Muchas personas que se enfrentan por primera vez al mercado laboral se preguntan si, en caso de no haber trabajado nunca, pueden acceder a algún tipo de ayuda económica. La respuesta corta es: sí, pero solo en determinados casos excepcionales.
Prestación contributiva: no sin cotizar
En general, para acceder al paro contributivo (la ayuda por desempleo más común), es imprescindible haber cotizado al menos 360 días en los últimos seis años. Esto significa que, si no se ha trabajado nunca, no se tiene derecho a esta prestación. La prestación contributiva está pensada como un respaldo temporal para quienes han perdido un empleo y tienen cotizaciones acumuladas en la Seguridad Social.
Subsidios no contributivos: las excepciones
Aunque no se tenga historial laboral, existen algunas situaciones específicas reconocidas por el SEPE (Servicio Público de Empleo Estatal) que permiten solicitar un subsidio no contributivo por desempleo. Estas circunstancias incluyen:
- Personas que han salido de prisión, siempre que hayan estado privadas de libertad al menos seis meses.
- Emigrantes retornados que regresan a España tras haber trabajado fuera del país.
- Personas que han perdido una pensión por incapacidad permanente (total, absoluta o gran invalidez) debido a una mejoría médica.
En cualquiera de estos casos, es posible solicitar una ayuda económica aunque no se haya cotizado nunca en España.
¿Cuánto se cobra y durante cuánto tiempo?
El importe de estos subsidios es fijo y común: corresponde al 80% del IPREM (Indicador Público de Renta de Efectos Múltiples). En 2022, este importe era de 463,21 euros al mes, cantidad que se ha ido actualizando ligeramente con los años.
La duración de cada subsidio varía en función de la situación específica del solicitante. Por ejemplo, los emigrantes retornados pueden cobrar el subsidio durante seis meses, prorrogables, si cumplen ciertos requisitos de rentas familiares.
El caso especial: subsidio para mayores de 52 años
Una de las ayudas más destacadas del sistema español es el subsidio para mayores de 52 años. Aunque tampoco se concede automáticamente, ofrece una gran ventaja: sigue cotizando para la jubilación mientras se percibe.
Para acceder a este subsidio es necesario haber trabajado anteriormente, aunque no tanto como para acceder a una pensión de jubilación. También es obligatorio haber agotado previamente la prestación contributiva o cualquier otro subsidio, y cumplir con requisitos de ingresos y situación familiar.
El SEPE cotiza en nombre del beneficiario el 125% de la base mínima de cotización, lo que lo convierte en una opción esencial para quienes están cerca de la jubilación y tienen dificultades para reincorporarse al mercado laboral.
¿Hay ayudas si nunca has trabajado?
En resumen, no se puede acceder al paro convencional sin haber trabajado, pero sí existen subsidios no contributivos en circunstancias específicas. La clave está en cumplir los requisitos muy concretos que exige el SEPE. Para quienes nunca han trabajado y no encajan en estas excepciones, la búsqueda activa de empleo y la inscripción como demandante de empleo siguen siendo el primer paso para acceder a futuras prestaciones.
No obstante, consultar directamente en una oficina de empleo o a través del portal del SEPE es siempre recomendable para conocer las opciones vigentes en cada caso.