Contracrónica

Cerdán solo quiere un apoyo del PSOE: el de la fontanera

El exsecretario de Organización desaira a los socialistas, pero sale en defensa de Leire Díez

El exdiputado socialista Santos Cerdán a su llegada al Senado este miércoles para su comparecencia en la comisión del caso Koldo.
EFE/Borja Sánchez-Trillo

Hace meses que Santos Cerdán promete explicaciones sobre los informes de la UCO que le sitúan como cabecilla de una trama corrupta de adjudicaciones y comisiones ilegales, pero esas aclaraciones nunca llegan. “A su debido tiempo”, suele responder cuando le abordan los periodistas por la calle.

Existían pocas esperanzas de que “a su debido tiempo” fuera ayer, cuando compareció por segunda vez ante la comisión de investigación del Senado, un foro adonde la mayoría de comparecientes acude a ejercer su derecho a no declarar. También Cerdán ejerció al suyo, aunque dejó algunas palabras (menos significativas, eso sí, que sus silencios).

Sin palabras

Sobre que la UCO haya acreditado que se valió de una tarjeta de crédito de Servinabar -la empresa que recibía el 2% de comisiones de adjudicaciones millonarias a Acciona- para pedir la cuenta 49 veces en el restaurante no comentó nada.

Sobre que la misma Servinabar pagara el alquiler y los muebles de su ático de 160 metros cuadrados en el barrio de Chamberí tampoco abrió la boca.

Y sobre que su hermana, su cuñado y su propia mujer hayan recibido pagos de Servinabar y de Norman (otra empresa de la trama) tampoco ofreció explicaciones.

Tampoco dio alguna explicación sobre este mensaje que envió a Koldo García cuando se estaban realizando los primeros nombramientos en el Ministerio de Transportes tras tomar José Luis Ábalos el mando. “Se han hecho varios nombramientos. Como no podamos meter alguno, nada será posible“, le dijo. Pero no tuvo nada que aclarar al respecto.

Vuelve la Inquisición

Su versión de los hechos es que en realidad el Estado de Derecho no es tal en España. No hay Estado garantista en el que ampararse al parecer porque a él se le está persiguiendo como en tiempos de la Inquisición. Nada más y nada menos.

Ese es el guion al que dio lectura ante los senadores, quienes volvieron a escuchar los dos argumentos centrales de su defensa: no es socio de Servinabar (por mucho que la UCO hallara un documento de compraventa firmado para hacerse con el 45% de la sociedad) y los comprometedores audios hallados en el domicilio de Koldo García están manipulados.

Aunque eso era lo único que pretendía conceder a los senadores, Cerdán acabó saltando de la silla en algunos momentos. Sobre el plantón que le dieron los senadores del PSOE en la comisión, soltó que “mejor solo que mal acompañado”. “No necesito el apoyo de nadie”, añadió al cabo de unos minutos el llanero solitario.

“Leire merece un respeto”

Pero otro instante de la comparecencia acabó por desmentir que no necesitara apoyos. Fue cuando María Caballero,  senadora de UPN, le mencionó a la fontanera del PSOE. Cerdán interrumpió a la parlamentaria justo en ese momento:

La señora Leire Díez se merece que el tengan respeto y le llamen por su nombre y no la fontanera.

— Pero usted me ha entendido y ella también lo sabe. Es que ya no me sale decir periodista de investigación, con lo que estamos conociendo.

— Pero tiene un nombre, a mí tampoco me sale decirle senadora a usted y le llamo senadora.

Y así las cartas quedaron sobre la mesa. El exsecretario de Organización del PSOE ya no espera nada de su partido, pero lo espera todo de la fontanera que se presentaba como la mano derecha del Cerdán, es decir, la misma que recibió instrucciones para acabar con fiscales y agentes que perseguían corruptelas.

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