Monti Gutiérrez es una de las Mujeres Excelentes de Castilla y León, según el reconocimiento otorgado por este medio en la ciudad de Valladolid. Un premio que, según ella misma, celebra “no solo un logro sino una forma de entender la vida”; “este premio lo recibo en nombre de personas que cada día sueñan con hacer cosas desde esta ciudad”, añadió sobre su ciudad natal.
Además de pucelana de nacimiento, Monti (el diminutivo cariñoso de Montaña) es madre, empresaria y una de las creativas más reconocidas en el sector de la moda de nuestro país. En 2008, se mudó a California, sede donde después surgiría su idea de emprendimiento textil cuyo core pasaba por ensalzar la artesanía española como valor internacional. Primero fueron las alpargatas (tras usar el nombre de su blog para arrancar en el negocio) y, años más tarde, tras ser experta en proveedores de primeras marcas en Ubrique y Elche, su negocio hizo lo propio y se centró en el cuero. Aunque empezó puramente con venta online, pronto mint&rose tuvo un soporte físico de tienda, hasta las 10 con las que cuenta en toda España a día de hoy. Su objetivo, entre otros, es el de duplicar este número de aquí a 2028.

Estudiaste ADE y te dedicabas al sector bancario antes de empezar Mint&Rose como empresa. ¿Por qué decidiste dejar ese mundo y apostar por una marca de moda?
Estudié Administración de Empresas y Marketing, y antes de crear mi propia empresa estuve experimentando en varios sectores; primero porque tengo una mente muy curiosa y después porque sabia que una experiencia profesional enfocada a las finanzas me iba a servir cualquiera que fuera mi posterior camino. Aposté por un proyecto de creación e importación de un producto tan típico como eran las alpargatas a Estados Unidos como punto de partida.
¿De dónde reuniste al equipo y cómo decidiste sobre la dirección que querías en el diseño para la firma?
Al principio yo, que no tengo formación técnica en diseño llevé el mando del desarrollo del producto, pero desde el segundo año de mint&rose contraté un equipo al que, a día de hoy, sigo muy unida porque, aparte de poder aportar mis ideas, considero fundamental que haya una parte de mí involucrada en el proceso.
Empezaste mint&rose en parte por dar a conocer el trabajo de los artesanos españoles, que son fuente y proveedores de diseños internacionales pero que, muchas veces, pierden valor en tierra propia. ¿Cómo ha cambiado esta situación desde entonces?
Creo que en nuestro propio pais, mint&rose fue una de las primeras entre las marcas jóvenes en volver a poner en el punto de mira el made in Spain” en realzar el espíritu mediterráneo y en el buen hacer de nuestra industria en el sector del calzado, los bolsos y la marroquinería. Hoy somos muchas las que remamos en esa dirección pero siento que todavía fuera no tenemos ese push que una casa francesa o italiana tienen, al menos donde nosotros nacimos que es los EEUU.
“Que la Familia Real Española nos apoye, aparte de ser un orgullo es una recepción clave de cara al exterior”
Has dicho: “cuando empecé la marca en EEUU veía que muchas veces los propios americanos sienten más orgullo de los europeos que nosotros mismos”. ¿Crees que esto ha cambiado y qué recepción ha tenido la marca desde que la Reina Letizia es embajadora?
Creo que el cliente americano ve en Europa un lugar sofisticado donde viajar, comer, vivir y comprar. Un territorio con mucha alma donde hay historia, cultura y elegancia. Desde luego que las Casas Reales ayudan a apoyar el concepto y en nuestro caso, que la Familia Real Española nos apoye, aparte de ser un orgullo es una recepción clave de cara al exterior.
¿Cuál dirías que es el secreto para que la marca fidelice así de bien?
Una vez escuché que, con una buena imagen y una buena campaña de comunicación, hacer una primera venta no es difícil; el reto viene en la segunda. Si tu producto realmente esta comprometido con las palabras y la imagen que has proyectado, y la marca responde ante cualquier imprevisto, el cliente es mas proclive a fidelizarse. Y eso es algo en lo que nosotros estamos absolutamente volcados: que nuestro cliente nos elija una segunda vez, porque significará que ha tenido una buena experiencia con nosotros y que es capaz de recomendarlo a sus cercanos.
¿Qué consejo le darías a alguien que quiera emprender en el sector de la moda española?
Que busque un elemento diferenciador, que se pregunte: ¿qué puede aportar mi marca que no exista ya? ¿Cuál es mi valor añadido? En los momentos más complicados, creo que lo que salva a un proyecto es su alma, su visión y que sea única.
“Nuestra intención es estar ahí, construyendo una marca que no entienda de generaciones sino mas bien de un estilo de vida concreto que puede ser que tenga que ver con la edad, o con la elecciones a la hora de consumir”
Defines mint&rose como una marca de básicos atemporales. ¿Por qué crees que la sociedad (y la Gen Z en particular) está tan influenciada por las tendencias y que hay tal consumo de moda fast fashion?
Mint&rose pretende ser la marca de referencia a la hora de acompañar a su clienta en cualquier ocasión, evento o situación que pueda tener; desde un botín para su día a día, hasta una sandalia especial para un evento o una alpargata para su periodo vacacional. Creo que lo que hoy le pasa a la generación z, nos ha pasado a nosotros los millennials hace 20 años, que es buscar tendencia sobre calidad, materiales, comodidad y atemporalidad. Y todo eso, normalmente, nos lo dan de manera asequible las cadenas de fast fashion.
Por eso nuestra intención es estar ahí, construyendo una marca que no entienda de generaciones sino mas bien de un estilo de vida concreto que puede ser que tenga que ver con la edad, o con la elecciones a la hora de consumir.

Por otro lado, los consumidores parecen estar cada vez más concienciados sobre la importancia de la sostenibilidad y el origen del producto, a pesar de que muchas veces esto encarezca el resultado final. ¿Cómo se encuentra el equilibrio perfecto entre ser consciente y asequible?
La estrategia de mint&rose es ofrecer un producto de tal calidad y fabricado en España que el cliente anteponga el número de veces que se lo va a poner al precio de producto en sí, a la hora de decidir si lo adquiere o no. Fabricamos colecciones con alma, diseño, estructura y atemporalidad, lo que crea un equilibro entre compra consciente y coste por uso.
¿Qué te hace enorgullecerte ahora misma de la ‘marca España’?
Internacionalmente la marca España es potentísima, ya sea en turismo, gastronomía, arquitectura, historia, música, deportes… Por nombrar solo algunos, y creo que en moda vamos por el camino de igualarnos. Me enorgullece enormemente que dentro de mi sector, la marca España se defiende con artesanos, con modistos, con obras delicadas y únicas. Se defiende con pasión y con tradición; es un saber hacer que se pasa de padres a hijos y eso me emociona.
Acabáis de anunciar colaboración con la marca Lemon Jelly, con una edición limitada de botas de agua cuya campaña protagonizas tú además. ¿cómo surgió la idea de ser una parte también visible de la marca?
Una de las partes que más me divierten de mi trabajo es ir a visitar las fábricas con las que trabajamos, y en este caso, Oporto era un buen plan. Por otro lado quisimos ser más creativas a la hora de generar el contenido de la colaboración: desde nuestra agencia creativa nos propusieron un giro haciendo que yo me pusiera frente a la cámara. No solo nos lo pasamos fenomenal sino que creo que logramos conectar con nuestra comunidad.
¿Qué prendas no pueden faltar en un armario cápsula de temporada? Y, personalmente, ¿a qué otras marcas eres fiel y/o admiras?
Me encantaría poder improvisar mucho más de lo que lo hago, pero suelo vestir bastante de “uniforme” durante la semana. En mi armario de otoño siempre hay jerseys de cashmere de Stone, una blazer de Bleis, un abrigo de Tôteme y unas zapatillas de On.
Vives en Valladolid, donde recibirás el jueves el premio a Mujeres Excelentes de Castilla y León, y que además describes como “uno de los lugares con mejor calidad de vida” donde has residido. ¿Qué es lo que más destacas de vivir allí ahora?
Valladolid me permite tener una vida muy organizada y tranquila, y a la vez, estar conectada a una hora de tren con Madrid, donde voy una o dos veces por semana. Volví a mi ciudad natal un poco por accidente y me reencontrado con una ciudad totalmente diferente a la que deje hace más de 20 años cuando me fui a vivir fuera.
“Tener una pequeña historia en EEUU nos facilita las cosas, pero va a ser un movimiento que nos va a exigir estar al pie del cañón en todos los sentidos”
Tras la presentación el pasado mes de septiembre en Nueva York, has expresado tu deseo de que la marca se consolide allí. ¿Cómo crees que entienden la moda en EEUU?
Creo que nos espera un buen futuro con mint&rose en Estados Unidos si somos capaces de ejecutarlo bien. Es un mercado potencial tremendo, pero a la vez súper exigente. Tener una pequeña historia ahí nos facilita las cosas, pero va a ser un movimiento que nos va a exigir estar al pie del cañón en todos los sentidos.
¿Qué otros objetivos tienes con Mint & Rose (en España o fuera)?
Mi hijo Gabriel diría “nuestro objetivo es seguir teniendo mucha creatividad y mantener la empresa sana para la llegada de la siguiente generación, que es él”. Como tiene 7 años, antes de que eso pase, nuestros objetivos pasan por la expansión en España de nuestras tiendas (nos gustaría llegar a las 20 en dos años) y conquistar el mercado de Europa, México y Estados Unidos.


