A partir de 2026, miles de trabajadores verán reflejado un alivio fiscal en su declaración de la renta gracias a una nueva deducción en la nómina aprobada por el Gobierno. La medida quedó recogida en la Boletín Oficial del Estado, que publicó la Ley 5/2025, y tiene como objetivo evitar que quienes cobran los salarios más bajos paguen IRPF tras las sucesivas subidas del Salario Mínimo Interprofesional.
Aunque la norma entró en vigor en julio de 2025, la deducción en la nómina tendrá efectos retroactivos desde el 1 de enero de ese mismo año. Esto significa que su impacto real se notará en la declaración de la renta correspondiente a 2025, que los contribuyentes presentarán en la primavera de 2026.
¿A quién va dirigida la deducción en la nómina?
La ley establece con claridad quiénes podrán beneficiarse de esta deducción en la nómina. El primer requisito es que los rendimientos íntegros del trabajo no superen los 18.276 euros anuales. Un umbral que coincide con el salario mínimo anual.
El segundo, que el resto de rentas distintas del salario —como alquileres o rendimientos financieros— no excedan de 6.500 euros al año.
Con estas condiciones, la deducción en la nómina se orienta de forma directa a los trabajadores con ingresos más bajos, evitando que el efecto de la subida salarial se traduzca en una mayor carga fiscal.
Cuánto se puede desgravar: el importe máximo
La deducción en la nómina no es una cantidad fija para todos los beneficiarios. La norma fija una deducción máxima de 340 euros para quienes tengan ingresos iguales o inferiores a 16.576 euros anuales. A partir de ahí, el importe se va reduciendo de forma progresiva.
En concreto, entre los 16.576 y los 18.276 euros, la deducción disminuye restando 0,2 euros por cada euro que se supere ese primer umbral. Una vez rebasados los 18.276 euros, la deducción en la nómina desaparece por completo.
Límites y advertencias de la norma
La propia ley introduce límites claros. La deducción en la nómina no podrá superar nunca la parte proporcional de la cuota íntegra estatal y autonómica del IRPF. Ni tampoco ser mayor que los impuestos que correspondan pagar exclusivamente por los rendimientos del trabajo.
Este detalle es clave para entender que no se trata de una devolución automática de dinero, sino de un ajuste fiscal que reduce la carga impositiva hasta donde lo permitan las cuotas del impuesto.
Una de las ventajas de esta medida es su aplicación automática. La deducción en la nómina aparecerá incorporada directamente en el borrador de la declaración de la renta de 2025, que se presentará en 2026. No será necesario realizar ningún trámite adicional para solicitarla.
Eso sí, la Agencia Tributaria recuerda que siempre es recomendable revisar el borrador antes de confirmarlo, para comprobar que la deducción en la nómina y el resto de beneficios fiscales se han aplicado correctamente.
El objetivo del Gobierno con esta medida
Desde el Gobierno de España explican que la finalidad de la deducción en la nómina es clara: garantizar que ningún trabajador a tiempo completo que cobre el salario mínimo tenga que pagar IRPF como consecuencia directa de las subidas salariales.