Entrevista

Silvia Arto: “España no aprovecha el talento de sus directivas en el exterior”

La presidenta del Club de Ejecutivas Españolas en el Exterior defiende la necesidad de articular redes y alianzas para conectar el talento femenino fuera del país con el tejido empresarial e institucional nacional

Silvia Arto, presidenta del Club de Ejecutivas Españolas en el Exterior.
Kiloycuarto.

Silvia Arto, miembro del comité ejecutivo de BNP Paribas, el mayor banco de la eurozona, no pensaba hacer una carrera internacional. Sin embargo, su trayectoria ilustra una realidad que apenas se percibe en España: el talento internacional femenino ‘made in Spain’ . Un activo intangible de marca país con alto valor económico y escasa visibilidad. Una española preside una gran cotizada del CAC 40, el equivalente francés al Ibex 35. Otra lidera la Inteligencia Artificial en Google desde Silicon Valley. Una tercera acaba de ser nombrada Comandante de la Orden del Imperio Británico (CBE). Ángeles García-Poveda, Pilar Manchón y Almudena Sevilla ocupan posiciones de referencia global. Sin embargo, ¿había oído hablar de ellas?

Ellas representan a muchas profesionales españolas que han construido su carrera fuera del país, a menudo sin una red de apoyo y con un gran esfuerzo personal. A partir de su propia experiencia, Silvia Arto detectó una carencia clara: la falta de conexión entre directivas españolas en el exterior. Así, hace cinco años decidió cubrir ese vacío y puso en marcha el Club de Ejecutivas Españolas en el Exterior.

Hoy, esta asociación agrupa a más de 240 directivas que ocupan puestos de alta dirección fuera de España. El próximo 22 de diciembre presentarán su primer Barómetro Femenino Internacional, con un objetivo claro: dar visibilidad a este talento y facilitar su conexión con el tejido empresarial e institucional español. En Artículo14 entrevistamos a su presidenta, Silvia Arto.

El origen

– ¿Por qué surge el Club de Ejecutivas Españolas en el Exterior? 

En un momento dado, fui consciente de que asistía a reuniones en la Embajada española en París u otros eventos en los que había muy pocas mujeres españolas y encima no nos conocíamos. Las mujeres nos centramos en el trabajo y en la familia y descuidamos el networking, la creación de redes profesionales. Personalmente, me faltaba ese “algo” relacionado con mis raíces. Vivir lejos de casa pide conexión, pide red, pide apoyo. Aunque tengas una carrera  increíble, estar fuera te pide encontrar mujeres que comprendan de dónde vienes, lo que has vivido, y aprender de ellas. Y así, a partir de una realidad muy sencilla, hace cinco años estábamos solas y dispersas por todo el mundo. Ahora somos más de doscientas mujeres unidas.

Silvia Arto, presidenta del Club de Ejecutivas Españolas.

Inspiración

– ¿Qué les diferencia de otras redes femeninas?

El Club nace con la idea de reforzar el liderazgo femenino, individual y colectivamente. Y lo hace con tres objetivos muy claros: inspirar, reflexionar y conectar. Inspirar porque la mujer que triunfa fuera de España inspira aquí y fuera. Son referentes que proyectan una imagen muy potente de España. No hablamos de un éxito rápido, sino de mujeres con 20 o 25 años de carrera, resiliencia y visión global.

Queremos reflexionar juntos, también con los hombres. No somos un grupo aislado. Hablamos de diversidad para sumar en consejos de administración o como expertas en diferentes ámbitos, como inteligencia artificial, energía o industria. Y también conectar: apoyarnos cuando las cosas van bien y cuando no van tan bien.

– ¿Cuál es el perfil profesional de las socias?

Somos españolas que trabajamos fuera de España en puestos de dirección. Altas directivas, referentes en nuestros campos con perfiles muy senior. Un talento femenino de alto nivel, pero que en gran medida permanece invisible para empresas e instituciones españolas.

Invisibles

– Menciona que es un talento desconocido en España, ¿qué coste tiene como país?

Nadie sabe que hay una presidenta española al frente de una empresa del CAC 40, por poner solo un ejemplo, pero hay muchas españolas en la cúspide económica internacional. Y eso es una pérdida de oportunidad para España. Somos altas directivas con contactos, accesos de alto nivel y una visión internacional muy consolidada. Si una empresa española quiere lanzarse en Francia, puede preguntarnos. Nuestra red abarca sectores estratégicos como tecnología, energía, inteligencia artificial, industria, ciencia y salud.

Muchas estamos dispuestas a aportar en una segunda etapa profesional, como consejeras, asesoras o en proyectos concretos. La colaboración también pasa por las universidades. Podemos aportar experiencia internacional, participar en mentorías, impartir docencia y tender puentes entre el mundo académico y el empresarial. Con las nuevas tecnologías podemos colaborar desde donde estamos para reforzar la competitividad de las empresas españolas, y también regresando

“Una carrera internacional no es un camino fácil, pero te hace crecer”.

– ¿Por qué cuesta tanto el retorno?

Hay un refrán francés que podría traducirse “lejos de los ojos, lejos del corazón”. Y ocurre que cuando estás fuera, se te olvida. Es una circunstancia que pasa a mujeres y a hombres. La barrera número uno son las redes. Por eso, proponemos un plan de acción a través de alianzas con instituciones, empresas, universidades o cazatalentos.

Liderazgo español

– ¿Hay un estilo propio de liderazgo femenino español?

Ciertamente, es un liderazgo integrador, con mucha inteligencia relacional y emocional. Se caracteriza por empatía, generosidad, autenticidad y resiliencia. Cuando estás fuera no hay enchufe y tienes que buscarte la vida sola. Eso te da una mochila de competencias muy potente.

– ¿Qué consejo darías a una joven que quiere salir fuera?

Que se atreva. Que sepa que se va a caer y se va a levantar. Y que se rodee de redes de apoyo. Por eso decimos a las más jóvenes: networking is working, es decir, la creación de redes profesionales funciona.

– ¿Volverías a repetir una experiencia similar?

Sí, sin duda. Volvería a hacerlo una y mil veces. Una carrera internacional no es un camino fácil, pero te hace crecer. Te caes, te levantas, aprendes y te adaptas. Cada dificultad te da más fuerza y más visión. Hoy no sería la profesional ni la persona que soy si no hubiera salido fuera. Y esa experiencia, con todo lo que implica, merece la pena.

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