La fractura de peroné que Aitana Bonmatí sufrió durante un entrenamiento con la selección española desató una inmediata ola de reacciones en el mundo del fútbol. Horas después de ser operada, la centrocampista compartió una fotografía desde el hospital y, en cuestión de minutos, su publicación se inundó de mensajes de apoyo llegados desde todos los rincones del panorama internacional. Pero entre el aluvión de gestos de cariño, emergió un detalle que no pasó inadvertido: la ausencia de palabras públicas de ánimo por parte de algunas de sus compañeras más cercanas en el vestuario del FC Barcelona. En un entorno tan escrutado como el del fútbol femenino de élite, el silencio de varias figuras destacadas no tardó en convertirse en tema de conversación y en alimentar el debate sobre la cohesión interna del grupo.
Solidaridad internacional con Aitana
La reacción internacional no se hizo esperar. Apenas unos minutos después de que Aitana compartiera su mensaje desde el hospital, el fútbol europeo volcó su apoyo sobre la jugadora. Futbolistas de talla mundial como Sakina Karchaoui, Ewa Pajor, Keira Walsh o Leila Ouahabi se apresuraron a enviarle palabras de ánimo, mostrando la dimensión global de su figura.
También se sumaron voces institucionales, entre ellas la selección femenina de Alemania, mientras que la cuenta oficial del Barça Femení publicó un mensaje que pronto acumuló miles de reacciones. A este coro se unieron nombres ilustres como Andrés Iniesta, que recurrió a sus redes para desear a Aitana una pronta recuperación. El respaldo, rápido y transversal, dejó claro que la catalana es mucho más que una pieza clave de su equipo: es una referencia admirada en todo el mundo.

Un mensaje sorprendente
La voz más destacada dentro del ámbito nacional fue la de Montse Tomé, exseleccionadora española, quien no tardó en enviar un mensaje público a Aitana Bonmatí tras conocerse la gravedad de su lesión.
Su comunicado, discreto pero cargado de cercanía, contrastó con el silencio que mantuvieron otros nombres del fútbol español. La figura de Tomé, marcada en su etapa anterior por episodios de tensión con parte del vestuario, reapareció esta vez desde un registro inesperadamente empático, un gesto que abrió interpretaciones diversas y reavivó el debate en torno a su relación con la jugadora y con el entorno de la selección.
Los silencios inesperados
Silencios inesperados en el entorno del Barça
El punto que más sorprendió a los aficionados fue la falta de mensajes visibles por parte de algunas jugadoras del FC Barcelona. Pese a compartir día a día con Aitana y formar parte del mismo núcleo competitivo, futbolistas como Alexia Putellas, Vicky López o Clara Serrajordi no publicaron mensajes públicos en redes sociales en las horas posteriores a la operación.
Aun así, Alexia Putellas sí fue preguntada por la situación en una comparecencia posterior, donde quiso recalcar la importancia de Aitana para todos los equipos en los que participa. “Sabemos que la operaron ayer, que ya ha iniciado su proceso de recuperación, y es una baja muy sensible tanto para la selección como para el club”, declaró la capitana.

Aunque nada sugiere que no haya existido un apoyo en privado, lo llamativo fue la diferencia entre la reacción internacional, rápida y multitudinaria, y la ausencia de gestos públicos desde su propio vestuario. En un equipo que se ha caracterizado por proyectar una imagen de unidad, el contraste resultó más evidente de lo que cabría esperar.
El peso del silencio digital
En la actualidad, las redes sociales actúan como un escaparate que magnifica cada gesto y convierte cualquier silencio en motivo de análisis. No solo pesa lo que se dice, sino también aquello que no se muestra. La mezcla entre el respaldo internacional recibido por Aitana Bonmatí y la falta de mensajes públicos desde su entorno más cercano avivó las especulaciones sobre la cohesión interna del vestuario azulgrana. No existen indicios de un conflicto abierto, y es perfectamente posible que muchas jugadoras prefirieran trasladar su apoyo en privado.
Aun así, la ausencia de pronunciamientos visibles en un momento tan sensible reactivó el debate sobre la dinámica del equipo y sobre cómo, en la era digital, la percepción pública puede distanciarse de la realidad.


