La CEOE llama a la unidad de la UE y al diálogo ante los aranceles de Trump

Según datos de la Cámara de Comercio de España, las ventas a Estados Unidos solo representan el 5% del total de exportaciones. En términos de PIB, apenas supondría una reducción del 0.21%

Donald Trump.
KiloyCuarto

Donald Trump ha vuelto a sobresaltar a los mercados, gobiernos y empresas europeas a golpe de click. En su red social Truth Social ha dejado un mensaje demoledor: que las negociaciones con la Unión Europea no están siendo tan fructíferas como esperaba y que podría castigarla con unos aranceles del 50% a partir del 1 de junio. Una bomba que ha puesto en alerta a los inversores, y que se ha traducido en fuertes caídas superiores al 1% en todos los parqués europeos, también en el Ibex, ante la posibilidad de que el presidente de Estados Unidos ponga en dificultad a las compañías exportadoras.

Pero algo ha cambiado en la percepción de los mercados después de comprobar cómo ha evolucionado la crisis arancelaria con China, que interpretan estas salidas de tono de Trump como un órdago en mitad de la negociación más que una realidad definitiva. Y así es como ha reaccionado la patronal española, la CEOE, con cautela después del susto inicial. “Abordarlo desde la unidad de la Unión Europea y a nivel nacional, y buscar ante todo soluciones a través del diálogo y la negociación”, explican.

Estados Unidos ya anunció el Día de la liberación, aquel 2 de abril, aranceles recíprocos del 20% a la mayoría de los productos de la Unión aunque finalmente lo redujo a la mitad para dar margen a la negociación durante los siguientes tres meses. Lo que sí ha mantenido es el gravamen del 25% en el caso del acero y aluminio, además de a las piezas de automóvil. Por su parte, la Comisión Europea tiene previsto responder con un listado de productos estadounidenses que gravar si finalmente la negociación no llega a buen puerto. Medidas valoradas en 95.000 millones de euros con aranceles, entre otros, a los aviones Boeing, a la automoción, al whisky o a sus famosos vaqueros Levi’s.

Pero los analistas coinciden en que el principal perjudicado en esta guerra arancelaria va a ser Estados Unidos, que según JP Morgan, puede llegar a sufrir una estanflación, que es la combinación de una elevada inflación con una ralentización económica. Pero el golpe, aunque menor, también alcanzaría a la Unión Europea con una caída del PIB en la zona euro del 0,6% para 2027 según estimaciones de la propia Comisión Europea, y con especial afectación para Alemania, que según un informe de CaixaBank Research, podría ver reducida su economía hasta el 2,5% del PIB por su fuerte exposición al comercio en Estados Unidos, sobre todo el sector de la automoción.

En el caso español, el daño sería menor porque no es un gran exportador de bienes a Estados Unidos. Aun así, las empresas involucradas podrían verse obligadas a bajar precios para seguir siendo competitivas y sacrificar sus márgenes o directamente perder cuota de mercado. En el sector agroalimentario, destacan el aceite de oliva, el vino, el jamón ibérico y los quesos, que son muy populares en Estados Unidos. También la moda y calzado españoles con marcas con presencia en el país como Mango, Desigual o Camper. En el caso del sector farmacéutico y químico, destacan Grifols con relaciones comerciales en Estados Unidos y en el caso de tecnología industrial, compañías como Talgo o Fagor Automation.

Según los últimos datos de la Cámara de Comercio de España, del mes de abril, con unas amenazas menores del 20%, las estimaciones que se barajaban eran de una reducción de las exportaciones del 14,3% al país. En 2024, el valor de las exportaciones de España a Estados Unidos ascendió a más de 18.000 millones de euros, como principal mercado extracomunitario. “No obstante, el impacto sobre el conjunto de las exportaciones españolas de bienes será muy limitado, ya que las ventas de España a Estados Unidos solo representan el 5%, de nuestras exportaciones totales”, explicaban.
En términos de PIB, apenas supondría una reducción del 0.21%.

Trump, obsesionado en convertir Estados Unidos en la mayor fábrica del mundo, deja una puerta abierta a que las empresas se desplacen hasta su país para producir desde allí para poder esquivar los aranceles planteados. Incluso se lo ha pedido a Apple, a la que amenaza también con aranceles del 25% si no ensambla los IPhone que vende en Estados Unidos en su país en lugar de hacerlo en China e India. Y de esta manera, Trump mantiene el pulso hasta con sus propios compatriotas, mientras que la Unión Europea se mantiene en un segundo plano, cautelosa, a la espera de descifrar las verdaderas intenciones comerciales del presidente americano.