Cada edición de los Premios Princesa de Asturias deja una estampa inolvidable de la reina Letizia, que logra sorprender con su elegancia sin eclipsar a su hija, la princesa Leonor. Desde hace dos décadas, la reina se ha convertido en una de las figuras más seguidas por su estilo, marcado por la sofisticación, el riesgo medido y una constante evolución.
Cuando Letizia Ortiz asistió por primera vez a estos galardones en 2004 —entonces todavía llamados Premios Príncipe de Asturias—, su vestidor estaba dominado por las creaciones del diseñador Felipe Varela. Durante años, Varela firmó los conjuntos más icónicos de la reina, hasta que en 2020 decidió abrir su armario a otras firmas españolas, apostando por una imagen más moderna y diversa.
2004: un debut clásico y elegante
En su primera aparición en la ceremonia, Letizia optó por un conjunto de tres piezas en tono champán compuesto por abrigo, blusa y falda, todo de Felipe Varela. Lo combinó con accesorios metalizados y un minibolso con cadena. Aquella elección marcó el inicio de su relación con el diseñador madrileño, que sería durante más de una década su gran aliado estilístico.
2018: el brillo de un diseño joya
Catorce años después, en 2018, la reina deslumbró con un vestido de neopreno con textura de cocodrilo y bordados de pedrería plateada. De nuevo firmado por Varela, la prenda destacaba por su cuello barco y corte midi, una combinación de tonos azules y nude, y un aire de sofisticación atemporal. Letizia ha recuperado este diseño en otras citas, como la gala de los Premios Planeta.

2020: un cambio de rumbo
Ese año marcó un antes y un después. Por primera vez, la reina rompió su tradición con Varela y confió en Delpozo, la casa fundada por el diseñador Josep Font. Eligió un vestido azul noche de silueta lápiz, escote barco y manga francesa con una gran flor arquitectónica en el escote. El resultado: un estilismo sobrio y elegante, acompañado por complementos minimalistas y joyas discretas.

2021: el regreso al volumen
En 2021, Letizia sorprendió con un diseño de The 2nd Skin Co, inspirado en el New Look de Christian Dior. El vestido, confeccionado en tafetán negro y con falda acampanada, pertenecía a la colección Magna Magnolia. Lo combinó con zapatos de Manolo Blahnik, un bolso de Bottega Veneta y joyas del joyero real, incluidas las pulseras Cartier y unos pendientes de Victoria Eugenia.

2022: la elegancia internacional de Carolina Herrera
Por primera vez en esta cita, la reina eligió una firma no española: Carolina Herrera. El vestido negro con flores blancas bordadas y detalles de lentejuelas era una creación sofisticada y con historia, ya que lo había lucido antes Sassa de Osma. Letizia lo combinó con zapatos de Isabel Abdó y pendientes regalados por el emir de Catar.

2023: minimalismo con sello Herrera
Un año después, Letizia repitió con la diseñadora venezolana afincada en Nueva York. Esta vez, optó por un vestido asimétrico de línea lápiz, que dejaba un hombro al descubierto. Lo combinó con sandalias joya de Aquazzura y un peinado ondulado al estilo old Hollywood, un look sencillo pero muy favorecedor.

2024: un toque flamenco
En la última edición, la reina volvió a apostar por Carolina Herrera con un diseño negro de inspiración española. El vestido, de largo midi y escote asimétrico, destacaba por los volantes que recorrían el hombro y la manga. Complementó el conjunto con unos kitten heels y un bolso de mano a juego. Los pendientes lágrima de De Grisogono añadieron el toque final a uno de sus estilismos más aplaudidos.

A lo largo de estas dos décadas, Letizia ha demostrado que la moda es también una forma de comunicación: cada elección transmite elegancia, compromiso con el diseño español y una mae arcada personalidad que ha evolucionado junto a su papel como reina.mmslsmmmms




