Amparo Climent: “Afortunadamente hoy hay un número muy elevado de Pasionarias”

Documental presentado en el Festival de Cine por Mujeres, espacio de encuentro para proyectos cinematográficos liderados por mujeres

“Y era siempre, en todo momento, la Pasionaria, por su aire de Dolorosa española, que hablaba con honda y estremecida voz, como si se arrancase los puñales que le atravesaban el pecho. Porque la pasión de Dolores era la pasión de todo el pueblo español que gritaba con ella, que se hacía más profunda en su garganta de madre, de mujer, siempre abierta al abrazo o al grito y al estruendo de la lucha”, así inmortalizó Rafael Alberti a la mujer más influyente en la cimentación de la democracia en España. La cineasta valenciana Amparo Climent recupera la “leyenda” de Dolores Ibárruri, pasionaria, en el documental que lleva su nombre, estrenado en cines el pasado 3 de octubre, y proyectado en el VIII Festival de Cine por Mujeres, recién celebrado en Madrid, un escaparate de largometrajes recientes, nacionales e internacionales de directoras de, al menos, 20 países diferentes.

Directora y guionista de los largometrajes Las cartas perdidas, La cárcel y el exilio de las mujeres republicanas, Las lágrimas de África, Los sueños de Idomeni, Amparo Climent siempre ha sido una mujer comprometida con el arte y la memoria histórica, hasta el punto de presidir la Asociación Cultural Arte y Memoria impulsora del Festival Internacional de Cine por la Memoria Histórica, formar parte de la Junta directiva de la Academia de las Artes y de las Ciencias Cinematográficas de España, o implicarse en el CIMA, Asociación de mujeres cineastas.

En esta ocasión, Climent ofrece una visión íntima y romántica de Dolores Ibárruri, Pasionaria, presidenta del Partido Comunista de España y una de las figuras políticas más icónicas del siglo XX. Con un amplio repertorio de testimonios orales, brinda una biografía emocional, vinculada a los grandes acontecimientos históricos y su impacto en la sociedad. Dolores y su nieta, Lola, nos revelan cuáles fueron sus temores, sus amores, sus nostalgias, sus pérdidas y sus soledades, acompañada de documentos, poesía y música, que le añaden una dimensión íntima y emocional al relato.

¿Qué le impulsó a contar la historia de Dolores Ibárruri ahora?

Dolores Ibárruri es una figura icónica del siglo XX, una representación fundamental para entender todo lo que fue la historia de España desde la II República. Durante años Dolores ha estado completamente olvidada y opacada en el tiempo durante la transición y en la democracia. Quise poner en valor a una mujer que dedicó su vida a luchar por la clase obrera, por los mineros y por los derechos de las mujeres, que fue una inspiración para miles de personas, es una obligación de memoria democrática, que tenemos que asumir los historiadores, los políticos y también las creadoras.

Si tuviera que definir a Dolores Ibárruri con una palabra, ¿cuál sería?

Revolucionaria.

¿Descubrió algo de Pasionaria con lo que no contaba al adentrarse en la investigación?

Una de las cosas que más me impactó de Dolores en este proceso de investigación fue su vulnerabilidad. Se la ha mitificado como un símbolo que transmitía, entereza, fuerza, coraje, dignidad, pasión, solidaridad… Pero también era una mujer con sus contradicciones, sus emociones, sus alegrías y tristezas, que tuvo una vida muy dura llena miseria y que siguió adelante, con el dolor que le atravesó la pérdida de sus cuatro hijas y más tarde, la de su hijo Rubén y su exilio en la soledad de la Unión Soviética.

Dolores murió en 1989. ¿Cree que ha habido alguna otra mujer tan revolucionaria y emprendedora como ella en el ámbito de la política en España?

Dolores es un símbolo de una época en donde las mujeres no tenían voz ni ocupaban puestos relevantes en la política ni en la sociedad. Y en eso ella fue una precursora que abrió caminos a muchas otras. Pero la lucha nunca puede hacerla una sola persona, es un movimiento colectivo. Afortunadamente hoy en día hay un número muy elevado de mujeres comprometidas, de Pasionarias, que llevan una lucha continua desde las asociaciones, los partidos, los movimientos feministas, los sindicatos…

¿Qué relación encuentra entre las mujeres de la República y las generaciones actuales de activistas?

En aquella época, eran las maestras, las escritoras, las amas de casa, las intelectuales las que estaban a la vanguardia de las reivindicaciones, pero hoy en día siguen siendo esas mismas mujeres, no han cambiado. Tienen los referentes como Dolores Ibárruri, y saben de lo importante que es compartir conciencia y caminar agarradas de la mano. Son las mujeres que salen a las calles a pelear por sus derechos y los de la sociedad. Ahora también, con las herramientas del presente, en redes digitales y plataformas sociales.

¿Qué papel tienen las cineastas en la reconstrucción de una historia contada durante tanto tiempo por hombres?

Tenemos una responsabilidad íntima y personal, no solo para hablar de la importancia que tuvieron las mujeres durante la República y en la lucha antifranquista, sino de crear una narrativa que se ajuste a la historia, a la verdad. Queremos desplazar la mirada de la épica, y dar paso a una mirada más emocional, que se reconozca el papel de las otras protagonistas de la historia de España. Mujeres únicas, luchadoras, sin ellas, hubiese sido imposible tener una democracia, un estado de derecho en el que vivimos hoy.

¿Qué le ha aportado este proyecto a nivel personal y político?

La enseñanza más importante que he podido sacar de este proyecto tan personal es, sin duda, el compromiso, la necesidad de involucrarse y participar activamente por los derechos de la sociedad, por los derechos humanos, como lo hizo Dolores Ibárruri. Pasionaria.

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