La actriz que impulsa la empresa familiar: el giro de Adriana Domínguez

Es la primera vez en 15 años que el grupo Adolfo Domínguez obtiene beneficios en un primer semestre

Pocos saben que la CEO de Adolfo Domínguez ha sido también actriz. La hija mayor del fundador de la compañía textil, Adriana Domínguez, hizo sus pinitos en el cine antes de dedicarse de lleno a la empresa, cuya ascensión ha sido progresiva. Primero como directora de perfumes, más tarde directora de comunicación, directora general y ahora también consejera delegada, desde mayo de 2025. Y al frente de la empresa ha alcanzado un hito: por primera vez en quince años ha obtenido beneficios en el primer semestre fiscal. Así lo corroboran los datos, desde marzo hasta agosto de 2025, periodo en el que Adolfo Domínguez ha logrado un beneficio neto de 100.000 euros. Además, ha incrementado la facturación en un 5,4%, hasta los 65 millones de euros, lo que supone el mejor registro desde 2012.

Este crecimiento, “consolida la recuperación sostenida de los niveles de facturación previos y el éxito de la estrategia de crecimiento rentable. La combinación de un margen bruto más sólido y una gestión eficiente de los gastos operativos impulsa el EBITDA en 8,3 millones de euros, 37,2% más que en el primer semestre del ejercicio anterior, marcando el nivel más alto desde 2010″, ha destacado Adolfo Domínguez.

De hecho, resalta que su “buen resultado” se apoya en la rentabilidad de los mercados clave, con “un sólido desempeño en Europa y un notable crecimiento internacional (Medio Oriente, Latinoamérica y México), reflejando la fortaleza del modelo de negocio y la disciplina en la ejecución operativa”.
Adolfo Domínguez suma ya 368 puntos de venta en 50 países, 6 más que el año pasado. Las últimas aperturas de sus tiendas han sido en Estambul, Andorra, Ciudad de México, Beirut (2) y Buenos Aires. La firma cuenta, además, con 173 tiendas en Europa, con especial presencia en España y Portugal, y 17 en Japón.

Adolfo Domínguez consolida su recuperación tras centrarse en los mercados y canales más rentables, optimizar la red comercial y reforzar su posicionamiento internacional. Los resultados del primer semestre reflejan una estructura más ligera, más competitiva y mejor preparada.

Y este éxito tiene un rostro femenino, el de Adriana Domínguez. Su dirección ha marcado un cambio de rumbo en la compañía, combinando disciplina financiera con una visión de marca más global. El semestre confirma que el grupo ha dejado atrás su etapa más débil y vuelve a ganar tracción internacional, impulsado por la expansión en Europa, Asia y América y por una apuesta firme por la rentabilidad a largo plazo.

Adriana Domínguez pertenece a una generación de empresarias que han tomado las riendas de los grandes grupos familiares del textil español, en la línea de Marta Ortega en Inditex. Su padre, Adolfo Domínguez, fundó la compañía en 1974 y hoy mantiene solo un papel consultivo, con el 31% del capital. Empresa y heredera comparten edad y trayectoria en paralelo, y han pasado por diferentes momentos de transformación.

Adriana es la mayor de las tres hermanas, y líder absoluta de la marca. Valeria, la segunda, está enfocada en la ingeniería robótica industrial desde Estados Unidos, y Tiziana, que dejó la dirección creativa en 2022, se dedica al arte.

Adriana se incorporó a la empresa en el año 2000 tras una etapa artística que la llevó a estudiar dirección de cine en Nueva York y actuar con figuras como De Niro o Geraldine Chaplin. Políglota y celosa de su intimidad, tiene una presencia pública discreta, centrada casi exclusivamente en su trabajo.

Su ascenso coincide con un momento decisivo para la marca, que vuelve a la rentabilidad tras más de una década de números rojos y busca consolidar su presencia global sin perder su esencia de moda de autor. Su liderazgo, discreto pero firme, confirma que la empresaria ha encontrado el rumbo perfecto de crecimiento. Medio siglo de trayectoria vital con sello gallego y visión global.

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