Ducati se ha convertido en la fábrica más codiciada del paddock de MotoGP. Los tres últimos años de la escudería italiana se han saldado con tres títulos, dos de Pecco Bagnaia y el último de Jorge Martín.
Es bien sabido por todos que en el mundo del motociclismo no es sólo válido tener un gran talento, también es necesario tener la mejor arma y es por ello que, en la actualidad, cualquier piloto desea correr con la Desmosedici. Detrás de la mejor moto del paddock se encuentran innumerables ingenieros que, día a día, dan su mejor versión para que cuando el mundial comience la moto esté con la mejor puesta a punto.
Una de las partes más importantes de la moto es su motor y detrás de los diseños de motor de Ducati Corse se encuentra Marta Massera. Una ingeniera mecánica que cumple su sueño cada día.
Marta Massera: “Sabía que me estaba aventurando en un campo predominantemente masculino”.
Apasionada del motociclismo
Tras graduarse en la Universidad Politécnica de Milán en 2013, Marta Massera, envió una solicitud para trabajar en Ducati. Un año después la fábrica italiana contactó con ella y, desde entonces hasta hoy, la especialista en diseño y dinámica de vehículos terrestres, diseña motores en Ducati Corse.
El sueño de Marta siempre fue ese, convertirse en ingeniera de carreras para poder estar lo más cerca posible del asfalto y poder vivir el día a día de la competición. Su pasión por el motor le viene de familia. En su caso el culpable fue su padre, que le llevaba a ver las carreras en Monza todos los años. Por ello, empezó a fantasear con participar en las decisiones técnicas del equipo. Además de su trabajo como diseñadora, su labor en los días de competición es fundamental. Este es muy variable: alineación en pista, relación con el piloto, estrategia de carrera, elección de neumáticos…
Lo suyo es pasión por el motociclismo y por ello está más que orgullosa de ser una pieza fundamental en el resultado de cada carrera, y, por ende, en el del campeonato del mundo. La ingeniera sabe de primera mano lo que es proclamarse campeona del mundo, hace dos años militaba en el equipo de Pecco Bagnaia que terminó llevándose el título y el año pasado se cambió al Pramac, equipo que también se proclamó campeón mundial con Jorge Martín como piloto.
Una mujer en un mundo de hombres
Cada vez es más habitual ver a mujeres en el paddock de MotoGP. En los últimos años se han visto desde pilotos como Ana Carrasco o María Herrera hasta a jefas de equipo como Nadia Padovani, pasando por múltiples ingenieras, jefas de prensa o periodistas, pero este hecho no quita que el mundo del motociclismo sea un mundo donde predominan los hombres.
Marta Massera era muy consciente de esto antes de entrar en esa pequeña gran familia que se forma en el mundial. “Sabía que me estaba aventurando en un campo predominantemente masculino. Pero, cuando haces algo que amas, las dudas desaparecen y la satisfacción perdura. Cuando la gente me pregunta qué hago, su reacción a veces es de asombro, curiosidad e incluso admiración. Por otra parte, hay tantos fanáticos del motociclismo… Cuando el pizzero cercano a mi casa descubrió que yo diseñaba motores para Ducati, ¡no se lo podía creer!”, comentaba Marta en un reportaje para Ducati.
La importancia del motor
El motor Ducati siempre ha destacado por su gran velocidad punta, sus buenas prestaciones y en palabras de Marta Massera “su extraordinario contenido tecnológico” ·
Uno de los momentos más excitantes del trabajo de Marta es poner en marcha un nuevo motor. La primera vez que lo escuchan rugir celebran el trabajo realizado, aunque aún quede mucho trabajo por hacer.
Además, el diseño de motores es una de las partes más delicadas para un ingeniero ya que, una vez estrenado el motor, el desarrollo del mismo se congela y no se puede volver a tocar (esto no sucede en el caso de las fábricas que tienen concesiones, pero Ducati no es una de ellas). Por ello, el trabajo de los ingenieros en este aspecto es crucial para el devenir del mundial.
Esta es la historia de Marta Massera, una de las muchas caras invisibles que, sin la realización de su trabajo, sería impensable los éxitos de su equipo.