El nombre de Juan del Val lleva días ocupando titulares, tertulias y redes sociales. Desde que se anunció que el escritor y colaborador televisivo había ganado el Premio Planeta 2025 con su novela Vera, una historia de amor, la polémica no ha dejado de crecer. Lo que debía ser una celebración literaria se ha convertido en uno de los debates más encendidos del panorama cultural español. Y el autor, lejos de esquivar la controversia, ha decidido afrontarla de frente.
“Los ‘haters’ me dan igual. De hecho, me reconfortan”, ha asegurado Juan del Val, en una de las frases que más titulares ha generado en los últimos días.
La tormenta mediática tras el Premio Planeta
La elección de Juan del Val como ganador del Premio Planeta ha provocado una ola de críticas en el mundo literario y en la opinión pública. Muchos usuarios en redes sociales, escritores y periodistas han puesto en duda la independencia del jurado y la transparencia del proceso. El motivo: la estrecha vinculación del autor con el grupo mediático que promueve el galardón y su constante presencia en televisión, especialmente en programas como El Hormiguero, donde comparte pantalla con su mujer, la presentadora Nuria Roca.
La crítica más repetida sostiene que la concesión del premio responde más a una estrategia comercial que a una decisión puramente literaria. Es decir, que Juan del Val habría sido escogido por su notoriedad mediática y su capacidad para generar ventas, más que por la calidad de la novela. No es una acusación nueva. A fin de cuentas, el Planeta lleva años arrastrando esa doble identidad entre reconocimiento literario y fenómeno de marketing. Pero la figura del escritor madrileño ha servido para reavivar el fuego y polarizar aún más las opiniones.

A todo esto se suma el discurso que el autor pronunció al recoger el galardón, en el que lanzó una frase que muchos interpretaron como un desafío a la crítica más académica: “Se escribe para la gente, no para una supuesta élite intelectual”. Con esa declaración, Juan del Val quiso defender la literatura popular. Pero terminó alimentando un debate que va mucho más allá de su propio libro. ¿Es menos valiosa una novela por ser leída por millones de personas?
“No se puede criticar una novela que aún no ha salido”
Lejos de mantenerse en silencio, Juan del Val ha salido al paso de la polémica con su estilo habitual: directo, vehemente y sin filtros. En una entrevista concedida a La Roca, el autor defendió su legitimidad con firmeza. “No se puede criticar una novela que aún no ha salido”, dijo, en referencia a las opiniones que descalifican Vera, una historia de amor sin haberla leído.
El escritor asegura que entiende las críticas, pero no las comparte. Según él, el problema no es el premio ni su persona, sino la tendencia a despreciar todo lo que conecta con el público masivo. “Es muy de España que una supuesta élite intelectual descalifique las novelas que se venden”, declaró en otra entrevista.

Para Juan del Val, escribir para muchos lectores no es un defecto, sino una virtud. “Yo no pretendo escribir para minorías, sino para quienes disfrutan leyendo historias que les toquen el corazón o les hagan pensar. La literatura también puede ser popular sin dejar de ser buena”.
Sus palabras no han apaciguado los ánimos. Al contrario, han dividido aún más a la opinión pública. Hay quienes celebran su defensa de una literatura cercana y sin complejos. Pero otros le acusan de victimismo y de provocar deliberadamente a los críticos más exigentes.
La otra cara del éxito
En medio de este torbellino mediático, Juan del Val ha mostrado una serenidad casi provocadora. “Los ‘haters’ me reconfortan”, ha afirmado en tono desafiante, asegurando que el rechazo o las burlas en redes sociales no le afectan. “Estoy acostumbrado a ser un tipo incómodo. Mis formas son vehementes, pero son las mías”, añadió, reconociendo que su personalidad suele polarizar al público.
Su respuesta, sin embargo, no ha convencido a todos. Algunos escritores han señalado que la crítica hacia él no tiene tanto que ver con su carácter o su fama, sino con el sistema en el que se mueve. Otros, en cambio, defienden al ganador. Recuerdan que Juan del Val tiene una trayectoria sólida en el mundo editorial: antes de Vera, publicó títulos como Candela o Delparaíso, y en 2019 ganó el Premio Primavera de Novela.
Entre la fama y la literatura
El caso de Juan del Val reabre una vieja herida en el panorama cultural español: la dificultad para aceptar que la literatura comercial también puede tener valor artístico. El eterno enfrentamiento entre “la literatura para las masas” y “la literatura para la élite” ha marcado debates desde hace décadas, y su figura encarna ese choque con claridad. Su victoria en el Premio Planeta no es solo un reconocimiento a un autor, sino un símbolo de cómo el mercado, los medios y la creación literaria conviven —a veces a la fuerza— en el mismo escenario.

A fin de cuentas, Del Val parece disfrutar tanto del éxito como del ruido que lo acompaña. “No busco agradar. Busco escribir lo que me apetece”, dijo hace unos días. Quizás esa sea la clave de su permanencia: un escritor que no pide perdón por vender, que no pretende ser adorado por todos y que se siente cómodo, incluso, bajo el fuego cruzado de las críticas.
El tiempo dirá si Vera, una historia de amor resiste la prueba de los lectores y se consolida como una obra merecedora del Premio Planeta más allá de la polémica. Pero, de momento, Juan del Val ha logrado algo innegable: que todo el mundo hable de él. Y en el panorama editorial actual, eso también es poder.
