Selección Española

Kaiserlautern, primer asalto de la final de la Nations

La Selección se mide este viernes a Alemania en el primer encuentro por la final. "Ya sabéis la ambición de esta Selección" recuerda Olga Carmona

Las jugadoras de la selección española celebran el primer gol del combinado español durante el encuentro correspondiente a las semifinales de la Liga de Naciones que disputan hoy viernes España y Suecia en el estadio de La Rosaleda, en Málaga.
EFE/Daniel Pérez.

Una nueva final en el horizonte para la Selección Española. A la Roja le separan dos partidos de la posibilidad de revalidar el título de la Nations League que cosechó el 28 de febrero del pasado 2024. En esta ocasión uno de los rivales con peor balance para España es quien tratará de impedirlo.

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El combinado alemán recibe en el Fritz-Walter Stadion a las de Sonia Bermúdez que aerrizaron en tierras germanas la tarde del jueves. Un estadio con aroma mundialista, que acogió partidos de la Copa del Mundo de 2006, y con capacidad para 46.000 personas.

Las de Sonia Bermúdez tratarán de asaltar un feudo que jamás han conquistado. La Roja no ha ganado nunca a Alemania en su casa, una estadística que tratarán de revertir en este encuentro de ida. “Es un rival que nos va a exigir mucho, domina el juego de posición, intentaremos tener el balón mucho y guardarlo”, confesaba la seleccionadora en la última atención a medios desde el hotel de concentración.

Eso sí, el último precedente es muy halagüeño para las nuestras.

En la semifinal, ambos equipos sufrieron de lo lindo. Con el empate a cero, el billete por la final se decidía en una prórroga que decidió Aitana Bonmatí con un gol magistral. Fue uno de los partidos más difíciles por clasificarte para una final, donde te jugabas todo, fue muy difícil y nos costó mucho meter ese gol”, mantenía Olga Carmona recordando el encuentro de julio.

Las alemanas, claro, con el recuerdo aún reciente tienen ganas de revancha. “Queremos demostrar que somos capaces de derrotar a España. Aquel partido que perdimos ante ellas todavía duele“, confesaba Rebecca Knaak desde la concentración de las teutonas.

La Selección alemana es una de las más laureadas de Europa, ocho veces campeona de Europa, dos del mundo. Sobre el papel, infalible, aunque su último gran título fue hace nueve años, cuando se subieron al escalón más alto del podio para lucir su oro en los Juegos Olímpicos de Río 2016.

Revalidar el título

De conseguir una nueva Nations League, España alzaría su tercer título internacional en apenas dos años. A ese palmarés hay que sumarle una clasificación histórica para los Juegos Olímpicos (con diploma olímpico cosechado en París) y una final ante Inglaterra en la Euro de Suiza después de haber sido favoritas, invictas y las máximas goleadoras del torneo continental.

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La última final les midió ante Francia, en un partido vibrante que resolvieron los goles de Aitana Bonmatí y Mariona Caldentey asistidas por Salma Paralluelo y Athenea del Castillo respectivamente. La portería de Cata se mantuvo a cero en una nueva final soñada tras conquistar la Copa del Mundo en Sídney.

La centinela de la Selección ha confesado por activa y por pasiva que el formato a doble partido no es de su agrado. “Me adapto  a lo que hay, por mucho que me gustase que fuese de otra manera, no lo puedo cambiar“, pero también que irá a por la victoria “no vamos a especular”, sostenía de una selección a la que no quería darle pistas respecto a esbozar un once.

La que no parece que llegará es la nueva incorporación procedente de la Real Sociedad, Edna Imade, que en el último entreno en Las Rozas no se ejercitó con el grupo.

Para la Sonia Bermúdez esta final, que espera un partido duro, “se va a decidir por pequeños detalles“.

Carmona, que apelaba a lo emocional recordaba “ya sabéis la ambición de esta Selecciónn”, y la ventaja de jugar ante nuestra afición en el segundo partido, recordando la “importancia de que la vuelta sea en casa y que queremos, si Dios quiere, levantar la copa allí”.

Una nueva oportunidad espera. Todo pasa, de momento, por hacer un buen partido en Kaiserlautern.