El pasado fin de semana se desató una polémica pública cuando Miguel Adrover, diseñador mallorquín con proyección internacional, rechazó colaborar con Rosalía en la creación de un custom look para un evento previsto después del verano. Su decisión se basó en que la artista no había emitido un pronunciamiento público sobre la crisis humanitaria en Gaza, declarando que “el silencio es complicidad” para quien tiene gran altavoz mediático.
Adrover compartió por redes sociales capturas del correo que intercambió con el equipo de Rosalía, en el que señalaba: “Tienes la responsabilidad de usar tu poder para denunciar este genocidio”, y declaró: “Rosalía, esto no es nada personal. Te admiro, pero ahora tenemos que hacer lo correcto”.
Dos días después, Rosalía contestó a través de sus historias de Instagram con un comunicado personal. Comenzó señalando que ha seguido “con gran tristeza” las críticas vertidas estos días y aclaró que lo que iba a escribir sería “incompleto e imperfecto”, pero reflejaría su verdad y estaría escrito “con la mejor intención”.
La artista defendió que no publicar no significa no condenar: “Es terrible ver día tras día cómo personas inocentes son asesinadas y que los que deberían parar esto no lo hagan”. Subrayó también que no cree conveniente avergonzarse entre nosotros, y que “el señalamiento debería direcionarse hacia arriba (hacia quienes deciden y tienen poder de acción)”, y no horizontalmente entre ciudadanos o figuras públicas.
Reconoció que vivimos en un mundo lleno de contradicciones, incluso ella misma las experimenta, y que aunque intenta actuar correctamente no siempre lo logra, pero está en constante aprendizaje y mejora.
La cantante aprovechó el cierre de su mensaje para rendir un reconocimiento explícito a activistas, ONGs, periodistas y sanitarios voluntarios que trabajan activamente en la causa palestina y en apoyo humanitario en contextos de conflicto.
Su enfoque plantea que el activismo no siempre pasa por declaraciones inmediatas: se puede actuar desde otras áreas o de forma privada, y que exigir expresiones públicas puede generar conflictos entre pares sin resolver los problemas estructurales que provocan la violencia. En su mensaje, destacó que su posición sobre la situación palestina ha existido previamente, aunque no expresada del modo o en el momento esperado por otros.