Las empleadas del hogar tendrán que ‘fichar’ de forma física o digital

Trabajo incorpora en el Proyecto de Ley de las 37,5 horas un registro de jornada de empleadores domésticos y trabajadoras, siempre que garantice su cumplimiento "de manera efectiva"

“Hoy modernizamos el mundo del trabajo, pero hacemos algo que es mucho más importante: ayudar a que la gente sea un poco más feliz. Hemos aprobado definitivamente una norma que cambia la vida de la gente”, afirmó la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, tras el visto bueno del Consejo de Ministros al Proyecto de Ley de la Reducción de la Jornada Laboral de 40 a 37,5 horas semanales. Un colectivo que -como señala la vicepresidenta segunda del Gobierno- podría ser un poquito más feliz es el de las empleadas del hogar, dado que el texto que llegará a las Cortes incorpora todas las garantías para su aplicación. Esta fue una de las principales recomendaciones del Dictamen del Consejo Económico y Social.

Para que no haya ninguna duda sobre su cumplimiento, Trabajo incorpora en el Proyecto la obligación ineludible de que también en este régimen especial haya un control efectivo de su jornada laboral. De esta forma, las trabajadoras domésticas tendrán que “fichar” bien de forma física o digital. El objetivo de la medida no es otro que asegurar que las empleadas cuenten con las mismos derechos que el resto del personal asalariado en el cumplimiento y reconocimiento de su tiempo de trabajo.

Un sistema “proporcionado”

Finalmente, el Ministerio ha optado por flexibilizar el registro horario en el ámbito del hogar, incorporando otras posibilidades más allá del digital, que era su aspiración inicial en términos generales. Según explican fuentes conocedoras del texto del Proyecto a Artículo14, el registro de jornada de las empleadas domésticas podrá realizarse “por cualquier medio físico o digital que sea proporcionado a las capacidades y recursos con los que cuenten la persona empleadora y la persona trabajadora y que garantice el cumplimiento de dicha obligación de manera efectiva”.

 

Para ello se modificará la normativa específica, el Real Decreto 1620/2011 que regula la relación laboral de carácter especial del servicio del hogar familiar, en lo relativo al tiempo de trabajo (artículo 9). Junto con la incorporación del registro horario, la jornada máxima prevista se equiparará a la del Estatuto de los Trabajadores, es decir, las nuevas 37,5 horas. No obstante, no hay variación en cuanto a los tiempos de presencia: “sin perjuicio de los tiempos de presencia, a disposición de la persona empleadora, que pudieran acordarse entre las partes”.

El control horario, medida estrella

Hay que recordar que el pasado 19 de diciembre, el Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) se pronunció a favor de que los empleadores domésticos también cuenten con un sistema que permita registrar la jornada diaria de las trabajadoras, para garantizar que sus horas de trabajo se ajustan a lo acordado y puedan reclamar sus derechos en caso de despido. Hasta ahora, la excepción del control horario, obligatorio en España desde 2019, para las empleadas del hogar respondía a la dificultad de su aplicación.

Este será, a su vez, el mayor reto de la Inspección de Trabajo en el futuro: garantizar no solo su cumplimiento, sino su vigilancia. “Lo más importante de esta norma es la reformulación del control horario. Un registro horario que va a ser modificado y será propio del siglo XXI, digital e interoperable con control remoto y en el que la Inspección de Trabajo podrá conocer en tiempo real las jornadas que cualquier trabajador realiza. Esta es la gran medida estrella de la reducción de la jornada laboral”, afirmó Yolanda Díaz, en la primera vuelta del texto en Consejo de Ministros, en febrero de 2025.

Coto a las horas extra

Para Trabajo, esta es la vía para poner coto a las horas extra, que, según los datos que maneja el Gobierno, superan los tres millones. En este ámbito, las empleadas del hogar, especialmente las internas, son uno de los colectivos más vulnerables. La legislación señala que las personas empleadas en el hogar no podrán realizar horas extraordinarias ni trabajar en periodo nocturno, considerándose este el transcurrido entre las diez de la noche y las seis de la mañana, y tienen un descanso mínimo entre jornadas, cómo mínimo, de doce horas.

Sin embargo, la realidad es que, aunque la norma establece detalladamente sus condiciones de trabajo, a la hora de defender sus derechos estas trabajadoras están en una posición de indefensión frente a sus empleadores. Esta realidad es conocida por la propia Yolanda Díaz, quien, en un acto con este colectivo, animó a las mujeres a usar el buzón de denuncias ante situaciones de abuso.

Otros ajustes técnicos

Junto a la aplicación de la reducción a las empleadas del hogar, el Proyecto de Ley incorpora otras mejoras técnicas como “una mayor amplitud en los derechos de desconexión digital, la aclaración de cómo funciona el registro en términos generales o la determinación de qué ocurre en aquellas empresas que no tienen convenio colectivo y quieren hacer uso de la flexibilidad que la norma da para para llevar a cabo la reducción, según detalló a su vez el secretario de Estado de Trabajo, Joaquín Pérez Rey, en la rueda de prensa para presentar los datos del paro de abril.

“Ahora sí, no hay retorno, no hay vuelta atrás. Esta norma no solamente está en la calle,- que lo está, pues es la norma que le preocupa a la gente trabajadora de España-, sino que llega a la casa de la Democracia. Llega al Congreso de los Diputados”, afirmó Yolanda Díaz, quien admitió que se avecinan meses de negociaciones con los grupos políticos. La primera piedra en el zapato la ha puesto Junts. Su portavoz en el Congreso, Miriam Nogueras, reiteró el rechazo de su grupo parlamentario a la reducción de la jornada laboral e instó a los partidos de la coalición de Gobierno, PSOE y Sumar, a negociar con el PP para aprobar la norma.

Ahora los partidos tienen que demostrar qué prefieren: golpear al gobierno o mejorar la vida de más de 12 millones de personas trabajadoras.

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— Yolanda Díaz (@yolandadiaz.bsky.social) 6 de mayo de 2025, 15:31

Línea roja

De momento, el Ejecutivo no tiene el apoyo parlamentario suficiente para sacar adelante el Proyecto en el Parlamento. Pese a las dificultades la vicepresidenta confió en el resultado de las negociaciones: “Nuestra línea roja es bajar la jornada laboral a 12,5 millones de trabajadores y trabajadoras en nuestro país. En el resto, todo el margen de negociación es absolutamente posible”, aseguró Díaz.

A su favor, el respaldo de la calle: “Si algo que está ganado en la calle y que forma parte de la vida de la gente que lo está esperando y se rompe en el Congreso de los Diputados, la responsabilidad es mayúscula. Cuando ante una norma nadie es capaz de decir de manera frontal ‘yo estoy en contra de la misma’, es que está ganada en la calle“.