En el corazón de Galicia, entre las comarcas de A Coruña y As Pontes, se esconde uno de los secretos naturales mejor guardados de Europa: las Fragas do Eume, un bosque atlántico primigenio que ha sobrevivido al paso de los siglos casi intacto. Considerado el último rincón virgen de este tipo de ecosistema en el continente, este parque natural es una joya para los amantes del senderismo, la fotografía y la naturaleza en estado puro.
El bosque encantado de Galicia
Declarado Parque Natural en 1997, las Fragas do Eume abarcan más de 9.000 hectáreas de robles, abedules, avellanos y helechos gigantes que crecen sobre un valle profundo, modelado por el río Eume. La humedad constante, la niebla que se cuela entre los árboles y la abundante vegetación crean una atmósfera casi mágica, que le ha valido el apodo de “bosque encantado de Galicia”.
@todorutas 📍Este recorrido es uno de los más bonitos de España , junto al Río Eume, subiendo río arriba y cruzando por varios puentes colgantes. ✅Espectacular ruta que podéis encontrar bajo el nombre de “Fragas del Eume”, llegando hasta el monasterio del siglo XII de San Juan de Caaveiro, donde podéis comer y beber en un restaurante. ℹ️En Verano , hay un autobús que os puede subir porque cortan el acceso en coche hasta el monasterio. ✍️Si queréis más información, escribidnos un mensaje y la proporcionamos ‼️ #fragasdoeume #rioeume #fragasdeleume #senderismogalicia #monasteriodecaaveiro #trekkingspain #lugaresdegalicia #parquenatural #galiciaparaiso #turismogalicia #acoruña #xuntadegalicia #españa
Aquí, la naturaleza domina el paisaje. Más del 80 % del territorio está cubierto por masa forestal autóctona, lo que convierte a este enclave en uno de los últimos bosques atlánticos templados de Europa. Entre su fauna destacan especies como el halcón peregrino, el gato montés o la salamandra rabilarga gallega, endémica de la zona.
El Monasterio de Caaveiro, el corazón espiritual del bosque
Dentro de este paraíso verde se encuentra una joya arquitectónica que parece flotar entre la vegetación: el Monasterio de Caaveiro. Fundado en el siglo X por monjes eremitas, su ubicación estratégica —en lo alto de un promontorio sobre el río Eume— simboliza la unión entre espiritualidad y naturaleza. Desde su mirador se puede contemplar una panorámica espectacular del cañón del río y del denso manto de árboles que lo rodea.
Visitar Caaveiro es una experiencia imprescindible. En temporada alta (Semana Santa y verano), el acceso en coche particular está restringido, pero se puede llegar a pie o mediante autobuses lanzadera gratuitos que parten del Centro de Interpretación del parque, en el enclave de A Capela. Desde allí, una carretera sinuosa de unos 8 kilómetros lleva hasta el Puente de Caaveiro, punto de inicio del último tramo a pie. El ascenso final dura unos 20 minutos y atraviesa un sendero empedrado rodeado de musgo, líquenes y la sinfonía constante del río.
Cómo llegar y por dónde acceder
Las Fragas do Eume cuentan con tres accesos principales, todos ellos con rutas bien señalizadas y zonas de aparcamiento:
- Portal de Ombre (Pontedeume): Es la entrada más popular y la que da acceso directo al Monasterio de Caaveiro. Aquí se encuentra el centro de visitantes donde se ofrecen mapas, información sobre senderos y servicios de transporte interno.
- Portal de Caaveiro (A Capela): Ideal para quienes buscan un recorrido más tranquilo y menos transitado, con vistas espectaculares del cañón del Eume.
- Portal de Monfero: Desde este punto se puede visitar el Monasterio de Monfero, otro conjunto monástico de origen medieval, y recorrer las rutas de media montaña que atraviesan bosques profundos y aldeas abandonadas.
Senderismo entre niebla y helechos
El parque dispone de una red de senderos bien acondicionados. Uno de los más recomendables es la Ruta dos Encomendeiros, un recorrido circular de 6,5 kilómetros que parte del puente de Cal Grande y permite conocer los ecosistemas del valle. Para los más aventureros, la Ruta de Caaveiro (8 kilómetros ida y vuelta) conduce hasta el monasterio, siguiendo la ribera del Eume entre cascadas, pasarelas de madera y árboles centenarios.

Es recomendable llevar calzado adecuado, ya que el terreno puede estar húmedo incluso en verano. En otoño, el parque luce su mejor cara: los tonos dorados de las hojas, el murmullo del río y la ausencia de multitudes convierten la visita en una experiencia sensorial completa.
Consejos para disfrutarlo al máximo
- Evita el coche: En temporada alta, utiliza los autobuses del parque o realiza parte del recorrido a pie.
- Lleva agua y comida ligera: No hay restaurantes dentro del parque, aunque sí áreas de descanso y merenderos.
- Consulta la meteorología: Las lluvias son frecuentes, pero la niebla y la humedad forman parte del encanto.
- Visita los miradores: El de A Carbueira ofrece una vista inigualable del monasterio y del cañón del río.
@visitspain 🍂 Did you know Fragas do Eume is one of the best-preserved Atlantic forests in Europe? Listen closely… the Eume River is autumn’s own soundtrack. #VisitSpain #ThinkyouknowSpain #SpainSustainable #ACoruña #Galicia @turismodegalicia
Las Fragas do Eume no son solo un destino natural: son un viaje en el tiempo. Es un recordatorio de cómo era Europa antes de que el hombre la transformara. Entre sus senderos cubiertos de musgo y su silencio profundo, uno entiende por qué este lugar sigue siendo, todavía hoy, el último bosque virgen del continente.