Jennifer López hizo del Movistar Arena de Madrid y sus 15.000 personas toda una catarsis artística. En su gira Up All Night: Live in 2025, la estrella del Bronx no solo reafirmó su estatus como icono global del pop, sino que lo hizo con una puesta en escena arrolladora.
Este tour marca el regreso de JLo tras una pausa de seis años en giras internacionales y tras cancelar su anterior tour en 2024 por motivos personales. La cantante combina nostalgia y renovación con repertorio que incluye clásicos como Jenny From the Block, Dance Again o Waiting for Tonight, y temas recientes como Wreckage of You y Free. La gira une su legado pop con una narrativa más reciente de resiliencia: moda, ritmo, emoción y autenticidad.
Tras haber pasado por Pontevedra, Cádiz y Málaga, la cantante actuó el 13 de julio en Madrid. Su recorrido por España continúa mañana el día 15 en el Palau Sant Jordi de Barcelona, al que le sigue Bilbao (16 de julio) y finamente cierra en Tenerife el 18 de julio.
Un show teatral
El show comenzó con la artista manifestando: “Podemos tener la mejor noche de nuestras vidas”. Desde el primer acorde de On the Floor, la cantante de 55 años actuó con la misma energía de siempre. El show estuvo lleno de coreografías sincronizadas, cambios de vestuario y producción técnicamente cuidada hasta el último detalle.
Su equipo de moda usual, liderado por Rod Zangardi y Mariel Haenn, en colaboración con Zuhair Murad, firmó cada look como una pieza de Alta Costura: body metálico, botas altas, gorra de cristales, brillos y transparencias desafiantes… el vestuario fue una declaración audiovisual en sí misma.

Momentos clave del concierto
En un momento destacado, Jennifer interpretó Gracias a la vida, escrita por Mercedes Sosa e interpretada originalmente por Violeta Parra, acompañada por guitarra, cajón y palmas flamencas, vistiendo mantón de Manila y taconeando junto al cuerpo de baile.
También, interpretó Qué hiciste y Si una vez, reforzando su vínculo con la comunidad latina y española.
“La lengua española me pega con mi energía. Tengo que hacerlo más”, confesó emocionada en su saludo desde el escenario.
Durante la parte más pausada del show, en solitario sobre el piano, resonó por primera vez Wreckage of You, su balada autobiográfica recién estrenada. JLo explicó: “El pasado verano fue duro para mí y para mis hijos”, haciendo una clara referencia a su reciente divorcio con Ben Affleck y cuya historia ya conocían sus seguidores por el disco-película del fallido tour “This is me… Live”.
El tema funciona como catarsis: letra emotiva, melodía suave y voz translúcida, mostrando vulnerabilidad como forma de fortaleza.

Polémicas: entradas, ausencias notables y un cierre sin bis
Aunque el repertorio fue extenso, algunos clásicos esperados —Let’s Get Loud o El Anillo— no sonaron en Madrid. Algunos fans también especulan que Up All Night no se interpretó en directo, sino que sonó en playback mientras JLo bajaba a saludar a fans de primera fila. La ausencia de bis generó frustración entre quienes esperaban esos himnos finales.
La demanda de su público superó las expectativas: en Bilbao se agotaron las entradas de grada, lo que llevó a ampliar aforo y ofertar más localidades desde 130 euros hasta 250 euros según ubicación.
Sin embargo, las quejas por los precios siguen resonando. Los pases VIP para conocer a la artista, sin acceso al concierto, alcanzaban los 1. 210 euros. Por otro lado, los boletos más económicos para el show rondaban los 65 euros en ciudades como Madrid, Cádiz o Pontevedra.