Hipotecas

La caída de las hipotecas se agota: el repunte del euríbor frena nuevas bajadas

Tras el descenso previo conforme a los tipos de interés del BCE, las cuotas de los créditos a la vivienda a tipo variable apenas se moverán en 2026 ante la posición 'en guardia' de Fráncfort

Cada comienzo de año, miles de familias españolas hacen el mismo cálculo silencioso: el de la hipoteca. No aparece en los propósitos escritos, pero sigue siendo una obligación que asumieron con la firma de su hipoteca variable. La mayoría de las revisiones de estos compromisos financieros se sucede en los primeros meses del año y en el periodo estival. En esa cuenta doméstica, un nombre aparentemente técnico se cuela en las conversaciones más íntimas -el euríbor-, el índice que decide si el ejercicio empieza con alivio o con apuros.

Tomando como referencia la tasa del mes anterior -diciembre-, el próximo enero se fijará sobre el 2,27%. A ello se sumará el diferencial acordado para calcular la cuota final. La cifra representa una caída de 163 puntos básicos respecto a la revisión suscrita el mismo mes del año previo, cuando se situó en el 2,433%. Y de 1.409 puntos sobre enero de 2024, cuando el tipo se situó en 3,679%. Este descenso, aunque moderado frente al año precedente, supondrá un respiro para los deudores de créditos a la vivienda cambiables.

Sin embargo, las perspectivas a largo plazo no son tan halagüeñas. El euríbor se mueve al compás de las previsiones sobre los tipos de interés del Banco Central Europeo (BCE), adelantándose a las decisiones de política monetaria. Por regla general, los mercados descuentan con antelación posibles subidas o recortes del coste de financiación. Y ahora la curva parece haberse invertido. Desde el suelo del 2,080% registrado de media en mayo, julio y julio, el tipo de referencia interbancario europeo acumula cinco meses de subida consecutiva. Además, en este último mes ha tenido picos diarios similares a las tasas de marzo. En este sentido, las expectativas de recortes en Fráncfort, al menos en el corto plazo, son prácticamente inexistentes.

Inflación

Para 2026, la autoridad monetaria todavía reconoce riesgos que podrían obligar a mantener una política restrictiva. Así, la posibilidad de acometer ajustes a la baja ha quedado mayoritariamente diluida. Lo que a su vez dificulta que las hipotecas variables se abaraten de forma notable en el próximo año. Desde que la inflación registrase su mejor dato el pasado mayo en la eurozona, al fijarse en un 1,9%, el índice de precios ha ido en progresivo aumento hasta posicionarse, a falta de los registros de diciembre, en el 2,2% en noviembre.

Además, el coste de vida continúa mostrando vulnerabilidad frente a factores externos. Desde el viejo continente, se observa con preocupación el impacto de los aranceles establecidos por Estados Unidos. Así como las nuevas posibles represalias comerciales que Trump, que ya ha puesto en su punto de mira a Europa, pueda imponer al bloque comunitario.

Ante este panorama, la presidenta del BCE, Christine Lagarde, ya subrayó en la última reunión sobre política monetaria del año -donde volvió a mantener la tasa de financiación en el 2%- que los tipos actuales están “en un buen lugar”. Y que cualquier decisión se evaluará “reunión a reunión” en función de los nuevos datos económicos, siguiendo el enfoque de ‘en guardia’ de la institución.

Tasa ‘neutral’

Por si fuera poco, los buenos datos de crecimientos previstos por los economistas del BCE para el presente ejercicio y los tres posteriores en la eurozona en la última revisión confirman aún más la posición correcta del precio del dinero. De media, la unión monetaria seguirá creciendo sobre un 1% en los próximos años. Al mismo tiempo, la inflación se asentará sobre el objetivo del 2%. De este modo, el banco central habría alcanzado su tasa ‘neutral’, el nivel de interés que permite que la economía crezca sin que la inflación se descontrole.

En consecuencia, aunque las familias puedan respirar algo más aliviadas con la caída registrada del euríbor en enero respecto al año anterior, no se espera que los hogares vean descensos sustanciales de la tasa de referencia interbancaria en el próximo año.

Valoraciones

Por ello, las casas de análisis ya vaticinan un 2026 plano o con ligerísimos ajustes. Así, el Departamento de Análisis y Mercados de Bankinter estima en su última revisión que el principal indicador para el cálculo de las hipotecas a 12 meses se situará en el rango del “2,25% y 2,30% en el próximo año”. Teniendo en cuenta que la media del mes de diciembre ubica el euríbor en el 2,27%, la estimación del banco naranja proyecta un escenario de inmovilismo casi total.

Christine Lagarde, presidenta del Banco Central Europeo, durante la conferencia de prensa del pasado jueves.
BCE

Bajo la perspectiva del portal web comparador Kelisto, esa franja no sería del todo negativa dadas “las proyecciones de una posible subida de tipos de interés por parte del BCE en los primeros compases de 2026”. Aun así, su portavoz y responsable de Contenido de Finanzas, Pedro Ruiz, considera que sigue “siendo difícil hacer predicciones para todo el año” debido al contexto de todavía elevada incertidumbre. “Aunque lo que sí ya parece descartado es que pueda haber recortes de tipos, al menos en las primeras reuniones”, zanja.

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