las formas y las destruye sin pedir permiso. El resultado es una obra inclasificable, cargada de energía y autoconsciencia.
“Motomami” es el símbolo de una artista que ya no busca aprobación. Es una Rosalía empoderada y experimental, que se atreve a incomodar, a explorar lo feo, lo sucio, lo inesperado. Con esta canción, redefine lo que significa ser una estrella del pop en el siglo XXI.
6. “Despechá” (2022) – El triunfo del ritmo popular
Si “Motomami” era una provocación, “Despechá” fue el abrazo a las masas. Con este hit del verano de 2022, Rosalía volvió a demostrar su dominio del tempo y la intuición popular, lanzando una canción ligera, pegadiza y con raíces en el merengue dominicano.
“Despechá” conquistó las pistas de baile, TikTok y las radios de medio mundo. Pero más allá de su éxito comercial, el tema muestra una Rosalía que sabe cuándo liberar tensión, cuándo divertirse y cuándo conectar de forma directa con su audiencia.
La canción es también un homenaje a los sonidos del Caribe, a las fiestas de pueblo, a las vacaciones en la costa. Rosalía logra que lo local suene global, y viceversa. Con “Despechá”, celebra la alegría sin artificios y cierra el círculo de su versatilidad.