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El bonus de 100 millones del CEO de Ryanair equivale al sueldo anual de casi 4.000 azafatas

Michael O'Leary abre una batalla con Aena por la subida de 0,68 euros por pasajero en la tasa aeroportuaria: reduce su operativa en nueve aeropuertos regionales y deja a pasajeros y trabajadores en la incertidumbre

En los pasillos de los aeropuertos españoles, la rutina se ha detenido por un anuncio inesperado. Ryanair ha decidido reducir su operativa en varios aeródromos regionales. La noticia ha abierto una guerra directa entre Aena y la aerolínea irlandesa por el incremento de las tasas aeroportuarias. Que por ende, al estar la primera participada por el Estado, ha involucrado al Gobierno. Óscar Puente, ministro de Transportes, ha criticado la queja de la operadora sobre las subidas de Aena cuando su CEO, Michael O’Leary, espera un bonus de 100 millones de euros. El incentivo equivale al sueldo anual de más de 3.800 asistentes de vuelo de la compañía.

A las 800.000 plazas, que la aerolínea recortó en España en verano, se suman las más de un millón que suprime ahora para la temporada de invierno. Los aeropuertos afectados ascienden a nueve. A Valladolid y Jerez se añaden también Vigo y Tenerife Norte. En las cuatro localidades Ryanair ha decidido cesar sus actividades. En la ciudad gallega pierde dos rutas, sin embargo, en la localidad canaria las conexiones directas abandonadas ascienden a 17. Otros aeropuertos regionales afectados incluyen Asturias, Zaragoza, Santander, Vitoria y Santiago de Compostela, donde Ryanair cierra su base.

Los sindicatos también miran el escenario con preocupación porque temen por la estabilidad laboral y las condiciones de los trabajadores. Los viajeros sienten la incertidumbre, las plazas se reducen y el ruido de los aviones parece esfumarse. 

Un bonus millonario

Las trabajadoras de Ryanair soportan una brecha salarial del 51%. La disparidad en el sueldo entre ambos sexos refleja un desequilibrio estructural: los puestos mejor pagados, como pilotos, están dominados por hombres, mientras que en los de tripulación de cabina, con sueldos más bajos, predominan las mujeres. 

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Un grupo de personas factura sus maletas en un ‘stand’ de Ryanair.
EFE

En la otra cara de la moneda, el bonus del jefe. O’Leary podría recibir una prima de 100 millones de euros, una cifra que contrasta con los ingresos de la plantilla femenina. De acuerdo con la comparativa salarial entre aerolíneas, un trabajadora de Ryanair percibe un sueldo base de entre 1.200 y 1.500 euros al mes. Al que se pueden sumar complementos de entre 500 y 1.000 euros. En total, su remuneración mensual se sitúa entre 1.700 y 2.500 euros.

Si se traduce el bonus del consejero delegado en términos de salarios, los números son demoledores: con 100 millones de euros se podrían pagar las retribuciones anuales de 2.500 empleadas en el tramo más alto o de más de 3.800 trabajadoras en el intervalo más bajo. Este contraste entre la austeridad salarial y la recompensa millonaria de su cúpula directiva alimenta el debate sobre la desigualdad de género en el sector aéreo. A este se suma ahora la crisis por las tasas en España.

Trasfondo

La salida de Ryanair de aeropuertos regionales genera interrogantes sobre la sostenibilidad de estas infraestructuras. Ryanair indica que la partida de esos aeropuertos se debe a subidas de “hasta un 6,62 % en las tasas aeroportuarias” para el próximo año. Aena, por su parte, ha subrayado que la decisión de la aerolínea está motivada por asentarse en aeropuertos en los que “puede fijar precios más altos y ganar más dinero”. La propia compañía aérea reconoce que está trasladando sus rutas a países como Italia, Hungría, Suecia o Marruecos, mientras que llama “empresa monopolística” a la gestora aeroportuaria. 

Aena, en un extenso comunicado, ha matizado que las subidas de las tarifas aeroportuarias las determina la legalidad vigente y que “ni el Gobierno ni Aena pueden modificarlas a su antojo”. El incremento tarifario propuesto por la entidad participada por el Estado es de 68 céntimos por pasajero para 2026. Ante las declaraciones de la gestora aeroportuaria, la operadora ha pedido al presidente “del monopolio Aena que se calme”.

Las formas siempre habían estado en el punto de mira. La empresa irlandesa arrastra innumerables salidas de tono, como ocurrió con el ministro de Consumo, Pablo Bustinduy, a quien Ryanair tildó de payaso. Pero los desaires no solo ocurren con dirigentes políticos, sino también con clientes a través de redes sociales. 

“Ryanair seguirá en España”

La polémica no ha dejado indiferente a nadie. Puente ha asegurado que Ryanair quiere que “Aena renuncie a sus beneficios a cambio de que crezcan los suyos. Y no son pocos, de hecho su CEO va a cobrar un bonus de 100 millones, mal no le va”. Y añade: “Ryanair seguirá en España. ¿Por qué? Porque le conviene y gana dinero”. Pero la compañía irlandesa no solo gana con la venta de billetes de avión. Desde la pandemia, la empresa se ha beneficiado de programas de incentivos de Aena por valor de 35 millones de euros, según recoge Cinco Días. Desde UGT, tal y como ha podido conocer este medio, critican que la trayectoria de Ryanair siempre se ha basado en “constantes amenazas y ultimátums”. Y denuncian que se haya cedido desde las administraciones en forma de ayudas públicas

Óscar Puente - Política
El ministro de Transportes, Óscar Puente, acude a una sesión de control al Gobierno
EFE

La reducción de la operativa tiene repercusiones significativas para los trabajadores. Desde el sindicato todavía no cuentan con un informe exhaustivo del número de damnificados, aunque aseguran que “elaborarán un estudio”. En su mayoría, Ryanair tiene externalizada su plantilla. El personal de tierra, aparentemente, será el más perjudicado por su salida de los aeropuertos.

Ante el perjuicio, Comisiones Obreras (CCOO) ha anunciado que acompañará a los trabajadores de los aeropuertos afectados en todo el proceso. Y “garantizará la defensa de sus derechos laborales”. Asimismo, fuentes consultadas de UGT detallan que si llegan otras aerolíneas a los aeródromos perjudicados, “lo más probable es que asuman a esos empleados”. Desde el sindicato sentencian: “No necesitamos en nuestro sector compañías, como Ryanair y sus filiales, que buscan precarizar el empleo y secuestrar a los ciudadanos de este país”. Y denuncian que “Ryanair y sus filiales han contribuido a la precarización del sector”. 

Una de cal y otra de arena

Por otro lado, Ryanair anunció ayer jueves 4 de septiembre, la instalación de nuevos medidores de equipaje de mano más grandes en 235 aeropuertos de toda Europa. A partir de ahora, los pasajeros podrán llevar una bolsa de viaje gratuita de mayores dimensiones (40 x 30 x 20 cm). Un 33 % más grande que el estándar establecido por la UE (40 x 30 x 15 cm). Sin embargo, Dary Brady, director de marketing de Ryanair ya hacía presagiar la trampa. Y advertía en el comunicado: “cualquier pasajero que no cumpla con estos nuevos límites deberá pagar la tarifa de facturación de equipaje”.

Maletas en los vuelos - Sociedad
Un montaje con una maleta y un avión en el aeropuerto
Kilo y Cuarto

La medida viene acompañada de cambios polémicos. La aerolínea ha aumentado a 2,5  euros la prima a sus trabajadores por detectar equipaje de mano que exceda las medidas permitidas. Y ha eliminado el límite de 80  euros mensuales de bonificación. Unas prácticas que han sido criticadas por el Ministerio de Consumo. Fuentes de este departamento consultadas por este medio aseguran que estas maniobras “ejemplifican un modelo de negocio que consiste en exprimir a los consumidores para ganar aún más a costa de vulnerar sus derechos. Cobrar por el equipaje de mano es ilegal y por eso hemos sancionado a esta compañía con más de 100 millones de euros”. 

En los aeropuertos regionales, las cintas de equipaje se detienen y las salas de espera se vacían. Valladolid, Jerez, Vigo o Tenerife Norte verán cómo los vuelos de esta ‘low cost’ desaparecen, mientras los vecinos asumen la pérdida de conectividad y los trabajadores, la incertidumbre. En paralelo, en Dublín, un despacho se prepara para firmar un bonus de 100 millones de euros. Mientras Ryanair repliega sus alas en España, en la cúspide de la compañía un solo hombre acumula lo que para casi 4.000 empleadas supone un año entero de trabajo.

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