La menopausia es una etapa fisiológica natural en la mujer, aunque esta no carece de riesgos para la salud. Ahora, la atención se ha volcado sobre el drástico aumento de casos de fracturas en los huesos y en los músculos de las mujeres menopáusicas en España.
Esto lo ha avisado la divulgadora y nutricionista Carla Romagosa, quien ha querido advertir de este problema y a pedir medidas urgentes para aumentar las medidas de prevención correspondientes.
Qué está pasando con el aumento de las fracturas en mujeres con menopausia

En general, los síntomas más reconocidos de la menopausia acaparan toda la atención, como por ejemplo el cansancio, los cambios de humor, los dolores de cabeza… No obstante, existen otros asociados a la drástica caída en los niveles de estrógenos.
Con este descenso, se acelera la pérdida de la densidad mineral ósea. Lo cual, a menudo acaba en una osteoporosis menopáusica. Asimismo, aumenta la fragilidad de los huesos, por lo que una leve caída puede acabar en una fractura grave.
De esto se ha hecho eco la especialista Carla Romagosa en el podcast ¡A lo Grande!, quien lo ha comentado en base a un estudio europeo analizado por la Asociación Española de Estudio de la Menopausia (AEEM).
Según advierte la investigación, se espera que haya un aumento en los próximos 10 años de entre un 20 y un 40% de fracturas en mujeres menopáusicas en España.
Romagosa ha comentado que el gran problema es que se produce una especie de “círculo vicioso” entre inmovilidad, fractura y pérdida de masa muscular (sarcopenia).
Esto lleva a un periodo de reposo, el cual puede acabar con una notable pérdida de masa de músculo (hasta el 15% en casos de largo reposo). Y esta pérdida, acaba afectando directamente en el metabolismo, la capacidad de recuperación y el bienestar general.
Estrategias para prevenir posibles fracturas

No todos los accidentes son evitables. Pero sí hay una serie de posibles estrategias de prevención de la gravedad en las fracturas para las mujeres en menopausia.
Un pilar fundamental es la adecuada nutrición, siguiendo una dieta rica en proteínas, calcio, vitamina D y omega-3. La alta ingesta de alimentos con estas propiedades tienen múltiples beneficios en el cuerpo, entre los cuales se encuentran el fortalecimiento de los huesos y de los músculos.
La otra clave es la actividad física. Los paseos y las actividades aeróbicas, como el yoga, tienen un gran impacto sobre el cuerpo. Pero también debe realizarse un entrenamiento de fuerza para mantener e incluso desarrollar la masa muscular.
Por parte de la nutricionista, que recomienda encarecidamente seguir ambos pilares, su consejo es tratar de incorporarlos poco a poco en las rutinas diarias. Así, se conseguirá introducirlos de manera duradera y se evitarán frustraciones que suelen acompañar a los deseos de grandes e inmediatos cambios.
Finalmente, Carla ha pedido medidas de prevención para el cuidado óseo y muscular por parte de los sistemas de salud. El objetivo debe ser reducir las proyecciones de las posibles fracturas que pueden afectar a muchísimas mujeres de nuestro país.


