El sindicato de técnicos del Ministerio de Hacienda (Gestha) ha animado a los contribuyentes a aprovechar las últimas semanas del año para optimizar su factura fiscal y lograr un ahorro adicional de hasta 3.370 euros en la próxima declaración de la Renta, correspondiente al ejercicio 2025 y que se presentará en 2026. Será, además, la primera campaña en la que quienes hayan solicitado o recibido prestaciones por desempleo estarán obligados a presentar la declaración del IRPF. Un cambio normativo relevante para miles de contribuyentes.
Gestha recuerda que este ejercicio sigue la reducción del incentivo a los planes de pensiones individuales, mientras ganan peso los instrumentos de previsión empresarial. La aportación máxima a un plan individual continúa limitada a 1.500 euros, aunque es posible elevar el total hasta 8.500 euros adicionales mediante contribuciones a planes de pensiones promovidos por la empresa.
Principales beneficiados
El sindicato insiste en que los mayores beneficios fiscales se concentran en los contribuyentes con rentas altas. Quienes superan los 600.000 euros anuales pueden maximizar su ahorro fiscal en hasta 90.777 euros, frente a los 1.806 euros que pueden obtener quienes declaran ingresos inferiores a 21.000 euros. Para los tramos más bajos, señala Gestha, la capacidad de deducción es “prácticamente inexistente”.
Los datos de la última campaña confirman esta brecha: los declarantes con ingresos superiores a 60.000 euros representaron solo el 5,6% del total, pero concentraron el 22,2% de las deducciones. Lo que se tradujo en 848,5 millones de euros de ahorro en la Renta de 2023. Por el contrario, los contribuyentes con rentas más bajas suelen acogerse a las deducciones autonómicas por alquiler o a la deducción estatal transitoria para contratos anteriores a 2015, pero en muchos casos el efecto real es mínimo debido a la falta o escaso nivel de retenciones soportadas.
Evitar el fraude
Entre las novedades, a partir del 1 de enero de 2026 la Agencia Tributaria recibirá cada mes la información enviada por bancos y entidades de dinero electrónico -incluidas las que operan desde el extranjero- sobre los pagos realizados a empresarios y profesionales a través de cualquier sistema de cobro con tarjeta o asociado a un móvil, como Bizum. Con ello desaparece el límite anual de 3.000 euros que hasta ahora obligaba a declarar estos ingresos. Aunque se mantiene dicho umbral para las cuentas bancarias, cuya información seguirá comunicándose en la última declaración mensual del año. Además, se incorpora una nueva obligación informativa anual sobre todas las operaciones con tarjetas, que detallará abonos, cargos, recargas, retiradas y gastos, salvo cuando el total no supere los 25.000 euros.
En paralelo, quienes adquirieron un vehículo bonificado con el Plan Moves III podrán deducirse el 15% de la compra del auto eléctrico nuevo realizado antes del 31 de diciembre de 2025, o efectuar un pago a cuenta mínimo del 25% antes de esa fecha y abonar el resto antes del 31 de diciembre de 2027. También es posible deducir el 15% de la inversión en la instalación de un punto de recarga en un inmueble propio -entre el 30 de junio de 2023 y el 31 de diciembre de 2025- con una base máxima de 4.000 euros y siempre que no se trate de una actividad económica ni se pague en efectivo.
Deducciones
Además, desde el 6 de octubre de 2021 existen tres deducciones temporales por mejoras de eficiencia energética, pero en 2025 se mantiene solo la deducción por rehabilitación energética de edificios residenciales. Esta permite deducir un 60% de hasta 5.000 euros anuales, con un máximo acumulado de 15.000 euros en cuatro ejercicios, para obras que reduzcan al menos un 30% el consumo de energía primaria no renovable o mejoren la calificación energética a clase ‘A’ o ‘B’. Los pagos no pueden realizarse en efectivo y es obligatorio obtener el certificado de eficiencia energética tras finalizar las obras antes del 1 de enero de 2026.
Por otro lado, la deducción por maternidad permite a madres trabajadoras con hijos menores de tres años deducirse 1.200 euros anuales por hijo, ampliables en 1.000 euros por gastos de guardería en centros autorizados. Se aplica durante los tres años posteriores a la adopción o acogimiento. Y no es compatible con el complemento de ayuda para la infancia de la Ley del Ingreso Mínimo Vital, salvo para quienes tuvieran derecho a ambas ayudas antes del 1 de enero de 2023.
En cuanto a la reducción por arrendamiento de vivienda, la bonificación varía según las condiciones. Así, será del 90% sobre el rendimiento neto si se alquila a jóvenes o en zonas tensionadas con rebaja mínima del 5%, del 70% en casos de vivienda nueva para jóvenes, vivienda asequible o protegida, del 60% si la vivienda fue rehabilitada en los dos años previos. Y del 50% en cualquier otro caso. La reducción se aplica sobre los ingresos netos positivos declarados por el arrendador. Lo que incentiva el alquiler en condiciones sociales o energéticamente eficientes.