La fiebre consumista en Estados Unidos anota un nuevo hito en el calendario, pese a la incertidumbre sobre el futuro de la economía en la era de los aranceles del presidente Donald Trump. Se llama “Navidad en julio”.
Y es que cada vez más comercios del país ofrecen descuentos estivales en las ventas de los regalos navideños y cada vez más familias están aceptando el trato de hacer las compras con meses de antelación a cambio de ahorrarse un buen puñado de dólares. Todo suma en un momento en que el coste de la vida repunta como preocupación principal de los estadounidenses.
“Black Friday en julio”
Las grandes cadenas comerciales del país, como Walmart, Target o Macy’s se han lanzado a promocionar jornadas de promociones bautizadas como “Black Friday en julio” o “Navidades en julio” en un intento de estimular el consumo de los hogares y adelantar el inicio de la gran temporada de compras en una sociedad adicta a ellas y, de paso, vaciar y rentabilizar los excedentes acumulados en sus inventarios de la temporada anterior.
Our Favorite Artificial Tree Is $450 Off for Christmas in July https://t.co/8Xpa91RJGa
— Good Housekeeping (@goodhousemag) July 29, 2025
También Amazon, el gran portal de compras a domicilio, se ha sumado con su “Prime Day” a una estrategia que parece estar funcionando. La compañía reportó ventas récord y una encuesta de la firma CivicScience mostró que un 21% de los encuestados dijo que ya había empezado a hacer sus compras navideñas, un 5% más que el año pasado.
Algunos pequeños comercios también se han subido a la ola y proliferan las ferias y eventos en lugares tan diversos como Alabama y Florida, donde los consumidores recorren los puestos instalados por vendedores locales con la esperanza de ahorrarse hasta 70 u 80 dólares en bicicletas y otros juguetes para los niños de la casa.

Incertidumbre arancelaria
La nueva tendencia es otra muestra de la resiliencia que está mostrando la economía estadounidense pese a las dudas que ha generado en empresas y consumidores las amenazas y cambios constantes en la política de imposición de aranceles de Trump. Tras una breve caída en mayo, las ventas en los comercios aumentaron un 0,6% en junio, también entre algunos de los bienes más costosos y sobre los que se temía un mayor impacto de los aranceles, como los automóviles y los muebles.
Pese a que los expertos siguen alertando del impacto de la incertidumbre y de la guerra comercial contra el resto del mundo emprendida por el presidente y señalan efectos negativos que serán perceptibles a medio plazo, los datos que se van conociendo alejan por ahora los nubarrones para la economía y hay síntomas de que los hogares van recuperando el optimismo y con él la intención de gastar.
Resistencia económica
🚨 JUST OUT: Q2 GDP shatters expectations, with the economy growing at 3%.
CRUSHING it! 💪 pic.twitter.com/hXGHriWhcD
— The White House (@WhiteHouse) July 30, 2025
Según el último informe oficial, publicado el pasado 28 de julio, el consumo de las familias aumentó un 1,4%, contribuyendo al retorno de la economía estadounidense a la senda del crecimiento, con un 3% de crecimiento interanual del PIB en el segundo trimestre del año. Las empresas, en cambio, redujeron sus gastos, indicio de que no terminan de ver claro el panorama en medio de las idas y venidas de Trump.
En este contexto, el consumidor estadounidense tiene una certeza: comprar con antelación ahorra dinero.