GRAND PRIX

Lalachus estalla ante las críticas: “Hay que normalizar para que la gente no esconda sus cuerpos”

En una rueda de prensa por el estreno de la nueva temporada de Grand Prix, Lalachus estalla ante las duras críticas por su físico

Lalachus estalla ante las continuas críticas
Lalachus estalla ante las continuas críticas
RTVE

La incorporación de Lalachus, cuyo nombre real es Laura Yustres, como copresentadora en Grand Prix junto a Ramón García y Ángela Fernández, ha creado una conversación necesaria sobre la diversidad corporal y el escrutinio público en los medios. Una conversación positiva por un lado, pero con mucha intención nociva por otro. En unas recientes declaraciones, Lalachus estalla contra los comentarios en redes hacia su físico.

Lalachus estalla y señala a los comentarios sobre su físico en redes sociales

Lalachus se ha hecho conocida por su espontaneidad, su presencia en redes sociales y por formatos televisivos como La Revuelta. Ahora, como copresentadora del Grand Prix del verano, se expone a una visibilidad sin precedentes. Este nuevo capítulo en su carrera ha venido acompañado de una ola de comentarios y críticas dirigidas a su físico, un fenómeno que la propia cómica ha abordado con una franqueza admirable.

En sus declaraciones, ella ha enfatizado que su presencia en el programa responde a su talento y profesionalidad, no a una supuesta “cuota” o a la intención de abanderar movimientos específicos. “Simplemente, soy una gorda haciendo televisión. No abandero nada”, dijo contundentemente ante los medios hace poco. La presentadora busca normalizar la presencia de cuerpos diversos en pantalla, sin la necesidad de hablar de justificaciones o simbolismos forzados.

Estas críticas han alcanzado a sus seres queridos. La comediante cuenta: “Lo he pasado peor por mis padres que por lo que pudieran decirme a mí. Mi padre está en las redes y es duro que le digan barbaridades a su hija”. Evidencia una impotencia difícil de sobrellevar de aquellos familiares que, día tras día, ven cómo le degradan cada día.

“Yo no abandero nada, simplemente estoy gorda y hago cosas, como lo hace el resto.”

La controversia, que se extiende más allá del Grand Prix o La Revuelta, tiene que ver con un problema recurrente en la industria del entretenimiento: la presión estética y la falta de aceptación de la diversidad corporal. Los ataques hacia Lalachus por su peso reflejan una tendencia preocupante, en la que el valor y la capacidad de un profesional son injustamente supeditados a su apariencia física. Esta situación no solo afecta a figuras públicas como ella, pues también tiene un impacto en la percepción que la audiencia joven tiene sobre sí misma y sobre los estándares de belleza impuestos.

Ver que Lalachus estalla, sin victimizarse, es un llamado a la reflexión sobre la tolerancia hacia ciertos comentarios llenos de toxicidad. Igualmente, hace un llamado para establecer límites en el discurso público. Su experiencia personal, que incluye haber sido objeto de críticas incluso por un polémico gesto en las Campanadas de Fin de Año, ha fortalecido su convicción.

Cree que es fundamental que los espectadores vean una gama más amplia de realidades corporales. “Solo hago un trabajo y estoy aquí. Hay que normalizar para que la gente no esconda sus cuerpos“, dice con firmeza, promoviendo un mensaje de autoaceptación y visibilidad sin estigmas.

Afortunadamente, la joven cuenta con el apoyo de RTVE y de sus compañeros de profesión. En este contexto, el papel de Ramón García, conductor histórico del Grand Prix, ha sido crucial. Su respaldo incondicional a Lalachus y su firme condena a las críticas “asquerosas” que recibe demuestran un compromiso contra la gordofobia y en apoyo a su compañera de programa.

 

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