GALICIA

La playa idílica a 20 minutos de Vigo: aguas transparentes y una arena fina que te hará sentir en el Caribe

Las playas de Galicia son en sí mismas un lugar al que volver, pero hay algunas que destacan por parecer sacadas de una postal caribeña

Arenal del gato, Vigo
Turismo Galicia

A veces no hace falta recorrer miles de kilómetros para encontrarse con paisajes que parecen sacados de una postal del Caribe. Muy cerca de Vigo, a tan solo 20 minutos del centro, se encuentra O Tombo do Gato, una pequeña playa que ha ido ganando popularidad por su entorno paradisíaco y su atmósfera tranquila. Un rincón gallego que combina lo mejor de la naturaleza atlántica con una estampa casi tropical: aguas limpias y cristalinas, arena fina y clara, dunas y pinares que dan sombra y un respiro al visitante.

El arenal del Gato, como también se la conoce, está situada en la parroquia de Alcabre, dentro del municipio de Vigo, y forma parte del conjunto de arenales que salpican la costa viguesa. Aunque no es una playa muy extensa, y ‘apenas’ tiene unos 180 metros de longitud, lo compensa con creces por su entorno cuidado y su ambiente relajado, lejos del bullicio de otras playas más turísticas como Samil.

También es conocida entre los vecinos como la playa del Pincho del Gato o simplemente la playa de la Fuente, en referencia a la fuente que se encuentra junto al paseo. Esta variedad de nombres es reflejo de su arraigo en la zona, donde es una de las opciones preferidas para pasar la tarde entre semana o disfrutar de un baño tranquilo durante el fin de semana.

Arenal del Gato, Vigo
Turismo Galicia

Belleza natural

El principal atractivo de O Tombo do Gato son sus aguas turquesas y de gran transparencia, ideales para quienes disfrutan nadar o hacer snorkel. La arena es blanca y suave, y la playa cuenta con una duna natural que la protege del viento y la separa de la carretera. Esa duna, cubierta de vegetación y pinos, crea un microclima acogedor y aporta sombra natural, algo muy valorado en los días más calurosos del verano.

Además, no es solo bonita: cuenta con la Bandera Azul, un distintivo que garantiza estándares elevados de calidad ambiental, seguridad y servicios. Entre las instalaciones disponibles destacan duchas, papeleras, vigilancia estacional, pasarelas de madera para facilitar el acceso y zonas bien señalizadas. Incluso se pueden alquilar embarcaciones pequeñas, lo que permite disfrutar del entorno desde el agua.

Ideal para familias, parejas y escapadas tranquilas

Por su tamaño, accesibilidad y ambiente relajado, es una playa especialmente recomendada para familias con niños, parejas que buscan un plan tranquilo o incluso personas que viajan solas y buscan desconectar. No suele estar saturada de gente, aunque en agosto y durante los fines de semana sí puede haber algo más de movimiento.

Es, en definitiva, un lugar ideal para tender la toalla, leer un libro con el sonido del mar de fondo o contemplar el atardecer, que aquí tiñe el agua de tonos dorados y convierte la escena en algo casi cinematográfico.

Qué ver cerca: de Samil a las Cíes

Muy cerca de O Tombo do Gato hay otras playas interesantes para explorar, como Samil, A Espedrigada o O Cocho das Dornas, todas ubicadas a poca distancia en coche o incluso a pie. Además, el paseo marítimo que conecta varias playas permite recorrer esta franja costera caminando o en bici, con vistas privilegiadas a la ría de Vigo.

Y si dispones de más tiempo, puedes aprovechar para conocer la ciudad y sus principales puntos de interés: el Monte de O Castro, con sus restos arqueológicos y vistas panorámicas; la animada Calle de las Ostras, donde probar el mejor marisco local; o el Barrio de Bouzas, con su sabor marinero y arquitectura tradicional.

También puedes reservar un día para visitar las Islas Cíes, consideradas uno de los destinos más espectaculares del norte peninsular, o cruzar el Puente de Rande para disfrutar de una panorámica única de la ría.

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