El Consejo de Ministros aprobó en su última reunión del año la revalorización de las pensiones y así como otras prestaciones, como el Ingreso Mínimo Vital (IMV). De esta forma, se formaliza la subida de las pensiones contributivas y de clases pasivas en un 2,7% para 2026, tal y como se avanzó tras la publicación del IPC de noviembre.
Sin embargo, faltaba por conocer la revalorización de las pensiones mínimas y no contributivas, que tienen un marcado carácter femenino. De esta forma, las mínimas subirán más de un 7%, según anunció la ministra de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones y nueva portavoz del Gobierno, Elma Saiz.
No obstante, las pensiones con cónyuge a cargo y de viudedad con cargas familiares aumentarán un 11,4% el próximo año, igual que las pensiones no contributivas y el Ingreso Mínimo Vital (IMV), que también se revalorizarán un 11,4%, como precisó Saiz en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros. En 2024, el 63,52% de las personas que recibieron las pensiones no contributivas fueron mujeres.
Real Decreto-ley
Estos incrementos estarán recogidos en un Real Decreto-ley mucho más amplio, aprobado en el último Consejo de Ministros del año 2025, para el mantenimiento del llamado ‘escudo social’. “El Gobierno cumple con un compromiso que es inquebrantable, el de ofrecer la certeza a los más de 9,4 millones de pensionistas de nuestro país de que si los precios suben, sus pensiones también lo van a hacer”, destacó Saiz
Impacto de género
El impacto de esta revalorización es especialmente relevante desde una perspectiva de género. Las mujeres concentran la mayoría de las pensiones no contributivas. Esta pensión es la que pueden solicitar personas mayores de 65 años que no han cotizado nunca a la Seguridad Social. También pueden beneficiarse si no han llegado al mínimo de años legalmente exigidos. En el caso de la jubilación no contributiva, las mujeres (203.247, en 2024) representan el 71,97% del total.
En las pensiones de invalidez, su peso alcanza el 49,59% (apenas 85.000 mujeres en 2024). Para percibir estas pensiones no contributivas, el umbral de renta o ingresos en 2025 está establecido en 7.905,80 euros anuales por persona. Si convive con familiares, únicamente se cumple el requisito cuando la suma de las rentas o ingresos anuales de todos los miembros de su unidad económica de convivencia de primer grado es inferior a 33.599,65 euros si hay dos convivientes.
Reforma de las pensiones
Esta revalorización es el resultado de la reforma de las pensiones aprobada por el Gobierno bajo el mandato de José Luis Escrivá como ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, que prevé mejoras específicas en estas prestaciones. Una vez aplicada la revalorización conforme al IPC, las pensiones no contributivas se incrementarán de forma adicional para reducir en un 20% la brecha existente hasta alcanzar el 75% del umbral de riesgo de pobreza.
Este umbral se calcula a partir de la Encuesta de Condiciones de Vida del Instituto Nacional de Estadística (INE) para un hogar unipersonal. La convergencia con ese nivel está prevista para 2027. El Ingreso Mínimo Vital (IMV) se incrementará de la misma manera, ya que su cuantía está referenciada a la de las pensiones no contributivas.


