Cuando hablamos de innovación tecnológica, el nombre de Sam Altman es uno de los primeros que aparece en la conversación. El CEO de OpenAI, la compañía detrás de ChatGPT y de los modelos de lenguaje que han revolucionado la forma en la que usamos Internet, ha sorprendido recientemente con una confesión que pocos esperaban: asegura que la llamada “teoría de Internet muerta” podría ser cierta.
La afirmación ha provocado un debate inmediato. A fin de cuentas, nunca antes un protagonista de la revolución digital había expresado sus temores de una forma tan directa.
El origen de la reflexión de Sam Altman
La revelación de Sam Altman se produjo en la red social X, donde compartió una reflexión breve, pero muy contundente: “Nunca me tomé en serio la teoría de Internet muerta, pero parece que ahora hay muchas cuentas de Twitter gestionadas por LLM”.
Con esas palabras, Altman se refería a los modelos de lenguaje extensos (LLM). Se trata de la tecnología que impulsa los chatbots de inteligencia artificial, incluidos los de su propia compañía.

Que Sam Altman reconozca públicamente que el ecosistema digital está saturado de cuentas automatizadas supone un golpe de realidad para la industria tecnológica. No solo porque lo dice el CEO de OpenAI, sino porque el crecimiento de la inteligencia artificial amenaza con transformar de raíz la forma en la que interactuamos en Internet.
¿Qué es la teoría de Internet muerta?
Lo que Sam Altman menciona no es una idea nueva. La teoría de Internet muerta circula desde hace años como una hipótesis conspirativa según la cual gran parte del contenido de la red ya no lo producen personas reales, sino bots, inteligencia artificial y cuentas automatizadas.
i never took the dead internet theory that seriously but it seems like there are really a lot of LLM-run twitter accounts now
— Sam Altman (@sama) September 3, 2025
Lo inquietante es que el propio CEO de OpenAI parezca darle ahora veracidad.
Para muchos usuarios, esta teoría refleja una sensación creciente: que las interacciones en Internet se sienten cada vez menos humanas. Según la reflexión de Sam Altman, la proliferación de cuentas manejadas por sistemas de IA podría estar empujando a los usuarios a interactuar más con máquinas que con personas reales. Un escenario que plantea dudas sobre el futuro mismo de la red.
Sam Altman y las críticas en redes sociales
Las palabras de Sam Altman han tenido consecuencias inmediatas. Decenas de críticos le han señalado por contribuir, desde OpenAI, al mismo fenómeno que ahora cuestiona.

ChatGPT y otros modelos de la compañía están en el centro de esa expansión de contenido generado por IA que amenaza con desdibujar la frontera entre lo humano y lo artificial.
Sin embargo, la reflexión de Sam Altman no deja de ser significativa. Que el líder de una de las empresas más influyentes en el sector reconozca temores de este tipo es un síntoma de que incluso los impulsores de la inteligencia artificial son conscientes de los riesgos que entraña su acelerado desarrollo.