Castilla y León

El pueblo de Burgos que no tiene turismo y solo viven 70 personas, pero fue declarado Conjunto Histórico-Artístico en 1999

Si todavía no conoces este rincón de Burgos, aún estás a tiempo de descubrir una de esas joyas rurales que no olvidarás mientras vivas

Hontanas - Sociedad
Una fotografía panorámica de la localidad burgalesa de Hontanas.
Ayuntamiento de Hontanas

Hontanas es uno de esos pueblos castellanos que parecen vivir atrapados en el tiempo. Situado en la provincia de Burgos, y con apenas 70 habitantes censados en 2024, este pequeño enclave sorprende por su riqueza patrimonial, su historia ligada al Camino de Santiago y su resistencia silenciosa frente al abandono rural.

A pesar de su reducido tamaño y la ausencia de turismo masivo, Hontanas fue declarado Conjunto Histórico-Artístico en 1999. Un reconocimiento que lo convierte en una joya oculta de la España vacía.

Un pueblo que se esconde entre colinas y parameras

Lo primero que llama la atención de este lugar es su ubicación. El pueblo se encuentra en una pequeña hondonada, invisible desde la carretera, lo que refuerza su carácter de refugio escondido. Solo cuando uno desciende hacia su corazón, emergen las casas de piedra, las callejuelas estrechas y la silueta románica de su iglesia. En un país donde muchos pueblos languidecen por la despoblación, Hontanas ha logrado mantener su traza urbana medieval, lo que justificó su protección como Bien de Interés Cultural.

Hontanas
Una fotografía de archivo de la localidad burgalesa de Hontanas.
Asociación de Municipios del Camino De Santiago

Aunque el turismo convencional apenas llega, Hontanas sí recibe visitantes, pero de un tipo muy particular: peregrinos. Situado en una de las etapas del Camino Francés, este pueblo es una de las paradas preferidas para quienes hacen la ruta jacobea. La presencia de varios albergues y casas rurales permite que en los meses de verano la población se multiplique temporalmente, aunque sin llegar al turismo masivo de otros enclaves del Camino. Aun así, el ritmo de vida sigue siendo pausado, auténtico, sin artificios.

Un Conjunto Histórico-Artístico que casi nadie conoce

El reconocimiento como Conjunto Histórico-Artístico que recibió Hontanas en 1999 no ha traído consigo una transformación turística. A diferencia de otros pueblos que han sido restaurados con fines comerciales, Hontanas ha preservado su carácter rural y sobrio. Las casas mantienen su arquitectura tradicional, los edificios no han sido reconvertidos en tiendas de recuerdos y el silencio domina sus calles. Este equilibrio delicado entre la conservación y la vida real convierte a Hontanas en un ejemplo de autenticidad.

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♬ LOS HOMBRES TAMBIÉN SIENTEN – Elvira

En el corazón de Hontanas se alza la iglesia parroquial de la Inmaculada Concepción, un templo construido entre los siglos XIV y XVI que domina el paisaje con su esbelta torre de piedra. Su interior es sencillo pero acogedor, con una bóveda de crucería y varios retablos que reflejan la religiosidad de una comunidad históricamente unida a la fe. Este templo fue uno de los motivos clave para la declaración del conjunto histórico, ya que representa la arquitectura religiosa castellana con notable fidelidad.

70 habitantes, pero con alma colectiva

Según los datos más recientes del INE, Hontanas cuenta con tan solo 70 vecinos, la mayoría personas mayores que han resistido el paso del tiempo y el éxodo rural. La vida en el pueblo gira en torno a unas pocas actividades esenciales: el cuidado del campo, la atención a los peregrinos y el mantenimiento de las tradiciones. A pesar de la despoblación, la comunidad mantiene su espíritu vivo, con celebraciones patronales, labores colectivas y una intensa vida parroquial.

La provincia de Burgos cuenta con decenas de pueblos con encanto, pero Hontanas destaca por su singularidad. No solo por su declaración como Conjunto Histórico-Artístico, sino porque ha logrado mantenerse al margen del proceso de gentrificación que ha afectado a otros enclaves históricos. Aquí no hay cafeterías de diseño ni carteles multilingües. Lo que se encuentra aquí es una España auténtica. De piedra y polvo. De cielos amplios y memoria rural.

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