La ayuda poco conocida que puedes pedir si vives con tus padres y no trabajas

Esta ayuda ha pasado relativamente desapercibida entre la población más joven, especialmente en aquellos que permanecen en el domicilio familiar

Ingresar dinero en el banco - Economía
Una persona ingresando dinero en metálico en el banco
EFE

En un contexto de inflación persistente y dificultades económicas para miles de hogares, especialmente entre los jóvenes, el Gobierno español ha puesto en marcha una ayuda directa de 200 euros destinada a personas con bajos ingresos y patrimonio reducido.

Aunque esta medida ha sido poco visibilizada en algunos sectores, lo cierto es que puede ser solicitada incluso por quienes viven con sus padres y no trabajan, siempre que se cumplan ciertos requisitos.

¿Qué es la ayuda de 200 euros?

Se trata de un pago único impulsado por el Ejecutivo para aliviar los efectos de la subida de precios. Esta ayuda extraordinaria está dirigida a personas en situación económica vulnerable que no reciben otro tipo de prestación o ayuda social suficiente.

La tramitación debe hacerse a través de la Agencia Tributaria, y es imprescindible contar con certificado digital, Cl@ve o DNI electrónico para completar el formulario online.

¿Quién puede pedir esta ayuda?

Para acceder a este cheque de 200 euros, los solicitantes deben cumplir una serie de condiciones económicas y personales. Entre ellas:

  • Haber residido legalmente en España durante el año anterior.
  • Haber trabajado por cuenta ajena o como autónomo durante ese año, o haber sido beneficiario de una prestación por desempleo.
  • No haber superado los 27.000 euros brutos de renta en el conjunto del hogar en 2022.
  • Tener un patrimonio inferior a 75.000 euros, excluyendo la vivienda habitual.

¿Y si vivo con mis padres y no trabajo?

Una de las preguntas más frecuentes es si esta ayuda puede solicitarse cuando el solicitante reside en el domicilio familiar y no tiene empleo. La respuesta es , pero con matices.

Lo relevante no es la situación laboral del solicitante —aunque haber percibido subsidio de desempleo durante el año anterior es un requisito válido—, sino los ingresos y patrimonio conjunto del núcleo familiar. A la hora de calcular los límites económicos, se tienen en cuenta todas las personas que convivan en el hogar, incluyendo:

  • El propio solicitante.
  • Su cónyuge o pareja de hecho.
  • Los hijos menores de 25 años, o mayores con discapacidad, siempre que no ingresen más de 8.000 euros anuales.
  • Los padres y abuelos que vivan en la misma vivienda.

Por tanto, si el conjunto de la unidad familiar no supera los 27.000 euros brutos de ingresos y no dispone de más de 75.000 euros en patrimonio (excluyendo la casa), es posible solicitar esta ayuda, aunque el solicitante no tenga trabajo y siga viviendo con sus progenitores.

¿Cómo se solicita?

La solicitud debe hacerse a través del sitio web de la Agencia Tributaria (www.agenciatributaria.es), accediendo con Cl@ve PIN, certificado digital o DNI electrónico. El proceso es sencillo y se completa rellenando un formulario con los datos personales y económicos del solicitante.

Es importante contar con toda la documentación necesaria, incluidos los datos fiscales del año anterior, ya que estos serán clave para evaluar si se cumplen los umbrales económicos exigidos.

Una medida aún desconocida entre jóvenes

A pesar de su relevancia, esta ayuda ha pasado relativamente desapercibida entre la población más joven, especialmente aquellos que, tras finalizar sus estudios o al no encontrar empleo, permanecen en el domicilio familiar. Sin embargo, es precisamente este colectivo el que podría beneficiarse de forma directa del cheque de 200 euros, si cumple con los criterios establecidos.

Se trata de una oportunidad concreta para quienes se encuentran en situación de vulnerabilidad y no reciben otro tipo de prestación. Además, representa un reconocimiento institucional a las dificultades económicas reales que atraviesan muchos hogares y jóvenes en España.

Un pequeño respiro económico

Aunque no se trata de una ayuda estructural ni recurrente, el pago de 200 euros puede suponer un alivio puntual para cubrir gastos básicos, como alimentación, transporte o necesidades personales. En tiempos donde cada euro cuenta, conocer y acceder a este tipo de ayudas puede marcar la diferencia.

La recomendación para quienes duden si pueden solicitarla es clara: consultar los requisitos y hacer el intento, ya que el sistema evaluará automáticamente la elegibilidad en base a los datos fiscales y patrimoniales disponibles.

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