David Walliams saltó a la fama en el año 2003 gracias a la conocida serie de televisión inglesa, Little Britain creada junto al también actor y humorista Matt Lucas. El programa suponía una crítica feroz, irreverente y políticamente incorrecta de la Inglaterra más provincial y marginada. Este estilo ya era una presentación perfecta de lo que sería toda la carrera de Walliams cuando se pasó al negocio por el que se haría realmente conocido: la literatura infantil. Cuentos como La abuela gángster, El monstruo supercabezón o Los peores profes del mundo están llenos de un gamberrismo escatológico, inundado de pedos, vomitonas o eructos, para satisfacción de los lectores más jóvenes y traviesos.
En muchas ocasiones se le ha señalado como un escritor burdo y simple, pero lo que no puede negarse es el gran éxito de estas historias. El autor forma parte, junto a nombres de la talla de J. K. Rowling o Dan Brown, del selecto grupo de narradores que han logrado superar las 100 millones de libras esterlinas (aproximadamente 120 millones de euros) con la venta de sus historias.
Sin embargo, esta historia puede llegar ahora a su fin. La editorial HarperCollins ha decidido romper todos sus contratos con el autor tras haber sido acusado de tener un “comportamiento inadecuado” con varias jóvenes trabajadoras de la editorial. Eso sí, el sello no ha querido determinar las razones exactas de esta decisión, ni si está relacionada con las denuncias recogidas por el diario inglés The Telegraph, el cual se ha atribuido la exclusiva de la investigación del caso.

Según el periódico, HarperCollins puso en marcha una investigación interna, que duró casi un año, después de recibir una queja en 2023 de una joven trabajadora. No fue la única. Aunque el número exacto no ha trascendido, The Telegraph sí que descubrió que al menos una de las mujeres que planteó quejas ante la dirección de la editorial, acabó alcanzando un acuerdo y abandonó la empresa con una alta indemnización. Además, las fuentes aseguran que la editorial tuvo que tomar medidas preventivas obligatorias para cerciorarse de que se mantenía la seguridad de las empleadas. Así, comprobaron que las trabajadoras no tuvieran relación directa con Walliams y que fuesen siempre acompañadas de alguien cuando tuvieran reuniones de trabajo con el autor. En el algunos casos, incluso se prohibió que acudieran a su domicilio particular.
La negativa de Walliams y otros escándalos
La respuesta de Walliams no se ha hecho esperar, pero ha llegado a través de un portavoz del autor. Este ha asegurado que “nunca había sido informado de acusación alguna contra él”; que “no había sido consultado formalmente en investigación alguna ni se la había dado la oportunidad de contestar” y que el autor “había decidido buscar asesoramiento legal”.

Por otro lado, no ha sido la única vez que el escritor se ve envuelto en la polémica. El actor y escritor ha tenido varios encontronazos con la televisión inglesa. Cuando participaba como juez en el programa Britain’s got talent, se filtraron unos vídeos en los que insultaba a algunos participantes. Walliams admitió los insultos, pero demandó a la productora por la filtración, por la cual fue indemnizado.
Este mismo año, trabajando en el concurso Would I lie to you de la BBC, salió a la luz una grabación en la que Walliams realizaba hasta dos veces el saludo nazi. El inglés iba a aparecer también en la edición especial del programa en el festivo del “Boxing Day”, celebrado el 26 de diciembre, ante lo cual la cadena inglesa ha decidido no modificar la programación, pero no contar con él en el futuro.
Sus personajes y tramas políticamente incorrectas en su serie de televisión y sus numerosos episodios polémicos han pasado al imaginario colectivo en Inglaterra, pero ahora está por ver como evoluciona la carrera del escritor ante estas acusaciones.


