Telefónica cerró los nueve primeros meses de 2025 con pérdidas de 1.080 millones de euros, afectada por el impacto de las operaciones discontinuadas en Latinoamérica, donde ha acelerado su proceso de desinversión. Si se descuenta el efecto de estas operaciones, el grupo registró un beneficio neto de 828 millones procedente de las operaciones que siguen dentro del perímetro, frente a unas pérdidas de 1.908 millones vinculadas a las filiales ya vendidas o en proceso de venta.
Entre julio y septiembre, Telefónica logró revertir parcialmente esa tendencia al registrar un beneficio neto de 276 millones de euros, de los que 271 millones proceden de las operaciones continuadas y 5 millones de las discontinuadas. El resultado positivo del trimestre se apoya en la mejora operativa de los principales mercados y en el control de costes, pese a la debilidad del entorno cambiario, según informó la compañía en un comunicado.
En términos de actividad, la compañía alcanzó unos ingresos de 26.970 millones de euros hasta septiembre, lo que supone un crecimiento orgánico del 1,1%, aunque con una caída reportada del 2,8% debido al efecto de las divisas. Durante el tercer trimestre, los ingresos ascendieron a 8.958 millones, un 0,4% más en términos orgánicos, mientras que el EBITDA (resultado bruto de explotación) se situó en 3.071 millones, un 1,2% más que un año antes. Con el acumulado del año, el EBITDA alcanzó los 8.938 millones, con un incremento orgánico del 0,9%, pero con un descenso del 3,6% en valores absolutos.
Mercados

La evolución de la rentabilidad se apoyó en el comportamiento de España y Brasil, los dos principales mercados del grupo. Telefónica España volvió a exhibir “sólidos resultados comerciales y financieros respaldados por la calidad del servicio”, con un crecimiento de los ingresos del 1,6% y de la rentabilidad del 1,1% en el trimestre. En Brasil, los ingresos avanzaron un 6,5%, el EBITDA un 8,8% y la caja operativa un 13,6%, según los datos oficiales.
En Alemania, la compañía mejoró el margen de EBITDAaL-CapEx, indicador que refleja la rentabilidad operativa una vez descontadas las inversiones necesarias para sostener la red, gracias a las eficiencias operativas. Los ingresos hasta septiembre sumaron 5.892 millones, lo que supone una caída del 2,1% interanual reportada. En Hispanoamérica, Telefónica siguió ajustando su perímetro: en octubre cerró las ventas de Telefónica Uruguay y Telefónica Ecuador, tras las de Argentina y Perú, y mantiene pendiente el cierre de la operación en Colombia.
Inversión
El grupo destinó a inversión 3.170 millones entre enero y septiembre, un 7% menos que un año antes, con lo que la ratio de CapEx sobre ventas se situó en el 11,8%. El flujo de caja libre de las operaciones continuadas alcanzó 414 millones, una caída del 68% interanual, mientras que la deuda financiera neta aumentó hasta 28.233 millones de euros a 30 de septiembre.
Telefónica cerró el periodo con 350,2 millones de accesos, un 1,6% más que el trimestre anterior, de los cuales 16,4 millones corresponden a conexiones de fibra, un 8% más que hace un año. La cobertura 5G alcanza ya el 78% en sus principales mercados y la red de fibra hasta el hogar (FTTH) llega a 82,6 millones de unidades inmobiliarias, un incremento del 9% en un año.
Dividendo

La compañía mantiene su compromiso de retribución al accionista. En el marco del Capital Markets Day 2025, Telefónica ha confirmado el pago del dividendo correspondiente a 2025, de 0,30 euros por acción, en dos tramos: 0,15 euros en diciembre de 2025 y otros 0,15 euros en junio de 2026. Para 2026, abonará un dividendo en efectivo de 0,15 euros por acción, que se pagará en junio de 2027.
La operadora, presidida por Marc Murtra, vinculará a partir de 2027 la remuneración de sus accionistas a un rango de entre el 40% y el 60% del flujo de caja libre, según explicó en su nueva hoja de ruta “Transform & Grow”, presentada también este martes. El nuevo plan estratégico 2026-2030 prevé un crecimiento anual medio de los ingresos del 1,5-2,5% entre 2025 y 2028, que se acelerará hasta el 3,5% en el siguiente trienio.
Guías futuras
En paralelo, el EBITDA ajustado crecerá en una horquilla similar, apoyado en una mejora de la eficiencia operativa y en la simplificación del modelo de negocio. Telefónica estima que las iniciativas de eficiencia generarán ahorros de hasta 2.300 millones en 2028 y de 3.000 millones en 2030.
El grupo pone el foco de su crecimiento en sus cuatro grandes mercados -España, Alemania, Reino Unido y Brasil- y en seis ejes estratégicos: ofrecer la mejor experiencia de cliente, ampliar la oferta B2C, escalar el negocio B2B, evolucionar sus capacidades tecnológicas, simplificar el modelo operativo y desarrollar el talento.
El objetivo, según apunta la compañía, es consolidar su papel como operadora europea de referencia mundial con escala rentable. “Telefónica se transforma para crecer”, resume el plan, que aspira a combinar la rentabilidad con el compromiso con la autonomía estratégica europea y el liderazgo tecnológico bajo la etapa de Marc Murtra.


