María descubrió la cerámica como un refugio sanador en uno de los momentos más intensos de su vida, sin imaginar que aquel hobby acabaría convirtiéndose en El Atelier Pottery. Entre barro, porcelana y esmaltes, encontró un lenguaje artístico y una forma de ordenar el mundo, sanar y reinventarse. Su taller nació casi sin pretenderlo, en pleno confinamiento, y en cuestión de días comenzó a recibir pedidos que la empujaron a profesionalizar lo que, hasta entonces, era pura necesidad creativa.
Hoy dirige una firma artesanal que celebra la delicadeza, la naturaleza y la belleza cotidiana, sin renunciar a su papel de madre de cuatro hijos ni a la vida familiar que inspira buena parte de su universo. Su estilo, verde, floral, luminoso, habla de calma, pero su agenda cuenta otra historia; la de una mujer multitarea, hiperactiva y resuelta, que solo desconecta cuando hunde las manos en el barro. Allí, en su taller, el tiempo se detiene y aparece la energía tranquila que sostiene todas sus colecciones; un universo propio donde cada pieza es una pequeña historia y cada cliente, una parte esencial del ritual.
Pregunta – María, tu historia con la cerámica nace casi como una terapia. Si miras atrás, ¿en qué momento se convierte aquello que te ayudaba a sanar en un proyecto de vida como El Atelier Pottery?
Respuesta – Fue sin darme cuenta. Al poco tiempo de montar mi taller, cuando estábamos todos confinados, un día me di cuenta de que estaba teniendo mucho éxito y vendiendo mucho, así que tuve que ponerme en serio y empezar a organizar todo.
P – ¿Qué has aprendido de la cerámica? Más allá del oficio, ¿qué te ha dado a nivel emocional, de carácter, incluso de cómo te relacionas contigo misma y con los demás?
R – Lo más importante, como artista, es encontrar la manera y el medio de expresar tu arte, y yo lo encontré a través del barro, de la cerámica y de la porcelana. Esto, a nivel emocional, sana mucho y te hace crecer como artista; pero si encima tienes éxito, el círculo se cierra también a nivel personal y emocional. Es una maravilla: he crecido, he aprendido tanto, me conozco mejor que nunca y tengo mucha paz mental, y sé perfectamente dónde quiero llegar y cómo. Estoy en la mejor etapa de mi vida, tanto personal como profesional.
“Estoy en la mejor etapa de mi vida”
P – Tus piezas tienen algo muy reconocible: son delicadas, pero con mucha personalidad. Si tuvieras que definir el ‘lifestyle El Atelier Pottery’, ¿cómo describirías el universo que hay detrás de tus platos, gemelos, joyas…?
R – Cuando tus piezas son reconocibles, y la gente dice “esto es de El Atelier Pottery”, “tienes la medallita de El Atelier Pottery”, “yo también tengo los gemelos personalizados de El Atelier Pottery”, es muy importante como marca. El estilo de mis piezas es lo que me sale; para mí, la felicidad, la alegría y el amor se expresan a través de la naturaleza, de las flores y del sol… Por eso me inspiro en ese estilo tan de la naturaleza y por eso me gustan tanto los verdes. La delicadeza de cada pieza, hecha a mano, una a una, hace que sean esculturas únicas, y esto las hace tan importantes. Lo que espero es que mis clientes se sientan únicos e importantes; poder personalizar cada pieza, el packaging tan cuidado, la atención al cliente tan cuidada, es un ritual que hace que el universo El Atelier Pottery sea tan especial.
P – La mesa se ha convertido casi en un escenario de tu universo. Cuando recibes en casa, ¿cómo te gusta que sea esa mesa perfecta y qué crees que cuenta de una persona la manera en que la pone?
R- En casa nos encanta hacer cenas, tengo la gran suerte de tener a Víctor, que cocina como los ángeles y le encanta. Así que yo me dedico siempre a poner la mesa y disfruto muchísimo. No me gustan las normas ni los protocolos, solo me importa la belleza, las flores y, siempre, las velas. Para poner una mesa que impacte tienes que tener una sensibilidad especial, disfrutar con la gastronomía y tener ganas de que los invitados disfruten.
P – Siempre hablas de bajar revoluciones y vivir slow… Sincérate: ¿en qué momento del día te olvidas totalmente de esa filosofía y te pones en modo “madre, emprendedora, mujer orquesta”?
R – Siempre he sido muy resolutiva, multitask e hiperactiva… Si no, no podría ser emprendedora, madre de cuatro hijos y tener siete perros. Mi día a día no es slow en absoluto, pero cuando me pongo a diseñar en el taller y estoy con las manos en el barro es cuando me olvido de todo y me relajo totalmente. En el taller hay una energía especial, positiva y tranquila.
P – Los viajes inspiran muchas de tus colecciones.
Quiero ir a Japón. Hay una isla que se llama Naoshima; la obra de Yayoi Kusama y su calabaza icónica, el Chichu Art Museum (Tadao Ando), el Benesse House Museum… Arte integrado en naturaleza y arquitectura. Esta cultura tan cuidada, tan minimalista, me tiene in love. Espero poder ir pronto, verlo y experimentarlo con mis propios ojos.
P – ¿Cuál ha sido el viaje que más ha marcado tu forma de entender la belleza? ¿En qué viaje pensaste: “vale, si pudiera, me traería esta vida entera en la maleta y la estamparía en todos mis platos”?
R – No hay un solo viaje que me haya inspirado, me inspira tanto un paisaje, un amanecer, unas flores, las vistas desde mi casa de Asturias….. no tengo que irme de viaje para inspirarme… aunq creo q es importante nutrirme de arte, ir a exposiciones, disfrutar de la naturaleza y sentirla.
P – Tus piezas parecen pequeñas confesiones: iniciales, amuletos, mensajes ocultos… ¿Recuerdas algún encargo que hayas pensado: “esto es una novela romántica o un culebrón digno de Netflix”?
R – Muchos, tenemos encargos muy especiales, desde lápidas para perros hasta vajillas para famosos que tienen q tener hasta piezas con mensajes ocultos que solo los novios entienden….. la gente es muy creativa. Hemos estado presentes en bodas muy importantes con nuestras medallas de ramo personalizadas y con los gemelos.
P – ¿Cómo es la gente que se enamora de El Atelier Pottery? Si piensas en tus clientes, ¿qué dirías que tienen en común en cuanto a estilo de vida, manías bonitas o pequeñas obsesiones estéticas?
R – Mis clientes son muy detallistas, regalar piezas tan especiales y personalizadas …. Es solo digno de personas muy detallistas.
P – Hablemos de ti. Si ahora vaciamos tu bolso, tu mesilla de noche y tu cocina, ¿qué tres objetos dirías que resumen tu lifestyle actual: uno de moda, uno de deco y uno de El Atelier Pottery que no sueltas por nada?
R – Moda: mis New Balance y un jersey de cashmere… Mis New Balance, las clásicas, las que combinan con absolutamente todo: vaqueros, trench, vestido de punto… Me salvan la vida en Madrid, donde vas corriendo a todas partes pero quieres seguir pareciendo estilosa. Son mi uniforme no declarado.
Decoración: En la mesilla tengo siempre unas flores frescas colocadas en un mini jarroncito de El Atelier Pottery. No imaginas lo que cambia el mood de una habitación tener ese toque artesanal y bonito ahí, esperándote cuando llegas a casa. Y libros de joyas antiguas, que me encantan.
En el bolso, mi móvil, con el que capturo todas las imágenes que me inspiran porque tengo memoria de pez; crema hidratante de manos, que con la cerámica se me secan mucho. Me encanta la de tomate de Loewe.
Un anillo de El Atelier Pottery y unas tijeras de podar, que siempre llevo en el bolso o en el coche.
P – La artesanía se ha vuelto aspiracional, Instagram la ha puesto en un altar. ¿Qué te gustaría que fuera El Atelier Pottery dentro de unos años: marca de culto, refugio emocional, club secreto de gente que adora las mesas bonitas… o todo junto con copa de vino incluida?
R – En unos años me veo haciendo joyas cada vez con más calidad y más especiales, trabajar con Oro y piedras preciosas, y vendiendo en tiendas muy exclusivas en Europa, de hecho ahora estoy haciendo la carrera de joyera que estoy disfrutando muchísimo. Me veo haciendo colecciones se Arte y haciendo exposiciones y viajando por el mundo para hacer cursos con distintos maestros de la porcelana para aprender más técnicas y aplicarlas.