UWCL

El tridente que moldeó el ADN de la UEFA Women’s Champions League

Cómo Louisa Nécib, Ada Hegerberg y Dzsenfer Marózsan contribuyeron al estilo y exigencia de la competición

Equipo Olympique de Lyon
Equipo el Olympique de Lyon
Dzsenifer Marozsán iNSTAGRAM

La historia reciente de la UEFA Women’s Champions League no puede entenderse sin tres futbolistas que marcaron una era: Louisa Nécib, Ada Hegerberg y Dzsenifer Marozsán.

Sus estilos distintos, pero complementarios, ayudaron a moldear el ADN moderno de la competición, aportando técnica, eficacia e inteligencia táctica al Olympique de Lyon, el equipo que transformó el rumbo del fútbol femenino europeo.

Desde su creación en 2001, cuando aún se llamaba Copa de la UEFA Femenina, la Champions ha crecido en formato, participación y visibilidad.

Tras un dominio inicial de los clubes alemanes, como el Turbine Potsdam y el FFC Frankfurt, la temporada 2010-2011 marcó un giro definitivo cuado el Olympique de Lyon comenzó a imponer un estilo más técnico y estructurado, abriendo una etapa en la que estas tres futbolistas serían protagonistas.

Louisa Nécib: la estética que legitimó el fútbol femenino europeo

La marsellesa Louisa Nécib (38), y retirada en 2016, fue la primera gran referencia técnica del Lyon.

La futbolista ficho por el club en 2007 y se convirtió en una de las figuras mas influyentes, aportando elegancia, creatividad y control entre líneas a un equipo que empezaba a dominar Francia y Europa.

Durante su trayectoria en Champions, disputo un total de 66 partidos 29 aciertos en la portería rival, una cifra bastante elevada para una mediocampista.

Entre 2010 y 2013 vivió su mejor etapa en Champions, conquistando los títulos de 2011 y 2012 y consolidándose como “la Zidane del fútbol femenino”,  un apodo ganado por su técnica depurada y su manera de manejar el balón.

Louisa en los JJOO París 2024
Louisa en los JJOO París 2024
Louisa Instagram

Con el Olympique de Lyon, ademas de ganar dos Champions, también gano numerosos títulos nacionales, lo cual la llevo a convertirse en un referente importante, dejando la sensación de que con ella había llegado para quedarse, la certeza de que la técnica no era un adorno, sino un valor estructural del juego europeo.

Ada Hegerberg: la delantera que elevó la exigencia

Si Nécib ofreció la estética, la noruega Ada Hegerberg (30), sigue en activo y ha sido quien convirtió la UWCL en un territorio donde la eficacia es innegociable. Con 68 dianas en 78 partidos y catorce asistencias, es la máxima goleadora histórica del torneo.

En 2019 superó el récord de Anja Mittag y firmó una de las actuaciones más recordadas de la competición, un hat-trick en la primera parte de la final de Budapest ante el Barcelona, que dejó el encuentro sentenciado antes del descanso.

Su ética de trabajo se basa en entrenamientos individuales, lo que refleja su obsesión por la repetición y la automejora.

La noruega fue la primera futbolista en ganar el Balón de Oro (2018) y protagonizó un gesto histórico al renunciar a la selección noruega durante cinco años como protesta por la desigualdad en el trato entre equipos masculinos y femeninos. 

Hegerberg elevó el estándar competitivo para todas las delanteras del continente.

Dzsenifer Marozsán: la inteligencia que ordenó una era

Dzsenifer Marozsán (33), la centrocampista completa el triángulo que definió la identidad del Lyon en Europa. En sus 56 partidos con el club francés firmó nueve tantos y 16 asistencias, pero su verdadera influencia radica en el control del ritmo y en la precisión con la que guía cada salida de balón.

Su papel quedó retratado en la final de la Champions 2017 ante el PSG, un encuentro que terminó (0-0) antes de la tanda de penaltis, pero que pasó por sus botas durante 120 minutos.

Dzsenifer Marozsán
Dzsenifer Marozsán
Dzsenifer Marozsán Instagram

Durante esos minutos, la alemana regalo cambios de orientación, pausas a tiempo y líneas de pase que mantuvieron al Lyon en equilibrio en un duelo bloqueado.

La alemana, sin dianas ni acciones vistosas, sostuvo al equipo desde esa inteligencia silenciosa que distingue a las grandes centrocampistas.

Ademas en el año 2021 vivió un breve paréntesis con su cesión al Seattle Reing F, antes de regresar para recuperar su rol habitual.

Campeona olímpica en 2016 y reconocida como una de las mejores centrocampistas del mundo, Marozsán aportó al ADN de la UWCL la certeza fundamental de que un equipo puede dominar Europa no solo desde el gol, sino desde la comprensión total del juego.

Un legado que prevalece 

Aunque sus etapas en el Lyon se enlazaron como un relevo natural, ya que Nécib cerró en 2016 la era que había inaugurado en 2007. Por su parte, Hegerberg ya era la referencia goleadora desde 2014, y Marozsán llegó ese mismo año para completar el salto táctico del equipo.

Entre una y otra, construyeron una continuidad que impulsó al Lyon hacia su dominio histórico.

Tres futbolistas, tres momentos y un legado común: haber definido, desde el juego, la identidad moderna de la UEFA Women’s Champions League.






 

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