¿Se abre una nueva etapa en la historia de la moda con la publicación de una campaña protagonizada por una modelo generada completamente por inteligencia artificial? La imagen, incluida en su edición impresa y firmada por la marca Guess, ha despertado una conversación global que va mucho más allá del diseño digital. El debate gira en torno a los límites entre innovación, estética, representación y el papel de la tecnología en el futuro del sector.
La campaña, desarrollada por la agencia londinense Seraphinne Vallora, muestra a una mujer de rasgos estilizados, vestida con prendas estivales, en una doble página de alto impacto visual. En la imagen puede leerse discretamente la nota “produced with artificial intelligence”, lo que marca un hito dentro de la narrativa de la moda.
Según fuentes cercanas al proyecto, la colaboración surgió tras un encargo directo del cofundador de Guess, Paul Marciano, y supuso semanas de trabajo entre creativos y desarrolladores para lograr el resultado final.
Como era de esperar, la iniciativa ha generado distintas reacciones. Algunos sectores han aplaudido la apuesta por una nueva forma de creación visual, más ágil y adaptable a los tiempos. Otros, especialmente dentro del ámbito profesional de la moda y el activismo por la diversidad, han expresado inquietud por lo que consideran una posible homogeneización de los cánones estéticos.
Se ha planteado si esta tecnología -aún en desarrollo- puede reemplazar o desplazar a modelos reales, fotógrafos, estilistas o maquilladores, o si, por el contrario, puede convivir con ellos y enriquecer el proceso creativo.
Lo que sí ha quedado claro es que el avance de la inteligencia artificial en la moda ya no es solo una posibilidad, sino una realidad. Marcas como H&M o Levi’s también han experimentado con modelos virtuales, y muchas casas de belleza están integrando herramientas digitales para crear campañas más dinámicas.
¿Es este el principio de una nueva era en la comunicación visual? ¿O un experimento puntual que invitará a reflexionar sobre los límites de lo real y lo virtual? La moda, una vez más, se convierte en espejo de los cambios de época. Y lo que está en juego ya no es solo el estilo, sino también la forma en que nos representamos y nos vemos a través de las imágenes.