MODA

Kate Middleton se pasa al rubio

Nuevo tono, nueva etapa: la Princesa de Gales reaparece con una melena más clara y natural

Kate Middleton. Fotografía: EFE

En la historia reciente de la monarquía británica, pocas mujeres han sido observadas con tanto detalle como Kate Middleton. Desde que se convirtiera en Princesa de Gales, su estilo ha marcado tendencia sin necesidad de estridencias. Pero esta vez, su lenguaje no ha sido un vestido ni una tiara, sino algo mucho más sutil: su melena.

El pasado 24 de agosto, durante una salida privada en Balmoral junto a su familia, se dejaron ver por primera vez los reflejos dorados en su melena. A muchos les pareció solo el efecto del sol escocés o del verano. Sin embargo, han bastado pocos días para confirmar que no era casualidad.

Este 4 de septiembre, durante su reaparición oficial en los jardines del Museo de Historia Natural de Londres, Kate Middleton ha mostrado su transformación capilar más llamativa de los últimos años: un tono rubio suave, casi miel, que marcaba una ruptura con su habitual castaño chocolate.

Honey blonde

Aunque el cambio no es drástico, sí es significativo. Lo que antes eran matices cálidos en las puntas, ahora es un color uniforme, natural y cuidadosamente trabajado. Un rubio dulce, sin artificios, que ilumina su rostro y aporta una sensación de renovación, serenidad y -por qué no decirlo- libertad. Los expertos en peluquería lo llaman honey bronde o cozy blonde: una mezcla de rubio dorado con base cálida que favorece sin endurecer los rasgos. Y en Kate, funciona a la perfección.

Este nuevo look llega en un momento especialmente simbólico. La princesa ha atravesado en los últimos meses uno de los capítulos más delicados de su vida: su tratamiento contra el cáncer, su retiro temporal de la vida pública, y una ola global de atención, preocupación y respeto. Ahora, con su reaparición progresiva, el cambio de imagen puede interpretarse como algo más que una simple decisión estética. Es una señal de paso. De nueva etapa. De mujer que, sin perder su esencia, se permite redefinirse.

Como ha ocurrido tantas veces con ella, no hay una palabra fuera de lugar, pero sí un gesto que lo dice todo. Kate Middleton ha anunciado su vuelta con una imagen. Y en esa imagen, su cabello es una declaración de intenciones. Cambiar sin escándalo y avanzar sin dejar de ser ella misma.

Desde que asumió su rol como heredera consorte, la princesa ha sabido construir una imagen sólida, coherente y reconocible: su estilo clásico, su paleta neutra, sus vestidos estructurados, sus elecciones británicas.

El cabello rubio ha sido históricamente un símbolo de luminosidad, juventud y frescura. Pero también, en muchas culturas, de renacimiento. En este caso, es también una forma de suavizar la atención mediática: un cambio sutil que habla en voz baja, sin necesidad de titular escandaloso. Un recordatorio de que lo más poderoso en la princesa de Gales es su presencia.

Y como siempre ocurre cuando ella cambia algo, los salones de belleza empezarán a recibir solicitudes del “nuevo rubio de Kate”. No es un platino, no es un balayage extremo. Es una transición cálida, suave, natural, casi imperceptible.

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