La semana pasada, mientras hablábamos con una víctima de violencia, una llamada en espera cortó nuestra conversación. “Espera, que me llama Peramato”. La hasta ahora Fiscal de Sala Jefa de Penal del Supremo sigue en contacto directo con las mujeres a las que ha dedicado la mayor parte de su labor profesional. Muchas tienen su teléfono, le escriben, le cuentan, se desahogan y piden consejo. Una “mirla blanca” en un sistema judicial no siempre accesible para los ciudadanos de a pie.
Teresa Peramato es distinta. Cercana, comprometida y hace algo que no es tan común en estos tiempos: escucha a las víctimas. Ellas lo perciben y este martes por la mañana han sido varias las que han dado un grito de alegría al conocer que el Gobierno la proponía como Fiscal General del Estado.

“Tiene muchísima empatía, corazón y una humanidad increíble”
Paula Prada, del colectivo Madre Mía, solo tiene buenas palabras: “Además de ser una mujer profundamente feminista con muchísima empatía y corazón, tiene una humanidad increíble. Es una luchadora y una trabajadora nata. Ha escuchado nuestras historias, y eso que no tiene que ser fácil verse con las víctimas cara a cara”.
Cuando le han contado sus experiencias personales, Peramato no ha dudado: “Nos decía: ‘Mandadme vuestros casos, los detalles, que si si algo se puede hacer lo haremos'”.
“Hoy la alegría es profunda, genuina y colectiva. Las mujeres que te hemos visto trabajar de cerca sabemos que su nombramiento no es solo un reconocimiento profesional: es una esperanza real para las mujeres, para las madres protectoras y para nuestras hijas e hijos”, explica Chelo Álvarez, de la asociación Alanna.
“Ha sostenido a mujeres en los momentos más duros”
“Su manera de mirar, de escuchar, de estar… Esa cercanía que no se aprende y esa empatía que nunca ha sido pose, son las que han sostenido a tantas mujeres en los momentos más duros. Ha sido —y sigue siendo— una aliada imprescindible, una profesional y una mujer que entiende el dolor sin juzgar, que abraza desde la justicia y que acompaña desde la humanidad”.
Para Álvarez, su presencia al frente de la Fiscalía es un mensaje muy claro para nuestras hijas e hijos: que la justicia también puede tener un rostro cercano, valiente y profundamente humano. Se lo ha ganado y nos ha ganado el corazón”
“Es una mujer muy profesional y muy comprometida con la violencia machista. Es una mujer accesible y que te escucha, no solo te oye“, apuntan desde la asociación Somos Más.
Andrea Cabezas, de la asociación Stop Violencia Vicaria, asegura sentir “una mezcla de emoción, esperanza y profundo agradecimiento”.
“Para quienes vivimos cada día acompañando a víctimas de violencia de género, saber que Teresa estará al frente del Ministerio Fiscal es, sencillamente, un alivio inmenso. No es solo una jurista excepcional, es una mujer que mira a las víctimas a los ojos, que escucha incluso aquello que cuesta decir, que entiende el miedo, la urgencia y la fragilidad de las madres y de sus hijos e hijas. Su humanidad ha sido siempre un refugio para quienes no confiábamos en nada ni en nadie”
“En un sistema que tantas veces falla, ella es una de esas pocas personas que nunca cierra la puerta, que nunca gira la cara, que nunca minimiza el dolor. Por eso, hoy España gana muchísimo. Y las víctimas también”, opina Cabezas.

“Devuelve la confianza a las víctimas”
Ana Bella, de la Fundación que lleva su nombre, cree que el hecho de que nombren a Peramato Fiscal General del Estado “devuelve la confianza de las víctimas en el sistema. Lo importante es que su nombramiento no se quede en un mero formalismo de lavado de cara, sino que se traduzca en protocolos eficaces, más financiación, coordinación efectiva entre administraciones y que los marcos de protección a las víctimas se fortalezcan”.
Templanza y solidez jurídica
No solo las mujeres víctimas y las asociaciones también han celebrado la designación de Teresa Peramato destacadas juristas, como Rosa Guiralt, fiscal del Tribunal Supremo (Sección Penal). Guiralt considera que es una elección “muy atinada”, porque “es una mujer con mucha templanza, muy lista y con una solidez jurídica importante“.
“Hay una cosa de ella que me gusta mucho, y es que es una fiscal muy humana. Cuando una tiene una perspectiva de humanidad dentro de lo que es el derecho, pone en valor situaciones que son muy importantes, por ejemplo, las víctimas. Ella es una mujer que siempre ha estado muy preocupada por ellas. Y no solamente por las víctimas de violencia, sino también de los menores que también sufren violencia y son agredidos sexualmente”.
En la misma línea, la magistrada y exdelegada del Gobierno contra la Violencia de Género, Victoria Rosell, cree que su elección es “una magnífica noticia, porque es una fiscal con una trayectoria intachable en la lucha por los derechos humanos y en especial los de las mujeres e infancia, con una especialización inapelable contra la violencia de género y defensora de las mujeres y sus hijas e hijos”.
Defendió la Ley del solo sí es sí y participó en la estrategia estatal contra las violencias machistas 2022-2025
“Todas las feministas de este país lo saben, la aprecian y confían en ella”. La magistrada recuerda que Peramato defendió la Ley del solo sí es sí “sin dejarse engañar por bulos ni por contadores, ni por discursos negacionistas”.
Rosell señala, además, que en la legislatura pasada, Peramato participó de forma directa en la estrategia estatal contra las violencias machistas 2022-2025, en la que el anterior equipo del Ministerio de Igualdad comenzaron a poner sobre la mesa conceptos como la violencia vicaria, económica e institucional”.
Si algo de lo que has leído te ha removido o sospechas que alguien de tu entorno puede estar en una relación de violencia puedes llamar al 016, el teléfono que atiende a las víctimas de todas las violencias machistas. Es gratuito, accesible para personas con discapacidad auditiva o de habla y atiende en 53 idiomas. No deja rastro en la factura, pero debes borrar la llamada del terminal telefónico. También puedes ponerte en contacto a través del correo o por WhatsApp en el número 600 000 016. No estás sola.


