Con la vista puesta en un futuro de crecimiento sostenido y compromiso social, el Consejo de Administración de CriteriaCaixa ha dado luz verde a la adaptación de su plan estratégico 2025-2030 al de la Fundación La Caixa. El grupo prevé movilizar hasta 8.000 millones de euros en nuevas inversiones y transferir más de 4.000 millones en dividendos sociales a la Fundación de aquí a 2030, según ha informado este lunes en un comunicado.
Estas previsiones se apoyan “en una previsión razonable de la rentabilidad de su cartera”. Y responden al propósito de “preservar y hacer crecer el patrimonio de la Fundación“. Lo que permite mantener el equilibrio entre rentabilidad y vocación social, tal y como refleja el escrito. En este sentido, CriteriaCaixa concentrará sus esfuerzos en proyectos que generen rendimientos recurrentes, sostenibles y responsables, al tiempo que fomentará en sus empresas participadas la creación de valor con una visión de largo plazo.
El presidente de la Fundación La Caixa y de CriteriaCaixa, Isidro Fainé, ha señalado que la nueva estrategia “mantiene el mismo norte que siempre” ha guiado al holding: “Dotar de dividendos y hacer crecer el patrimonio de la Fundación para seguir reforzando las capacidades de la Obra Social“. Por su parte, el director general de Criteria, José María Méndez, ha subrayado “la importancia del rigor y la independencia en la toma de decisiones. Así como la excelencia en los procesos de análisis de inversión, la eficacia en la gestión y la eficiencia en resultados“.
Participación mínima del 30%
El nuevo plan estratégico de CriteriaCaixa dibuja una arquitectura de inversión más nítida y diversificada, estructurada en cuatro grandes carteras. Participación fundacional, inversiones relevantes, inversiones alternativas y cartera de liquidez. La participación fundacional será el pilar central y estará destinada a gestionar la posición en CaixaBank, de la que el grupo mantendrá “una participación mínima del 30%“. Este núcleo busca garantizar la estabilidad del proyecto y asegurar la continuidad del vínculo histórico con la entidad financiera.

La cartera de inversiones relevantes reunirá “compañías competitivas, preferentemente cotizadas”, con presencia en sectores estratégicos y vocación industrial. El objetivo, explican, es impulsar la “generación de valor sostenible” en empresas con peso en la economía española y europea. CriteriaCaixa “aspira a ser accionista de referencia y ejercer influencia a través de su participación en sus órganos de gobierno” en firmas como Naturgy, Telefónica, ACS, Veolia o Aigües de Barcelona, entre otras, refleja la sociedad en el documento.
Por otro lado, la cartera de inversiones alternativas incluirá activos inmobiliarios, participaciones en fondos de terceros. Y apuestas de inversión directa en compañías emergentes o en fases tempranas de desarrollo, con la mirada puesta en la innovación y la diversificación. La cartera de liquidez actuará como un fondo de maniobra para atender compromisos a corto plazo. Invertirá en productos financieros de bajo riesgo y elevada disponibilidad, con el propósito de mantener una proporción de liquidez “de al menos el 10% del valor bruto de los activos”.
Más de 37 millones en activos
A cierre de junio, CriteriaCaixa alcanzaba un valor total bruto de activos de 37.252 millones de euros. Una cifra que refleja la evolución positiva del valor de sus participadas y una sólida generación de caja impulsada por los dividendos recibidos durante el primer semestre del año. En ese mismo periodo, el grupo distribuyó un dividendo social de 360 millones de euros a la Fundación La Caixa. A ellos, se suman otros 125 millones adicionales aprobados por el Patronato el pasado 9 de octubre.
Fiel a su tradición de prudencia, el holding ha destacado que “mantendrá en general un perfil conservador” en su política de inversión, con niveles de deuda que no superarán el 10% del valor total bruto de los activos. Asimismo, CriteriaCaixa prevé una “adecuada diversificación de fuentes de financiación. Incluyendo el acceso a los mercados institucionales de deuda”. Todo ello, con el objetivo de mantener la calificación de Grado de Inversión (‘Investment Grade’). Lo que supone garantía de estabilidad y solvencia a largo plazo.
El plan estratégico también incorpora proyectos transversales destinados a reforzar la evolución corporativa del grupo en cuatro ámbitos clave: personas, tecnología, sostenibilidad y comunicación. Bajo el propósito de consolidar un modelo de gestión moderno, responsable y alineado con su misión fundacional.


