El asesinato de Charlie Kirk desata la violencia política en EEUU

Los discursos de odio, los ataques a la prensa y la demonización de adversarios abren un camino peligroso del que es difícil retroceder

Charlie Kirk - Internacional
Una fotografía de archivo de Charlie Kirk
EFE

El asesinato de Charlie Kirk ha estremecido a Estados Unidos y ha vuelto a situar la violencia política en el centro del debate nacional. El activista conservador, de apenas 32 años, cayó abatido de un disparo en el cuello durante un acto en la Universidad del Valle de Utah al que asistían cerca de 2.000 personas.

El suceso, ocurrido a plena luz del día, ha desatado una ola de conmoción que trasciende lo individual y que amenaza con intensificar la polarización que atraviesa la sociedad norteamericana.

La portavoz de la universidad, Ellen Treanor, confirmó a Fox News que el disparo se efectuó desde unos 180 metros de distancia. A pesar de varias detenciones iniciales, todas las personas retenidas fueron liberadas y el tirador continúa en paradero desconocido. La investigación sigue abierta mientras el país busca respuestas tras el asesinato de Charlie Kirk.

La reacción política inmediata

El presidente Donald Trump, amigo personal de la víctima, fue de los primeros en pronunciarse. A través de sus redes sociales calificó a Kirk como “el gran, e incluso legendario” y responsabilizó a la “izquierda radical” de crear una retórica que, según él, “es directamente responsable del terrorismo que estamos viendo hoy en nuestro país”.

El asesinato de Charlie Kirk no solo ha golpeado a la comunidad conservadora, sino que ha puesto en evidencia la fragilidad del clima político en Estados Unidos. Para Trump, este crimen es la prueba de que el discurso incendiario contra la derecha está teniendo consecuencias fatales. Sus palabras, lejos de calmar los ánimos, han profundizado la división.

Un líder conservador polémico

Charlie Kirk fundó a los 18 años Turning Point USA (TPUSA), una organización sin ánimo de lucro que busca difundir ideales conservadores entre estudiantes. Desde entonces, su figura se convirtió en referente del trumpismo universitario.

Defensor a ultranza del libre mercado, del derecho a portar armas y de un estricto control migratorio, también se erigió en uno de los críticos más duros contra lo que él llamaba la “agenda woke”.

El asesinato de Charlie Kirk se produce en un momento en el que su influencia era enorme. Sus conferencias en universidades, sus intervenciones en Fox News, su podcast “The Charlie Kirk Show” y sus más de siete millones de seguidores en Instagram lo habían convertido en uno de los comunicadores conservadores más influyentes de la última década.

El asesinato de Charlie Kirk desata la violencia política en EEUU
El activista Charlie Kirk dando una conferencia.
EFE

Paradójicamente, en abril de 2023, durante un evento de TPUSA, defendió la idea de que “merece la pena pagar el precio, lamentablemente, de algunas muertes por arma de fuego cada año para poder conservar la Segunda Enmienda”. Sus palabras reflejaban el carácter polémico de su discurso, capaz de despertar adhesiones y odios por igual.

Una escalada de violencia política

Lo ocurrido con el asesinato de Charlie Kirk no es un hecho aislado. Expertos como Robert Pape, politólogo de la Universidad de Chicago, llevan tiempo alertando sobre lo que llaman “la era del populismo violento” en Estados Unidos.

Según Pape, el país vive el mayor repunte de violencia política en los últimos 50 años.

Los hechos recientes parecen darle la razón. En julio del pasado año, Donald Trump sobrevivió a un intento de asesinato en Pensilvania. También la congresista demócrata Melissa Hortman y su marido fueron asesinados en Minnesota. A estos episodios se suman ataques a sedes políticas, incendios provocados en domicilios de gobernadores o amenazas directas a candidatos electorales.

La violencia, como demuestra el asesinato de Charlie Kirk, no distingue entre partidos.

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