MODA

Hanson y los otros 90

Tras publicar para 'Vogue', 'Vanity Fair', 'Allure' o 'D Magazine', ahora 'Rizzoli' hace justicia editando un volumen retrospectivo sobre la carrera de la neoyorkina en imágenes

Naomi Campbel sentada en una terraza de París, Linda Evangelista descansando en medio de un fitting, Stephanie Seymour leyendo entre una sesión de fotos o Christy Turlington eligiendo libros en la famosa librería neoyorkina The Strand. Algunas de las fotos de Pamela Hanson (Londres, 1954) forman ya parte de la retina popular a golpe del platino y cromo que, en parte, fue el artífice de esa magia que envuelve la moda y los años 90. Ampliamente conocidas, pero quizá no lo suficientemente reconocidas, en detrimento de otros fotógrafos como Mario Sorrenti o Testino, que se granjearon su fama actual en esta década (y como es el caso de otras pioneras tales como Lynn Goldsmith, en la música).

Lo cierto es que Hanson ha puesto cara algunos de los momentos más relevantes del sector de la moda y la cultura americana de los últimos 40 años, tanto en su país de adopción (Hanson nació en la capital británica y se crió en Suiza) como a nivel global, y principalmente a través de publicaciones como Vogue, Glamour, Vanity Fair, GQ, Allure o D Magazine. Pero su relevancia y engranaje mediático alcanzan hasta hoy, con su última portada de Pamela Anderson en la edición americana de Harper’s Bazaar del mes de julio/agosto. “Para mí, ha sido una pionera total dentro del mundo de la foto, especialmente siendo mujer en un entorno que durante mucho tiempo ha estado muy masculinizado”, dice Leticia Díaz de la Morena, fotógrafa especializada en moda. “[Hanson] tiene una mirada muy única y auténtica, y creo que abrió camino para que muchas podamos contar nuestras propias historias desde otro lugar”.

Fotografías: Rizzoli

Abrirse camino en los 90, una época dorada quizá para las primeras supermodelos pero no tanto para hacerse valer profesionalmente en un sector en el que los hombres tenían no solo el poder, sino también la fama. En EEUU, y tras mudarse desde París, estudió Bellas Artes en la Universidad de Colorado y después, en la gran manzana, recibió su primera oferta de trabajo como asistente del (hoy legendario) fotógrafo de moda Arthur Elgort. No obstante, en una charla con Intothegloss, recuerda que sus inicios se basaron en la insistencia: “Simplemente fui de puerta en puerta a las revistas diciendo: “¡Denme un trabajo! ¡Denme un trabajo! ¡Denme un trabajo!. Creo que los directores de arte sintieron lástima por mí… Luego, Marie Claire tuvo una cancelación y me pidió que volviera al día siguiente para hacer un editorial de belleza de 10 páginas”.

También compañeros y grandes rostros de la industria han recalcado su personalidad y tenacidad. “Era tenaz al acercarme a los editores”, reflexiona ella, especialmente cuando los clientes comenzaron a buscarla ella cuando buscando “energía e intimidad, y una perspectiva femenina diferente”, según definen algunas de las publicaciones con las que ha trabajado. “Era curioso, no había tantas fotógrafas por aquel entonces; estaba Sarah Moon, creo que Annie [Leibowitz] estaba en Rolling Stone, Deborah Turbeville y luego empezó Ellen Von Unwerth”, recuerda en una reciente entrevista con W Magazine. “En Interview, no había ninguna mujer, era un club de chicos. Y todavía ahora, cuando una mujer triunfa, todo el mundo dice: ‘Son unas bitches, son tan difíciles’. No dicen eso de los hombres, reconoce. “Hay muchísimas mujeres que hacen cosas geniales, pero si las mujeres son exigentes y exigen cosas, de repente, ya sabes: somos unas cabronas”.

Ella recuerda la época como “muy diferente a ahora, pero increíble”, le dijo a W Magazine hace unos días. Podría decirse que este próximo libro (más bien un formato coffee table book) es su personal homenaje a los 90; en palabras de la propia Hanson: “una carta de amor a la década que lo cambió todo”. No en vano los noventa cambiaron la percepción de las medidas corporales, así como de la feminidad y sexuales y, sobre todo, su percepción en los medios. Algo cada vez más vigente de nuevo; “tendencias como el grunge de Perry Ellis con Marc Jacobs al timón, el minimalismo elegante de Calvin Klein con una, tan de actualidad, Carolyn Bessette, o el Brit Pop, ahora en boca de todos con la reunión de Oasis, fueron puntos álgidos de unos grandes años estilísticos”, dice Víctor Ant, periodista de cultura y tendencias.

Fotografías: Rizzoli

Bresson decía que es importante ser el primero en ver “lo que ves como tú lo ves”, es decir: tener esencia y defenderla; “creo que eso es lo más difícil de hacer como fotógrafo a largo plazo: mantenerse fiel a tu propia visión”, dijo Hanson en una entrevista. Quizá nadie es pionero en su tierra, como dicen, pero particularmente fuera de ella -y más en el peculiar contexto de cotidianidad que se generaba entre modelos-, la fotógrafa y directora supo ver una realidad poco impostada y lo que se etiquetó como una mirada “personal y fresca” en contraste con al multimillonario mundo de la moda. “Me encanta cómo utiliza la luz natural, siempre de una forma muy orgánica y sensible, y cómo consigue capturar lo íntimo. Su trabajo tiene una belleza muy honesta, y para mí ha sido y sigue siendo una referencia. reflexiona la fotógrafa”, añade Díaz de la Morena.

Es precisamente esa naturalidad y empática alegoría la que caracteriza su obra, como un filtro que se establece entre el objetivo, el artífice del disparo y el espectador, y que parece ofrecer una mirada íntima a la personalidad de cada retratado (así como de ese instante). “Pamela Hanson, sin duda, fue una de las grandes cronistas de la década de los noventa; su mirada construyó la nuestra. Con imágenes icónicas de las top models de la época, Hanson ilustró y materializó no solo un canon de belleza, sino también un corpus de tendencias que, ahora y por enésima vez, vuelven a nosotros reinterpretadas”, opina Ant.

Fotografías: Rizzoli

En los últimos años, Hanson ha virado entre el carrete de película y el digital, ajustándose a la velocidad y necesidades de cada encargo. “Si eres una persona visual, no puedes evitar absorber las cosas”, dijo en un charla con el medio estadounidense PDN. Hanson, que no solo ha dirigido anuncios sino que tiene predilección por las películas y las imágenes como un sistema constante de retroalimentación, sigue defendiendo que resultar interesante está por encima de ser icónico. “Captura a las personas y sus personalidades sigue siendo lo que más me interesa”, dijo con motivo del lanzamiento de su anterior libro, Private Room (2017) continuación lógica de los volúmenes Girls (2001) & Boys (2006).

Representada por la galería neoyorkina Staley-Wise (donde el 18 de octubre inaugura una exposición sobre este último proyecto editorial), el trabajo de Hanson ha formado parte de muestras Women Seeing Women o la inauguración de Aperture. Sin embargo, el de Rizzoli (a la venta el 2 de septiembre, en inglés) es su primera retrospectiva, a su obra y a su década predilecta, (por el momento) sobre el papel.