Masomah Ali Zada Oly será la jefa de misión del equipo olímpico de refugiados para los próximos Juegos de París. La ciclista afgana tuvo que emigrar a Irán por la ocupación talibán en su país, allí pasó sus primeros años, donde descubrió el ciclismo.
A su regreso a Kabul vivió en propias carnes como la práctica de su deporte no estaba bien aceptada. “Veía que las niñas no podían jugar fuera de casa. Los talibanes tenían una influencia muy grande sobre la sociedad, así que no se veía con buenos ojos que las mujeres anduviesen en bicicleta”. Un episodio de violencia terminó de confirmarlo. “Un día, yo iba en bicicleta detrás de mis amigos. Un hombre se asomó por la ventanilla de su coche y me golpeó en la espalda. Vi odio en sus ojos. Me sentí triste, enfadada y desconsolada. Durante las semanas y los meses siguientes, empecé a tener más y más miedo de que me volviesen a agredir”.
En 2016, su familia y ella pidieron asilo en Francia, y a partir de ese momento su carrera deportiva pudo empezar a despegar, sin embargo, su camino no ha sido fácil, porque a pesar de haber llegado a la gran cima que suponen uno Juegos Olímpicos.
Ese podría haber sido la el inicio de una historia con final feliz, pero la presión y su autoexigencia no le permitieron disfrutar de la experiencia. “Sentía muchísima presión y lloré un montón. Tuve un ataque de pánico por todo el estrés que me causó la atención mediática. Todo esto afectó mucho a mi salud mental. Hasta tal punto que, cuando finalizaron los Juegos, estaba segura de que iba a dejar de hacer ciclismo. Había perdido la pasión por entrenar y competir. Ya no quería seguir”.
Pero para Masomah Ali Zada Oly en París, todo será distinto. Su nuevo rol, el de jefa misión del equipo olímpico de refugiados, le ha reconciliado con el deporte y con el olimpismo.
Una vez que los atletas refugiados fueron presentados al mundo para el próximo 26 de julio, fue entrevistada por el COI. “Los deportes olímpicos y el Movimiento Olímpico nos han unido. Yo crecí en un país del que me vi obligada a emigrar a causa de la guerra. Tuve que mudarme a nuevos países con culturas diferentes, y he crecido en medio de la discriminación y la desigualdad. Como refugiados, nos hemos visto obligados a emigrar a otros países y comenzar una nueva vida desde cero”.
“No es sólo un equipo, es un auténtico símbolo de paz y esperanza”
Masomah, que pasó a formar parte de la Comisión de Atletas del COI en julio de 2022, está actualmente estudiando Ingeniería Civil en la Universidad de Lille. Para ella, es muy importante concienciar de lo que significa ser refugiado, y más aún cuando se trata de las mujeres.
“En mi país natal, las mujeres han perdido sus derechos humanos fundamentales. Yo comencé a practicar ciclismo en un lugar en el que hacerlo no era para nada normal. De hecho, se podría incluso decir que estaba prohibido. Sin embargo, mi participación en los Juegos ha sido la prueba de que todo el mundo puede practicar deporte. Es un símbolo de igualdad y libertad. Personalmente, creo que he roto ese tabú. He demostrado que el ciclismo es un deporte que también pueden practicar las mujeres”. Para ella, no significa sólo deporte. “No es solo un equipo, es un auténtico símbolo de paz y esperanza. Hemos demostrado que todos podemos vivir en armonía si aceptamos nuestras diferencias».
Equipo Olímpico de Refugiados
El equipo olímpico de refugiados del Comité Olímpico Internacional representará a más de cien millones de personas desplazada por todo el mundo. En los próximos Juegos Olímpicos de París, 36 atletas olímpicos de 11 países de origen distintos, competirán en doce deportes diferentes que ya han sido oficialmente presentados, y acogidos por 15 Comités Olímpicos Nacionales. Este número ha crecido respecto a los anteriores Juegos y es que en Tokio 2020 fueron 29 atletas.
El presidente del COI Thomas Bach declaró en su presentación, “os recibimos a todos con los brazos abiertos. Sois un enriquecimiento para nuestra Comunidad Olímpica y para nuestras sociedades”. “Con vuestra participación en los Juegos Olímpicos, demostraréis el potencial humano de resistencia y excelencia. Esto enviará un mensaje de esperanza a los más de 100 millones de desplazados en todo el mundo”, añadió.
Los deportes en los que competirán serán natación, atletismo, bádminton, boxeo, breaking, piragüismo (eslalon y esprint), ciclismo (en ruta), judo, tiro, taekwondo, halterofilia y lucha (estilo libre y grecorromana).