En la pequeña localidad soriana de Caracena se alza, en lo alto de un promontorio, una de las fortalezas más representativas del medievo castellano. El Castillo de Caracena, símbolo de siglos de historia y testigo de la vida fronteriza de estas tierras, se encuentra hoy en una situación alarmante: su deterioro amenaza con llevarlo a la ruina si no se actúa con rapidez.
Ante este panorama, se ha puesto en marcha un ambicioso plan de restauración que pretende no solo salvar el castillo de la desaparición, sino también devolverle su lugar como motor cultural, turístico y social para el municipio y la comarca.

Un plan de rescate a largo plazo
El proyecto de intervención, que se desarrollará entre 2025 y 2029, se ha planteado en tres fases principales. La primera estará centrada en la consolidación estructural de la fortaleza, garantizando la seguridad de los muros y torres. Posteriormente, se abordará la rehabilitación de espacios interiores, con el objetivo de adaptarlos a un uso cultural y social. Finalmente, se procederá a la restauración de la barrera artillada y del entorno, de manera que el castillo no solo se conserve, sino que recupere su protagonismo en el paisaje de Caracena.
Una deuda pendiente con el patrimonio
El equipo que lidera esta iniciativa no es ajeno al valor histórico del lugar. Hace más de cuatro décadas participaron en la restauración de la Iglesia de San Pedro, también en Caracena, un proyecto que puso de manifiesto la importancia de proteger el legado cultural de esta villa medieval. Desde entonces, han sido testigos del abandono progresivo del patrimonio, con un castillo que, pese a ser una de las joyas más destacadas de la provincia, ha permanecido en el olvido.
El paso del tiempo, la falta de inversión y la ausencia de medidas de conservación han acelerado su deterioro. Los muros se desmoronan poco a poco, la maleza invade los accesos y las estructuras interiores presentan un grave riesgo de colapso. Si no se actuara ahora, el castillo podría perderse de manera irreversible.
Recuperar la historia y revitalizar el territorio
El proyecto no se limita a la restauración material del castillo. Sus impulsores buscan que esta fortaleza medieval se convierta en un espacio vivo, capaz de atraer visitantes y generar nuevas oportunidades en un entorno rural castigado por la despoblación. La idea es que el castillo acoja actividades culturales, rutas históricas y eventos que lo devuelvan al lugar que merece dentro de la memoria colectiva de Soria y de Castilla y León.
Salvar el Castillo de Caracena es, por tanto, mucho más que consolidar sus muros: es rescatar un capítulo fundamental de la historia medieval, ofrecer un futuro a un patrimonio olvidado y dar un nuevo impulso a un pueblo que no quiere resignarse a ver cómo su mayor símbolo desaparece.