La causa de la muerte de Ace Frehley, legendario guitarrista de Kiss, ha sacudido al mundo del rock. Según las primeras informaciones confirmadas por su familia y medios estadounidenses, el músico falleció a los 74 años tras las complicaciones derivadas de una caída sufrida en su estudio, que le provocó una hemorragia cerebral. Frehley fue hospitalizado y permaneció varios días conectado a soporte vital, hasta que sus seres queridos tomaron la difícil decisión de desconectarlo.
Su partida deja un vacío inmenso en la historia del rock. No solo por su papel como cofundador de Kiss, sino también por su influencia en generaciones enteras de guitarristas que crecieron soñando con ese sonido afilado, eléctrico y rebelde que definió a una era.
La causa de la muerte de Ace Frehley: una caída trágica
Aunque todavía se esperan los informes médicos definitivos, todo apunta a que la causa de la muerte de Ace Frehley fue un traumatismo craneal severo. Según fuentes cercanas, el músico sufrió una caída en su domicilio de Nueva York hace unas semanas. Fue trasladado de urgencia al hospital, donde los médicos detectaron una hemorragia cerebral interna.
Durante varios días, su entorno mantuvo la esperanza de una recuperación. Pero la situación empeoró progresivamente. Finalmente, el 16 de octubre de 2025, Ace Frehley falleció rodeado de su familia. Su hija, Monique Frehley, publicó un breve comunicado en redes sociales: “Papá, siempre serás mi héroe y el de millones. Gracias por la música, por la risa y por el amor que diste al mundo”.
La noticia conmocionó tanto a los fans como a sus antiguos compañeros de Kiss. Paul Stanley y Gene Simmons, pese a las diferencias que mantuvieron durante años, le dedicaron emotivas palabras. Stanley lo definió como “el alma eléctrica del grupo”, mientras que Simmons escribió: “Sin Ace, Kiss nunca habría volado tan alto”.
Un guitarrista que cambió el sonido del rock
Más allá de la causa de la muerte de Ace Frehley, lo que queda es su legado. Nacido en Nueva York en 1951, Paul Daniel “Ace” Frehley se unió a Kiss en 1973. Desde el primer momento, su estilo salvaje y su imagen de “Spaceman” transformaron la identidad visual y sonora de la banda.
Era un guitarrista intuitivo, más emocional que técnico, con una forma de tocar que parecía dialogar con la electricidad misma. Su riff en “Shock Me” o los solos de “Cold Gin” y “Parasite” marcaron una época. No solo fue una figura esencial del hard rock, sino también un pionero en el uso de efectos visuales en directo. Fue el primero en hacer salir humo de su guitarra durante los conciertos, un gesto que se volvió icónico.
En 1978, mientras Kiss atravesaba tensiones internas, Frehley sorprendió al mundo con su álbum en solitario, simplemente titulado Ace Frehley. Contra todo pronóstico, fue el más vendido de los cuatro discos individuales lanzados por los miembros de la banda aquel año. Su versión de “New York Groove” se convirtió en un clásico que aún hoy sigue sonando en emisoras de rock de todo el mundo.
Los años difíciles y el regreso del “Spaceman”
Sin embargo, la vida de Ace Frehley no estuvo exenta de turbulencias. Las drogas, el alcohol y los conflictos internos marcaron buena parte de su carrera. En 1982, abandonó Kiss tras el lanzamiento de Creatures of the Night. A lo largo de la década siguiente, luchó con sus adicciones y se mantuvo alejado del foco mediático, aunque continuó componiendo y actuando en solitario.
El reencuentro llegó en 1996, cuando Kiss anunció su reunión original con el maquillaje clásico. La gira fue un fenómeno mundial, y Frehley volvió a subirse al escenario con la energía de los viejos tiempos. Sin embargo, su regreso duró poco: en 2002 dejó definitivamente el grupo, centrado en su salud y en su carrera personal.
Durante las dos décadas siguientes, Frehley siguió lanzando discos en solitario, entre ellos Anomaly (2009), Space Invader (2014) y Spaceman (2018), donde demostró que su creatividad seguía intacta. Su estilo se mantuvo fiel a las raíces del rock clásico, con riffs crudos y letras impregnadas de ironía y vitalidad.