Las mujeres no son mayoritarias tras las pancartas que encabezaron las manifestaciones de taxistas celebradas ayer en Madrid o Barcelona, de la misma manera en la que tampoco son mayoritarias al volante de los taxis. Que el gremio, aún hoy, está muy masculinizado, no es ningún secreto.
Un ejemplo claro es el de María del Carmen Navarro González. “Yo voy a reuniones en las que soy la única mujer”, nos dice. Ella es actualmente la presidenta de la Federación de Taxis de las Illes Balears. “Este año hará 30 años que soy taxista”.
En su voz hay cierto orgullo al pronunciar estas palabras. Es de Calviá, y suele trabajar en la zona de Magaluf. El viaje que ha hecho sólo para asistir a la manifestación ha sido exprés. Llegó a Madrid desde Mallorca el martes, hizo noche y justo después de la marcha por el Paseo de la Castellana, vuelta a casa y vuelta al volante.
Pero para ella era importante sacar músculo. Nos explica que el principal motivo de los paros y manifestaciones es que cada vez se les hace más complicado poder pagar la cuota del seguro de sus vehículos. De hecho, muchos de los taxis presentes en la manifestación llevan pegado en la ventanilla el recibo con la cantidad que pagan anualmente, como forma de protesta.
“En los últimos años, las pólizas se han venido incrementando más de un 200%”, nos cuenta María del Carmen. “En mi caso concreto me ha subido un 70%. Yo pagaba 700 euros y ahora mismo estoy pagando 1.800 euros. Y eso que nuestro seguro, el de las mujeres, suele ser más barato…”. La opción lógica podría ser cambiar de compañía, pero no es tan sencillo . “Si es un taxi, no te aseguran. Y, si lo hacen, es trasladando todos tus seguros a esa compañía, haciéndote un seguro de vida o un plan de pensiones”.
Los precios de las primas suben más rápido que sus salarios y, sin duda, más rápido que el IPC. Esa es la historia que nos cuentan muchos en esa misma manifestación celebrada en Madrid y cuyo recorrido ha ido desde el Ministerio de Trabajo hasta el de Transporte. Pero aunque el acto central ha atravesado la capital, los paros se han convocado en toda España. Porque cada hay territorios en los que el problema se agrava.
Problema sobre problema
Que Pilar es valenciana salta a la vista. En su cuello lleva la bandera de su tierra para abrigarse tanto literal como metafóricamente. Además es taxista. En este caso, la prueba está en el interior de su antebrazo derecho, donde lleva tatuado su vehículo y una ola de barro. Porque Pilar, Pilar Navarro Jiménez (ese es su nombre completo) es taxista en Paiporta desde hace siete años. Bueno, era. Hasta el 29 de octubre de 2024. Cuando el Barranco del Poyo se desbordó, estaba trabajando. Tuvo que abandonar su taxi y sobrevivió agarrada a un poste durante más de cinco horas.
Todavía hoy, su coche sigue lleno de lodo en el campo hasta el que el agua lo arrastró. Ya ha recibido dos ayudas, una de 5.000 euros y otra de 2.000. Ha comprado otro coche y está en plena burocracia para poder volver a bajar la bandera. No cree que pueda volver a trabajar antes de marzo, antes de las fallas.
Una de sus preocupaciones es cuánto le va a subir el seguro al cambiar de coche: “Ya llevaba dos años pagando un seguro a terceros de 3.200 euros. Ahora, están tardando más de un mes en matricularme el coche y hasta que no lo matriculen, no sé lo que voy a pagar. No tengo ni idea. No sé si van a ser 5.000, 6.000, 4.000 euros…”. Según los datos que ella misma ha ayudado a recoger, en la zona se perdieron más de 200 coches en la DANA. Muchos temen que, a coche nuevo, prima nueva. Por eso piden que se regule el margen de beneficios de las aseguradoras, que haya transparencia en la subida de los precios y que se estudie la siniestralidad del gremio sin equipararlo a otros, como el de las VTC.