Hay lugares que parecen salidos de un sueño y, sin embargo, están más cerca de lo que imaginamos. Cantabria, con su mezcla única de mar, montaña y tradición, está repleta de rincones por descubrir. Y entre ellos, destaca una ruta de senderismo en Cantabria que muy pocos conocen, pero que deslumbra por su sencillez, su belleza y su accesibilidad: las cascadas de El Bolao, en Cóbreces.
Ideal para quienes buscan un plan tranquilo, rodeado de naturaleza y apto para todos los públicos, esta ruta de senderismo en Cantabria se está convirtiendo en el secreto mejor guardado para familias que viajan con niños y buscan desconectar sin complicarse la vida.
El Bolao, el tesoro escondido entre praderas y acantilados
La ruta de senderismo en Cantabria que conduce a El Bolao comienza en los pueblos de Toñanes o Cóbreces. Ambas opciones son igualmente recomendables, ya que el camino está bien señalizado con postes de madera que guían al caminante sin pérdida posible. No se necesita experiencia previa, ni equipo técnico, ni preparación especial. Basta con calzado cómodo y ganas de respirar aire puro.

A lo largo del recorrido, el caminante se adentra en un paisaje de verdes praderas donde pastan las vacas tudancas, una raza autóctona de la región que aporta un toque pintoresco y auténtico a esta ruta de senderismo en Cantabria. El terreno es completamente llano. Eso la convierte en una alternativa perfecta para quienes viajan con carritos, personas mayores o simplemente desean un paseo sin cuestas.
Un arroyo con historia y una cascada que muere en el mar
Uno de los aspectos más sorprendentes de esta ruta de senderismo en Cantabria es su destino final: una cascada que desemboca directamente en el mar. Se trata del arroyo Bolao, que a lo largo del camino serpentea suavemente hasta precipitarse en una espectacular caída de agua que culmina en los acantilados del Cantábrico.
Este pequeño arroyo es el único de agua dulce que desemboca directamente en el mar dentro de la región. Su singularidad lo convierte en una parada imprescindible. Pero el atractivo no termina ahí: junto a la cascada se encuentran los restos de un molino medieval, utilizado durante siglos por los vecinos para moler cereales gracias a la fuerza del agua.

Ese molino, hoy en ruinas pero aún imponente, añade un componente histórico y didáctico a la ruta de senderismo en Cantabria. Particularmente interesante para los más pequeños, que pueden aprender de forma divertida sobre el pasado agrícola de la zona.
Perfecta para cualquier edad y cualquier estación
Otra de las ventajas de esta ruta de senderismo en Cantabria es que puede disfrutarse en cualquier época del año. El clima del litoral cántabro, fresco en verano y suave en invierno, permite recorrerla sin preocupaciones estacionales. Además, al no ser una ruta masificada ni intensamente promocionada, permite al visitante disfrutar del entorno en calma, lejos de las aglomeraciones.
Muchos visitantes coinciden en que es uno de los mejores planes para una mañana o una tarde. La duración del recorrido hasta la cascada de El Bolao es de aproximadamente 30 minutos a paso tranquilo, por lo que incluso permite aprovechar el resto del día para explorar otros rincones de la región.
Ya sea para una escapada corta, un plan improvisado o una visita programada, esta ruta de senderismo en Cantabria se presenta como una de las más agradecidas para quienes buscan belleza sin esfuerzo.